Hay padres de familia que optan por evitar que sus hijos consuman el desayuno, otros creen que sí les ayuda en su alimentación.
En la provincia Santo Domingo de los Tsáchilas el Ministerio de Educación entrega 102.153 desayunos escolares a infantes de 327 unidades educativas de los cantones Santo Domingo y La Concordia.
El kits está compuesto por 18 líquidos y 14 sólidos: leche de sabores y entera, jugo de frutas, bebida de cereales, bocaditos de sal, granola, barra de cereales y masa horneada, cuya fecha de caducidad es de un año.
Silvia Castillo, analista de Nutrición del distrito de Salud, indicó que los productos que vienen son nutritivos. Explicó que la leche y la barra de cereal, son proteínas que le da energía y le ayuda al niño a mantenerse activo en su jornada de clases.
Mientras que Helen Tamayo, vicepresidenta de la asociación de Nutricionistas del Ecuador, analizó el aporte nutricional de los jugos, leches, galletas y barras de cereales que se les entrega a los menores y destacó que contienen elevadas cantidades de azúcares y poca fibra.
Daniela Saquincela, endocrinóloga pediátrica, especifica que es necesario que los estudiantes no consuman alimentos procesados y altos en azúcar.
Desconfianza
María Fernanda García, tiene a sus dos hijos menores en instituciones fiscales, detalló que no consumen todo el producto, ya que el sabor no les agrada. No comen las granolas y cereales que vienen en fundas pequeñas, pero las leches de sabores y entera, así como las galletas sí las disfrutan.
Jofre Hernández, recibe los productos para sus dos hijos y un sobrino, mencionó que no confía en que sean nutritivos, por lo que opta por regalarlos a personas que sí los consumen.
Manifestó que un año se habló mucho de la fecha de expiración, “incluso se decía que les hacía daño a los niños, por eso mejor evito dárselos”, señaló.
Hay padres que creen que la iniciativa del gobierno es buena y que los alimentos sí complementan la nutrición de sus hijos.
Desde el Ministerio de Educación se especificó que los alimentos cumplen con normas de etiquetado, fechas de elaboración y caducidad, número de lote, semáforo de salud, componentes nutricionales y aporte calórico.
Las fechas de caducidad varían según el producto, por ejemplo, pero tienen un tope de un año. (IJ)
Beneficiados
Según se indicó en la zona rural reciben estudiantes de iniciales hasta bachillerato. En la urbana, inicial y décimo año de básica. Los productos son retirados por los padres de familias tres veces al año, por la situación actual que se vive por la pandemia y las clases son virtuales.