Se nos va un viejo roble

ADIÓS. Don Oswaldo Vera Carvajal. Que Dios le reciba en su Reino.

Por: Gonzalo Yépez Palma

Oswaldo Vera Carvajal (91 años) entregó su alma al Creador. Es uno de los últimos antiguos personajes nativos de esta tierra. Su trayectoria deja huella, sus anécdotas aún perduran en la retina de sus ocho hijos.

Nació el 13 de febrero de 1930, hijo de Manuel Vera y Nélida Carvajal, oriundos de esta tierra desde finales del siglo 19. Seguramente muchos no lo conocieron o no lo recuerdan, pero de esos aguerridos trabajadores de la tierra, que se compenetraba en la montaña para talar madera y aportar con su esfuerzo en la construcción de caminos que accedían a la antigua parroquia de Santo Domingo de los Colorados.

Deportista de los buenos, con su talla de aproximadamente 1.80 de estatura, su contextura entre delgada y mediana, hacía arrodillar a sus contendores en las canchas de tierra que se improvisaban para jugar el volibol. Integró la selección deportiva de esta disciplina, así como marcó los mejores goles de la época, junto a antiguos nativos y colonos que representaban a la tierra colorada.

Su hogar se consolidó en el corazón de Santo Domingo, frente al parque Zaracay, donde sus padres construyeron la famosa “primera casa de zinc” (actualmente junto al Palacio Municipal).

Incursionó en la política

Primero velasquista y luego liberal. Fue muy amigo de Clemente Huerta, Camilo Gallegos, entre otros líderes liberales del Ecuador. Llegó a ser presidente del Partido Liberal Radical Ecuatoriano lista 2 en Santo Domingo. Luego fue electo Concejal del cantón, ocupó esta dignidad durante cuatro años, entre las alcaldías de Kléber Paz y Miño Flores y Darío Kanyat Cortés. Ricardo Ramos Herrera lo recuerda como un hombre de temple y de palabra dura.

Luego de la concejalía continúa luchando en la tierra, pues la agricultura fue su pasión. En sus últimos años fue víctima de una enfermedad degenerativa que hoy, domingo 2 de mayo, lo llevó a la tumba.

Oswaldo Vera Carvajal ha partido a la eternidad, lo consideramos de esos viejos robles, que brinda fuerza y protección, duro de caer y firme en la naturaleza de la vida.

El dato
Fue Concejal del cantón, ocupó esta dignidad durante cuatro años.
Su familia
Su esposa fue doña Anita Tapia Carrera. Ocho hijos siguen las huellas de este hombre ejemplar: Manuel, Mario, Jorge, Arturo, Rodrigo, Carlos, Agustín y Patricia.