En Santo Domingo existen alrededor de 5.000 porcicultores registrados en el Ministerio de Agricultura y Ganadería, (MAG), de estos la mayoría tienen problemas con las descargas de los desechos. Desde el Gobierno Provincial se plantea un proyecto de iniciativa de acción climática.
Verónica Narváez, directora de Gestión Ambiental del Gobierno Provincial, manifestó que el proyecto está basado en una innovación de metodología de crianza de cerdos en cama profunda. Explicó que disminuye el uso de agua, reduce la contaminación de los recursos hídricos y suelo, y se aprovecha el residuo como abono orgánico.
“Vamos a estar con el primer prototipo de cama profunda en la vía Puerto Limón, el martes 12 de octubre, para poder promocionar esta metodología, aunque ya lo hemos hecho en las 10 parroquias rurales”, añadió.
Estas camas, ha decir de la funcionaria quedarían muy bien para los porcicultores, siendo como objetivo meta, ya que Santo Domingo de los Tsáchilas es la primera provincia productora de carne de cerdo del país.
Se buscará financiamiento para poder realizar de manera más amplia el proyecto.
Expectativa
Uriel Mendoza, posee entre 20 a 30 cerdos, limpia diariamente los corrales, los residuos los coloca en una fosa de oxidación, pero la falta de recursos no le permite ampliarla y contar con un manejo adecuado.
Luis Guambo, técnico del MAG, indicó que pocos tienen al menos un pozo séptico para la evacuación de los residuos. El ministerio les capacita en la elaboración de abonos orgánicos en base a los desechos porcinos (porquinaza).
“Se les ofrece alternativas para el manejo y a la vez aprovechamiento de estos residuos, porque no todos se motivan para el cambio”, señaló.
Además, dijo que son pocos productores que se inclinan por producir cerdos en cama profunda, que está hecha de cascarilla de arroz, esto es una alternativa para evitar el impacto ambiental. (IJ)
El dato
Los sectores de mayor producción están en la zona rural, cuyos desechos en muchos de los casos van a parar a los ríos.
Situación
Las autoridades llegan a los porcicultores mediante denuncias de la comunidad por la contaminación ambiental, que también la causan empresas grandes desde hace varios años sin que se haya podido parar esta situación.