Handke, literatura del fracaso

OBRA. El libro de 124 páginas fue publicado por primera vez en 1970.
OBRA. El libro de 124 páginas fue publicado por primera vez en 1970.
OBRA. El libro de 124 páginas fue publicado por primera vez en 1970.
OBRA. El libro de 124 páginas fue publicado por primera vez en 1970.
OBRA. El libro de 124 páginas fue publicado por primera vez en 1970.
OBRA. El libro de 124 páginas fue publicado por primera vez en 1970.
OBRA. El libro de 124 páginas fue publicado por primera vez en 1970.
OBRA. El libro de 124 páginas fue publicado por primera vez en 1970.

Por Oswaldo Paz y Miño

‘El miedo del portero al penalty’, del escritor austriaco Peter Handke, Premio Nobel de literatura 2019, es la novela escogida para este domingo. Con una de las obras mayores del citado escritor, cerramos el año.

Deliciosa ha sido la coincidencia del precioso título del tomo que presento con lo que acaba de suceder hace ocho días, en la final del torneo nacional de fútbol LigaPro, que enfrentó al Delfín Sporting Club con la Liga Deportiva Universitaria de Quito.

Los títulos alcanzados por los equipos nutren su historia. Hay varios en el país que han logrado muchos, por lo cual hinchas y dirigentes de tales cuadros con frecuencia le recuerdan a la comunidad de sus copas y reinados, lo que es justo.

Lo que no parece objetivo es que, cuando un equipo deja a la vera del camino a otro en la obtención de un campeonato, se califique a los títulos como efímeros.

Lectura compleja
‘El miedo del portero al penalty’ es un reto para el lector. La literatura del escritor austriaco requiere de lectores experimentados, con oficio.

No es una trama futbolera, para nada. Es una novela de contenidos existenciales y laberíntica. Compleja. El autor es así. Su literatura no se puede llevar con despistes, el riesgo es alto, se puede perder el juego.

El protagonista de la novela, Josef Bloch, es un goleador retirado de un equipo de fútbol, quien de pronto se ve en la calle, sin trabajo. De la algarabía de un estadio, el lector pasará a compartir con Bloch trances de angustiosa soledad, depresiones brutales, y resbalones hacia los abismos de la vida.

Del fútbol a la mecánica, y luego a vagabundear; bares y cines, calles y gentes extrañas hacen la rutina de una novela igual de rara como lo son los porteros entre los jugadores de un equipo. En ellos, la responsabilidad de un fallo puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso. De ahí ‘El miedo del portero al penalty’.

“El portero está pensando hacia qué esquina va a lanzar el otro el balón -dijo Bloch-. Si conoce al jugador, sabrá cuál es la esquina que elige normalmente. Pero, generalmente, el jugador que lanza el penalti cuenta también con que el portero está haciendo esta o aquellas conjeturas”. (Pág. 138)

La memoria consuela a medias al portero sin arco, al mecánico sin taller. Es un ex en todo, sin oficio ni beneficio, un patiperro que muerde la calle, que dialoga confusamente, que marca distancias, que disfruta de ser paria. Recicla su desdicha, contagia con ella, es cruel consigo mismo. El lector termina no queriéndose. Hastiado y confuso. Es la huella del palabrista, su estilo. Así escribe Peter Handke, lo cual no es raro en los autores de culto.

[email protected]

FRASE

Su literatura no se puede llevar con despistes, el riesgo es alto, se puede perder el juego”. Oswaldo Paz y Miño.

Por Oswaldo Paz y Miño

‘El miedo del portero al penalty’, del escritor austriaco Peter Handke, Premio Nobel de literatura 2019, es la novela escogida para este domingo. Con una de las obras mayores del citado escritor, cerramos el año.

Deliciosa ha sido la coincidencia del precioso título del tomo que presento con lo que acaba de suceder hace ocho días, en la final del torneo nacional de fútbol LigaPro, que enfrentó al Delfín Sporting Club con la Liga Deportiva Universitaria de Quito.

Los títulos alcanzados por los equipos nutren su historia. Hay varios en el país que han logrado muchos, por lo cual hinchas y dirigentes de tales cuadros con frecuencia le recuerdan a la comunidad de sus copas y reinados, lo que es justo.

Lo que no parece objetivo es que, cuando un equipo deja a la vera del camino a otro en la obtención de un campeonato, se califique a los títulos como efímeros.

Lectura compleja
‘El miedo del portero al penalty’ es un reto para el lector. La literatura del escritor austriaco requiere de lectores experimentados, con oficio.

No es una trama futbolera, para nada. Es una novela de contenidos existenciales y laberíntica. Compleja. El autor es así. Su literatura no se puede llevar con despistes, el riesgo es alto, se puede perder el juego.

