La exposición prolongada al ruido puede afectar de distintas formas a la salud.
El ruido de parlantes, vehículos e incluso de construcciones molesta a los transeúntes y moradores de varios sectores de la ciudad.
Las avenidas Quito, 29 de Mayo, 3 de Julio y los fines de semana en la Zona Rosa, son algunos puntos que se han identificado como de mayor contaminación auditiva.
Flor Martínez tiene una farmacia en la avenida 29 de Mayo, afirma que el ruido de los vehículos y el de la música de los locales, en ocasiones es tan fuerte, que no le permite escuchar a las personas que le preguntan por una medicina. “Con el cubrebocas ya es difícil comprender lo que las personas dicen. Ahora con tanto ruido se vuelve aún más complicado”, expuso.
Según la Comisaría Ambiental del Gobierno Provincial de Santo Domingo de los Tsáchilas, durante el día está permitido hasta 60 decibeles en locales o residencias. Mientras que en la noche es de 50.
Denuncia
En enero de 2022, se recibió la primera denuncia del año por contaminación auditiva en un centro de diversión. En ese lugar se hicieron pruebas para determinar el ruido que hay y si sobrepasa la normativa.
Los resultados deberán ser entregados en las próximas semanas.
Las multas por contaminar el ambiente con ruidos excesivos varían de acuerdo a la gravedad de la infracción y los ingresos económicos del establecimiento. Estas pueden ser desde 10 salarios básicos unificados a 100. Es decir, entre 4.425 hasta 42.500 dólares.
Estas multas no exceptúan al vehículo recolector de basura o a los que abastecen el gas, quienes no podrán exceder los 50 decibeles. (MVE)
El dato
En los establecimientos comerciales, el sonido de los parlantes no debe exceder los 60 decibeles durante el día.