Entre los aprehendidos hay tres militares en servicio activo. Hubo 12 allanamientos.
El narcotráfico internacional reclutó a varios uniformados de las Fuerzas Armadas del Ecuador. Así lo demuestra el resultado del operativo Larwi II, que se desarrolló la madrugada de hoy, jueves 18 de noviembre en diferentes provincias del país.
Luego de varios meses de investigación se desarticuló a una organización delictiva. Estas personas dotaban de armamento y explosivos a grupos disidentes que operan en la zona fronteriza de Colombia.
Según las investigaciones, la actividad se realizaba a través de la modalidad trueque. Es decir, los ecuatorianos entregaban el material bélico y como pago recibían grandes cantidades de sustancias sujetas a fiscalización.
Uniformados
Jaime Navarrete, delegado del Comando Conjunto en Santo Domingo de los Tsáchilas, informó que entre los involucrados existen tres militares en servicio activo.
Lamentó que la institución se vea manchada por las mafias del narcotráfico y de la guerrilla. Sin embargo, aclaró que se brindarán todas las facilidades en el proceso investigativo para que se sancione al personal de conducta incorrecta.
Más detalles
El operativo se desarrolló en: Santo Domingo de los Tsáchilas, Carchi, Pichincha, Manabí, Loja y Esmeraldas. Hubo 12 allanamientos, en los cuales se aprehendió a 10 involucrados.
Santo Domingo era el punto de acopio y distribución. En esta jurisdicción se neutralizaron a seis de los sospechosos y también se retuvo a dos vehículos.
El armamento entregado a los grupos disidentes pertenecía al Ejército Ecuatoriano. Navarrete informó que las armas y artículos explosivos eran robados desde uno de los depósitos de material bélico que tiene la institución, “es un armamento que salió de uno de los refugios en los que guardamos el material bélico”.
Estrategia
Cada uno de los integrantes tenía una función determinada en esta organización, que aparentemente era liderada por Ángel L. Existían tres proveedores, dos transportistas, un distribuidor, un receptor en el centro de acopio y un colaborador.
Jaime Salazar, jefe de la Subzona Santo Domingo de los Tsáchilas, dijo que han dado un fuerte golpe a una estructura criminal que operaba en Ecuador.
“Intercambiaban el material bélico con los grupos disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Las sustancias eran destinadas al tráfico de consumo interno y enviadas a diferentes países del continente europeo”. (JD)
Involucrados
Las identidades de los aprehendidos son: Ángel L., Franklin C., Manuel C., Iván L., Danny O., Miriam E., José L., Kléber I., Blanca C., y Hugo F. Varios de los involucrados registran antecedentes penales.
Otros trabajos
Durante las investigaciones se desarrollaron varias intervenciones en flagrancia. Una de ellas fue el 21 de julio de 2012, cuando encontraron 119 granadas de mano y 8 proyectiles de mortero en un vehículo que se movilizaba por La Concordia.