El protagonista de la novela, Josef Bloch, es un goleador retirado de un equipo de fútbol, quien de pronto se ve en la calle, sin trabajo. De la algarabía de un estadio, el lector pasará a compartir con Bloch trances de angustiosa soledad, depresiones brutales, y resbalones hacia los abismos de la vida.

Del fútbol a la mecánica, y luego a vagabundear; bares y cines, calles y gentes extrañas hacen la rutina de una novela igual de rara como lo son los porteros entre los jugadores de un equipo. En ellos, la responsabilidad de un fallo puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso. De ahí ‘El miedo del portero al penalty’.

“El portero está pensando hacia qué esquina va a lanzar el otro el balón -dijo Bloch-. Si conoce al jugador, sabrá cuál es la esquina que elige normalmente. Pero, generalmente, el jugador que lanza el penalti cuenta también con que el portero está haciendo esta o aquellas conjeturas”. (Pág. 138)

La memoria consuela a medias al portero sin arco, al mecánico sin taller. Es un ex en todo, sin oficio ni beneficio, un patiperro que muerde la calle, que dialoga confusamente, que marca distancias, que disfruta de ser paria. Recicla su desdicha, contagia con ella, es cruel consigo mismo. El lector termina no queriéndose. Hastiado y confuso. Es la huella del palabrista, su estilo. Así escribe Peter Handke, lo cual no es raro en los autores de culto.

[email protected]

FRASE

Su literatura no se puede llevar con despistes, el riesgo es alto, se puede perder el juego”. Oswaldo Paz y Miño.

Por Oswaldo Paz y Miño

‘El miedo del portero al penalty’, del escritor austriaco Peter Handke, Premio Nobel de literatura 2019, es la novela escogida para este domingo. Con una de las obras mayores del citado escritor, cerramos el año.

Deliciosa ha sido la coincidencia del precioso título del tomo que presento con lo que acaba de suceder hace ocho días, en la final del torneo nacional de fútbol LigaPro, que enfrentó al Delfín Sporting Club con la Liga Deportiva Universitaria de Quito.

Los títulos alcanzados por los equipos nutren su historia. Hay varios en el país que han logrado muchos, por lo cual hinchas y dirigentes de tales cuadros con frecuencia le recuerdan a la comunidad de sus copas y reinados, lo que es justo.

Lo que no parece objetivo es que, cuando un equipo deja a la vera del camino a otro en la obtención de un campeonato, se califique a los títulos como efímeros.

Lectura compleja
‘El miedo del portero al penalty’ es un reto para el lector. La literatura del escritor austriaco requiere de lectores experimentados, con oficio.

No es una trama futbolera, para nada. Es una novela de contenidos existenciales y laberíntica. Compleja. El autor es así. Su literatura no se puede llevar con despistes, el riesgo es alto, se puede perder el juego.

El protagonista de la novela, Josef Bloch, es un goleador retirado de un equipo de fútbol, quien de pronto se ve en la calle, sin trabajo. De la algarabía de un estadio, el lector pasará a compartir con Bloch trances de angustiosa soledad, depresiones brutales, y resbalones hacia los abismos de la vida.

Del fútbol a la mecánica, y luego a vagabundear; bares y cines, calles y gentes extrañas hacen la rutina de una novela igual de rara como lo son los porteros entre los jugadores de un equipo. En ellos, la responsabilidad de un fallo puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso. De ahí ‘El miedo del portero al penalty’.

“El portero está pensando hacia qué esquina va a lanzar el otro el balón -dijo Bloch-. Si conoce al jugador, sabrá cuál es la esquina que elige normalmente. Pero, generalmente, el jugador que lanza el penalti cuenta también con que el portero está haciendo esta o aquellas conjeturas”. (Pág. 138)

La memoria consuela a medias al portero sin arco, al mecánico sin taller. Es un ex en todo, sin oficio ni beneficio, un patiperro que muerde la calle, que dialoga confusamente, que marca distancias, que disfruta de ser paria. Recicla su desdicha, contagia con ella, es cruel consigo mismo. El lector termina no queriéndose. Hastiado y confuso. Es la huella del palabrista, su estilo. Así escribe Peter Handke, lo cual no es raro en los autores de culto.

[email protected]

FRASE

Su literatura no se puede llevar con despistes, el riesgo es alto, se puede perder el juego”. Oswaldo Paz y Miño.

Por Oswaldo Paz y Miño

‘El miedo del portero al penalty’, del escritor austriaco Peter Handke, Premio Nobel de literatura 2019, es la novela escogida para este domingo. Con una de las obras mayores del citado escritor, cerramos el año.

