Quienes impulsan el turismo nocturno se sienten afectados, porque siempre les toca cerrar sus locales.
Los casos positivos de Covid-19 van en aumento diariamente en la provincia Santo Domingo de los Tsáchilas, hasta ayer sumaban 8.770, situación que ha puesto a las autoridades de los dos cantones: La Concordia y Santo Domingo a buscar estrategias para mitigar el virus.
Las autoridades mencionan que hacen controles exhaustivos para que la ciudadanía acate las resoluciones emitidas por los COE cantonales. En los dos cantones se encuentra vigente la prohibición de venta y consumo de bebidas alcohólicas, por 30 días, motivo por lo que los bares y centros de diversión nocturna están cerrados.
Los representantes de estos sectores se sienten afectados, porque dicen que son siempre los que tienen que cerrar sus puertas. Aducen que durante este año de pandemia, son pocos los meses que han podido laborar.
Sin Ley que los ampare
Para María Fernanda Gallo, presidenta de la Asociación de Discotecas, Karaokes y Bares (Asodiskab), esta actividad se encuentra inestable, porque el Gobierno nacional no les resuelve nada. Indicó que no tienen una Ley que les ampare, pese a la crítica situación por la que atraviesan. “Dejamos de trabajar siete meses a inicio de pandemia, luego en diciembre 15 días más; y, ahora volvemos a cerrar”.
Para este sector la resolución del COE cantonal fue drástica, aseguran que no hubo socialización y creen que deberían de crear una ordenanza, en donde las autoridades puedan ingresar a las viviendas y lugares donde se efectúan las fiestas clandestinas, actividades que en los últimos meses han ido tomando fuerza, sin que se puedan controlar, porque no existe sanción para quienes las organizan.
Wilson Rumiguano, Intendente de Policía, mencionó que hasta que no exista la ordenanza Municipal no pueden sancionar a quienes realizan este tipo de eventos, pero sí pueden proceder para que el sitio sea desalojado, como se lo ha venido haciendo en los últimos meses. (LZ)