La policía Yarli Merino falleció tras someterse a una lipoescultura en una clínica privada. El caso avanza en etapa de instrucción fiscal, mientras sus familiares exigen que no quede en la impunidad.
El sábado 26 de abril se cumple una semana del fallecimiento de la policía en servicio activo Yarli Zulay Merino Gómez. Sus familiares piden que el hecho no quede en la impunidad.
Actualmente, el caso se encuentra en etapa de instrucción fiscal. Durante este periodo se realizarán investigaciones y pericias que alimenten el procedimiento judicial, el cual se inició bajo la figura de homicidio culposo por mala práctica profesional.
Entre las últimas novedades también consta la clausura de la clínica donde fue intervenida quirúrgicamente la uniformada, medida que fue ejecutada el miércoles 23 de abril por la Acess.
Por su parte, los familiares y amigos de la fallecida continúan con medidas de resistencia para pedir que no se otorgue la libertad a quienes permanecen en prisión preventiva por este caso.
Antecedente
Aproximadamente, a las 18:00 del sábado 19 de abril, Yarli Merino entró al quirófano para practicarse una lipoescultura. Horas después presentó complicaciones en su salud.
La joven, de 21 años, fue derivada de la clínica particular al hospital Gustavo Domínguez, pero en la madrugada los médicos confirmaron su deceso.
Agentes de la Policía Nacional aprehendieron a la cirujana Joy S., quien, junto con el instrumentista, permanecen en prisión, mientras que el anestesiólogo tiene arresto domiciliario en Guayaquil y la enfermera se defiende en libertad. (JD)