Durante los apagones, la cadena de frío es esencial para garantizar la inocuidad de los alimentos y prevenir enfermedades estomacales.
Los problemas digestivos en las personas han aumentado desde que iniciaron los apagones. La descongelación de carnes, lácteos y mariscos está provocando enfermedades digestivas.
Según expertos en salud pública, después de dos horas sin cadena de frío, los alimentos perecederos se convierten en un caldo de cultivo para una variedad de microorganismos patógenos.
Ana Zambrano, médico general, comentó que los alimentos que sufren constantes cambios de descongelación pueden contener bacterias como la Salmonella, la E. coli y la Listeria, ya que encuentran en estos productos un ambiente ideal para proliferar.
En su consultorio, atendió alrededor de 30 casos en el mes anterior de personas con problemas intestinales. “Muchos piensan que es porque comieron en exceso, pero en realidad se debe a que están consumiendo alimentos contaminados”.
Puntualizó que los ciudadanos deben estar atentos a cualquier síntoma intestinal para que acudan de manera inmediata a un médico y evitar complicaciones.
EL DATO Si los alimentos tienen un color diferente al habitual o un olor inusual, es preferible desecharlos.
Molestias estomacales
El consumo de estos alimentos contaminados puede causar desde molestias estomacales leves hasta cuadros más graves como gastroenteritis, diarrea y deshidratación, especialmente en niños, adultos mayores y personas con sistemas inmunológicos debilitados.
“La cadena de frío es fundamental para garantizar la inocuidad de los alimentos”, afirmó Lisseth Gutiérrez, nutricionista – dietista, quien sostuvo que, cuando se rompe, los microorganismos que naturalmente están presentes en los alimentos comienzan a multiplicarse a una velocidad exponencial, poniendo en riesgo la salud de quienes los consumen.
Asimismo, señaló que los centros de salud han reportado un aumento en las consultas por enfermedades gastrointestinales, coincidiendo con los periodos de cortes de energía más prolongados. (CT)
¿Qué hacer? Ante esta situación, los médicos indicaron que es fundamental adoptar medidas para minimizar los riesgos, como adquirir alimentos no perecederos en la medida de lo posible y realizar compras más frecuentes de productos frescos. También recomienda utilizar técnicas como el enfriamiento con hielo seco o el almacenamiento en recipientes con agua fría para prolongar la vida útil de los alimentos. Una vez descongelados o refrigerados, deben cocinarse a una temperatura adecuada y consumirse lo antes posible, y desechar los que están en mal estado.