POR: Patricio Velarde Segovia
Documentos para la historia de la cantonización de Santo Domingo de los Colorados
Entre septiembre a diciembre de 1966, se suscitan una serie de hechos que incluyen desde movilizaciones públicas locales y provinciales, incidentes, paros y, hasta un accidente de tránsito que son la antesala de los conflictos generados por la definición de límites entre las provincias de Pichincha y Manabí. El Carmen, un pequeño recinto, es el punto central de las disputas territoriales.
Alrededor de estos acontecimientos, conocidos como “Los Sucesos de El Carmen”, se publica a nivel de la prensa nacional- una diversidad de noticias en las que se destacan remitidos, manifiestos públicos y reportajes que buscan reivindicar la posesión de más de 1.000 km. cuadrados.
A continuamos -y después de 54 años- recogemos un reportaje publicado el domingo 11 de diciembre de 1966 por Diario El Comercio. Se señala que en el Archivo del Municipio de Quito, reposa un documento escrito por el profesor Lizardo Montesinos Peña, quien narra sobre la forma en que funda El Carmen.
Profesor relata cómo se fundó recinto El Carmen
En su narración, Lizardo Montesinos, indica que en el mes de marzo de 1950, se informó por el diario El Comercio que se solicitaba un profesor titulado por un sueldo mensual de 200 sucres para que sirviera de manera particular en la zona de Santo Domingo de los Colorados en el km. 24 de la vía Chone. Tomó contacto con el señor Gabriel Rodríguez, dueño de la hacienda Consumulú, quien había colocado el anuncio, sin embargo solo trabajó hasta agosto de ese año por falta de cumplimiento en el pago.
Algunas personas de la zona le conocían como profesor por 16 años en Portovelo. Menciona a Segundo Romero Azansa, Juan José Castillo, Carlos Castillo Espinoza, Ramón Guevara Méndez, Julio Silva, Ulises Alvarado Patiño, Rosendo Chérrez y otros, quienes le solicitan que fuera al km. 35 de las vía Santo Domingo-Chone [límite provincial entre Manabí y Pichincha] para que educara a sus hijos, ofreciéndole varias ventajas, además de 5 sucres mensuales por cada niño. Muchos de ellos no pudieron pagar debido a sus pocos recursos económicos.
Funcionaba una escuela
Añade, que a su llegada al sitio encontró que funcionaba una escuelita con pocos alumnos en una habitación de 2 metros por 3 metros de propiedad del señor Ángel Barreto Meza, natural de Manabí y dirigida por el señor Arturo Haz.
Como este local era estrecho para dar cabida a 40 alumnos, convocó a una reunión de padres de familia y logran que el señor Segundo Rosero Asanza obsequie un lote de 1.500 metros cuadrados, tomado de su finca. Se construye el local con la contribución de padres de familia y moradores con los materiales que existían, inclusive, cada padre de familia se comprometió a construir los pupitres de palo de balsa para 6 u 8 alumnos.
Hacían gestiones
Montesinos señala que algunos residentes en la zona como Segundo Romero, Ramón Guevara, Julio Silva, Rosendo Chérrez, Ulises Alvarado entre otros, se trasladan periódicamente a Quito para gestionar su nombramiento por 550 sucres como profesor fiscal rural ante el Director Provincial de Pichincha Ciro Maldonado Jarrín. En los primeros días de julio de 1951 fue expedida dicha designación educativa.
Sobre el nombre de El Carmen, puntualiza que junto a él, los moradores del sector resolvieron promover y celebrar la fiesta de la Virgen de El Carmen, el 16 de julio, Patrona de Zaruma, en razón de que la mayoría de pobladores eran oriundos de esa ciudad. Destaca nuevamente a pobladores como Segundo Romero, Julio Silva, Ramón Guevara, Ulises Alvarado, a más de Maura E. Apolo de Montesinos.
Indica, que para celebrar esta fiesta, se realizó un nutrido programa en el cual constaba el bautizo del caserío con el nombre de El Carmen, por resolución unánime de todos los moradores. Para propender a la formación de la naciente población, los señores Ángel Barreto y Rosendo Chérrez cedieron cada uno 10 mil metros cuadrados. El lote que regaló el señor Barreto fue destinado para la construcción de la plaza del caserío y casas de habitación, y el lote regalado por el señor Chérrez fue destinado para la construcción del nuevo local escolar.
El profesor Montesinos en unión del señor Carlos Salazar y otros miembros del Comité de Padres de Familia realizaron la planificación del caserío y luego de destinar un área para fijar la plaza, el resto del terreno se distribuyó en lotes de 200 metros para la construcción de viviendas. Estos lotes fueron vendidos a 25 sucres cada uno.
Señala que Vicente León es el primero en construir su casa y luego Zoila Minda, Martín Rosero y otras personas que compraron los lotes. Mientras que el señor Ángel Barreto, en unión de sus hijos, inician la construcción de la iglesia y luego la obra pasó a manos de Humberto Shune, quien recibió en pago dos lotes esquineros, sin embargo dicho ciudadano, no cumplió, pero no dejó de trabajar por el progreso de la naciente población.
Apoyo de un ministro
Con el aumento de la población escolar, y en compañía del Coronel en retiro, Segundo Guerrero, lograron del Ministro de Educación, Dr. José Ricardo Martínez Cobo, la construcción de un nuevo local. Pese a los problemas en la edificación -por el incumplimiento de unos ciudadanos colombianos en la entrega de materiales que ocasionó retraso en la obra- el Comité de Padres de Familia con el apoyo del ingeniero Aníbal Morejón del Ministerio de Obras Públicas, facilitaron al final su traslado y la terminación de la obra.
Por resolución de los moradores, se le puso el nombre de José Ricardo Martínez Cobo y su inauguración se realiza el 1 de julio de 1952 con la asistencia del Subsecretario de Educación, en representación del ministro y otras autoridades de Quito y Santo Domingo de los Colorados.
