Varios sectores reportan pérdidas durante los tres días de actividades irregulares.
Varios de estos negocios empiezan a estar desabastecidos y hay preocupación de quedarse sin la fuente diaria de ingresos, ya que las paralizaciones en la Sierra cada vez toman más fuerza.
Jorge Chiluisa tiene un puesto de flores en el mercado Municipal. Ayer, miércoles 15 de junio, varias perchas ya estaban vacías y no se sabe cuándo llegarán los camiones de carga.
“El producto viene de Latacunga y Cayambe. No llega la carga, estamos terminado lo que teníamos guardado y es probable que nos suban el precio por la escasez”, expresó el hombre.
Más afectados
“Por el paro hay inconvenientes, la frutilla es uno de los productos que encareció, antes costaba 10 dólares y actualmente 16 cada balde. Se puede decir que ahora ni la plata vale porque no llega nada para comprar”, expresó Luz Chamba.
Elena Guacho también se dedica a la venta de verduras y confirmó que desde el inicio de semana solo vienen productos cosechados en la región Costa, donde el paro no ha sido replicado.
La comerciante detalló que desde el lunes encarecieron varias cosas. Por ejemplo, la cebolla blanca pasó de 1 dólar a 1.75, brócoli 35 a 80 centavos, zanahoria a 50 centavos la libra.
No alcanza
Verónica Luna acostumbraba a invertir 75 centavos en la compra de varios montes, pero ayer gastó 2 dólares y llevó menos cantidad de lo normal. “Los vendedores dicen que la huelga está fuerte y que los transportistas no pueden pasar con los productos”.
Franklin Segura también sintió el incremento a la hora de adquirir los productos de primera necesidad. “El alza de los combustibles y el paro tiene mucho que ver, pero es un reclamo justo por lo que se está viviendo”.
Transportación
En la terminal terrestre de Santo Domingo el movimiento continúa bajo y la media de viajeros no supera los 5.000, cifra muy baja en comparación a un día de actividades normales.
Hay reducción de frecuencias. Ayer, miércoles 15 de junio, el cierre de la vía Alóag – Santo Domingo obligó que los buses se dirijan a Quito por la ruta Nanegalito, pero salían con pocos pasajeros.
Los taxistas que operan en la terminal terrestre y comerciantes del lugar también sintieron el impacto económico. Para los dos sectores bajaron las rentabilidades por carencia de usuarios. (JD)