La víctima, ayer, en horas de la mañana cambió sus enseres a la que iba a ser su nueva vivienda.
Unas manos asesinas impidieron que Wilmer Geovanny Basurto Parrales, de 48 años, pasara su primera noche en la casa a la que se acababa de mudar.
El ahora occiso recibió un impacto de bala en el pecho. Antes del ataque armado, estaba en una vereda de las calles Paraguay y Argentina, en la cooperativa de vivienda Las Palmas.
Eran aproximadamente las 20:30 del último lunes cuando Wilmer conversaba con el padre de su nieta y una mujer en los exteriores del predio. De repente llegaron dos sujetos en motocicleta, quienes los apuntaron con un arma de fuego para robarles.
La adrenalina o el susto provocó que la víctima se levante y en esos momentos uno de los delincuentes le disparó. Lo trasladaron al hospital Gustavo Domínguez, pero los médicos comprobaron que ya no tenía signos vitales.
Era comerciante
Wilmer vendía ropa para ganarse el sustento diario. Años atrás tenía un local en el centro de Santo Domingo y también puestos en una de las ferias mayoristas.
La pandemia lo ‘obligó’ a improvisar nuevas estrategias de marketing. Actualmente ofertaba su mercadería a través de redes sociales e incluso hacía envíos a otras provincias del país.
Wilmer también se hacía negocios de mobiliaria. Desde hace algún tiempo construía casas para venderlas, metodología que le permitía ganarse un dinero extra para sustentar a su familia.
Dolor
Carlos Basurto, hijo mayor del occiso, dijo Wilmer salió a recoger a su nieta y se quedó un instante conversando en la vereda. “No sabíamos que el barrio era tan peligroso. En horas de la mañana y tarde cambió sus cosas del Sueño de Bolívar a Las Palmas”. (JD)