Golpes, presión y muerte

Fallecida. A Virginia se le subió la presión, pero la familia pensaba que se trataba de una muerte violenta. El cuerpo fue ingresado al Centro Forense.

El resultado de la autopsia reveló que no se trató de una muerte violenta, como se pensó al principio.

Virginia Celorio, de 32 años, murió la noche del lunes 9 de agosto en el hospital Gustavo Domínguez de Santo Domingo, casa asistencial a la que fue ingresada después de ser agredida por su pareja y sufrir una descompensación en su salud.

Aproximadamente a las 17:00 la mujer y su cónyuge, identificado como Galo S., mantuvieron una pelea en el interior de una vivienda ubicada en el barrio La Dolorosa, en la parroquia Monterrey.

Las cosas subieron de tono rápidamente hasta que surgieron los golpes. Ella ‘llevó’ la peor parte, a tal punto que estuvo a cerca de quedar inconsciente en el interior de la casa.

Trataron de ayudarla

Los vecinos escucharon los gritos y reaccionaron cuando el hijo de la pareja corrió a la casa de sus abuelos para alertarles sobre lo que estaba sucediendo.

La pareja de Virginia huyó al verla descompensada. A los pocos minutos llegaron varios familiares para llevarla a un médico de la parroquia Monterrey, después al subcentro de La Concordia y finalmente al hospital Gustavo Domínguez, donde confirmaron su deceso.

Foto de Virginia en vida.

Hipótesis

Los familiares sostenían que se trataba de un femicidio, esto por la agresión que se generó entre la pareja. Personal de la Policía Nacional llegó a la casa para aprehender al sospechoso, pero ya no se encontraba en el lugar.

Hoy, martes 10 de agosto, se realizó la autopsia en el Centro Forense de Santo Domingo. El resultado indicó que no se trataba de una muerte violenta.

Dos hijos

Virginia deja una niña de 14 años (primer compromiso) y un varón de 10 años en la orfandad. Se presume que ellos quedarán a cargo de sus abuelos maternos.

La fallecida trabajaba limpiando fibra de abacá. Sus restos son velados en el barrio Unión y Progreso de la parroquia Monterrey, localidad rural en la que será sepultada. (JD/JAR)

El dato:
Cristian Rueda, jefe de la subzona Santo Domingo de los Tsáchilas, también ratificó que no se trata de una muerte violenta.