Se busca identificar los focos de inseguridad y verificar que los negocios cercanos a los centros educativos cumplan con los lineamientos establecidos.
Once centros educativos de la provincia Santo Domingo de los Tsáchilas han sido vinculados al proyecto comunitario ‘Unidades educativas seguras y protectoras’.
El objetivo es detectar los conflictos sociales que existen dentro y en los alrededores de estas instituciones, especialmente para evitar que los menores de edad trunquen su futuro.
Las tareas se hacen de manera mancomunada entre la Policía Nacional, Gobernación, Intendencia de Policía, Ministerio de Educación y otras instituciones públicas.
Cronograma
Ayer, martes 20 de agosto, se hizo una intervención en la unidad educativa Hortensia Vásquez para implementar estrategias que permitan mantener el orden en sus alrededores.
Héctor Paucar, miembro de la institución policial, dijo que las principales problemáticas detectadas en el perímetro son los robos y hurtos.
El uniformado detalló que el proyecto contempla varias actividades, que van desde un minuto cívico hasta charlas con personal docente, alumnado y padres de familia.
La caminata participativa es otra alternativa para mantener el orden; consiste en recorrer los alrededores de las unidades educativas para detectar irregularidades que podrían afectar a los alumnos.
Carlos Tapia, comisario segundo del cantón Santo Domingo, explicó que a través de este proyecto se trata de identificar los focos de inseguridad y verificar que los negocios cercanos no incumplan los lineamientos permitidos, como el expendio de bebidas alcohólicas.
Otro de los propósitos es evitar la venta de sustancias sujetas a fiscalización, y no se descarta, posteriormente, vincular a más planteles. (JD)
EL DATO
El 25 de septiembre se evaluarán los resultados de la primera fase de este proyecto.