Leiddy Oviedo Tuqueres
Estudiante de la Escuela
de Comunicación Social de la PUCE-SD
Gerardo recolecta material de reciclaje, acompañado de su mascota Doki. Siempre se levanta con la esperanza de encontrar botellas, cartones o cosas desechables antes de que pase el recolector de basura, con el fin de poder venderlas y ganar dinero para sobrevivir.
Gran cantidad de personas se dedican a esta labor, lo que resulta una competencia para Gerardo. Existen días en los que no encuentra nada para reciclar y no puede generar dinero para alimentarse. En ciertas ocasiones, la situación lo obliga a buscar comida entre la basura.
Se describe como un hombre valiente, sin vicios, entregado al trabajo. Asegura sentirse joven y fuerte para seguir luchando, pese a que tiene 69 años.
Ha vivido alrededor de cinco años en la calle, dependiendo del reciclaje. No tiene familia, sus hijos lo abandonaron cuando empezó a envejecer. Recuerda con tristeza el momento cuando lo dejaron en la puerta de un asilo, estuvo poco tiempo en este lugar. Con lágrimas en los ojos dijo que se sentía preso, por eso se escapó junto con un compañero que falleció poco tiempo después. “Nunca nadie me visitó y hoy tampoco busco a mis hijos”, comentó.
El amor de su vida falleció hace 36 años a causa de cáncer. La vida le cambió desde el momento que Josefina dejó de existir.
Extrema pobreza
En la provincia Santo Domingo de los Tsáchilas alrededor de 1.450 adultos mayores, agrupados en sectores del área urbana y rural, conforman el movimiento cantonal de Adultos Mayores. De los cuales 3.6% vive en situación de calle en extrema pobreza.
En el 2021 el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), inició una nueva modalidad de atención, han sido atendidos 70 adultos mayores.
Pese a ello, la situación no mejora y muchos siguen realizando esta actividad de reciclaje para sobrevivir.
El dato Duerme en distintos lugares, veredas, paradas de buses y parques.