Deliciosa ha sido la coincidencia del precioso título del tomo que presento con lo que acaba de suceder hace ocho días, en la final del torneo nacional de fútbol LigaPro, que enfrentó al Delfín Sporting Club con la Liga Deportiva Universitaria de Quito.

Los títulos alcanzados por los equipos nutren su historia. Hay varios en el país que han logrado muchos, por lo cual hinchas y dirigentes de tales cuadros con frecuencia le recuerdan a la comunidad de sus copas y reinados, lo que es justo.

Lo que no parece objetivo es que, cuando un equipo deja a la vera del camino a otro en la obtención de un campeonato, se califique a los títulos como efímeros.

Lectura compleja
‘El miedo del portero al penalty’ es un reto para el lector. La literatura del escritor austriaco requiere de lectores experimentados, con oficio.

No es una trama futbolera, para nada. Es una novela de contenidos existenciales y laberíntica. Compleja. El autor es así. Su literatura no se puede llevar con despistes, el riesgo es alto, se puede perder el juego.

El protagonista de la novela, Josef Bloch, es un goleador retirado de un equipo de fútbol, quien de pronto se ve en la calle, sin trabajo. De la algarabía de un estadio, el lector pasará a compartir con Bloch trances de angustiosa soledad, depresiones brutales, y resbalones hacia los abismos de la vida.

Del fútbol a la mecánica, y luego a vagabundear; bares y cines, calles y gentes extrañas hacen la rutina de una novela igual de rara como lo son los porteros entre los jugadores de un equipo. En ellos, la responsabilidad de un fallo puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso. De ahí ‘El miedo del portero al penalty’.

“El portero está pensando hacia qué esquina va a lanzar el otro el balón -dijo Bloch-. Si conoce al jugador, sabrá cuál es la esquina que elige normalmente. Pero, generalmente, el jugador que lanza el penalti cuenta también con que el portero está haciendo esta o aquellas conjeturas”. (Pág. 138)

La memoria consuela a medias al portero sin arco, al mecánico sin taller. Es un ex en todo, sin oficio ni beneficio, un patiperro que muerde la calle, que dialoga confusamente, que marca distancias, que disfruta de ser paria. Recicla su desdicha, contagia con ella, es cruel consigo mismo. El lector termina no queriéndose. Hastiado y confuso. Es la huella del palabrista, su estilo. Así escribe Peter Handke, lo cual no es raro en los autores de culto.

[email protected]

FRASE

Su literatura no se puede llevar con despistes, el riesgo es alto, se puede perder el juego”. Oswaldo Paz y Miño.

OBRA. El libro de 124 páginas fue publicado por primera vez en 1970.
OBRA. El libro de 124 páginas fue publicado por primera vez en 1970.
OBRA. El libro de 124 páginas fue publicado por primera vez en 1970.
OBRA. El libro de 124 páginas fue publicado por primera vez en 1970.
OBRA. El libro de 124 páginas fue publicado por primera vez en 1970.
OBRA. El libro de 124 páginas fue publicado por primera vez en 1970.
OBRA. El libro de 124 páginas fue publicado por primera vez en 1970.
OBRA. El libro de 124 páginas fue publicado por primera vez en 1970.

Peter Handke (Griffen, 1942)
° Escritor austríaco. Premio Nobel de Literatura en 2019, es autor de teatro, novela, poesía y ensayo. También es guionista y director de cine. Su producción, extensa y variada, gira en torno a la soledad y la incomunicación del hombre. El minimalismo de los diálogos, la dificultad para tomar decisiones cuando todo puede resultar un paso en falso, constituyen rasgos característicos de la escritura de Handke. Se declara heredero de Goethe, Kafka y Stifter. A su obra se la considera representativa del estilo de la Nueva Subjetividad. En 1973 recibió el premio Georg Büchner; en 1976, el premio Kafka y en 2006 le fue concedido el Premio Heine, que él rechazó. (Casa del Libro)

Peter Handke (Griffen, 1942)
° Escritor austríaco. Premio Nobel de Literatura en 2019, es autor de teatro, novela, poesía y ensayo. También es guionista y director de cine. Su producción, extensa y variada, gira en torno a la soledad y la incomunicación del hombre. El minimalismo de los diálogos, la dificultad para tomar decisiones cuando todo puede resultar un paso en falso, constituyen rasgos característicos de la escritura de Handke. Se declara heredero de Goethe, Kafka y Stifter. A su obra se la considera representativa del estilo de la Nueva Subjetividad. En 1973 recibió el premio Georg Büchner; en 1976, el premio Kafka y en 2006 le fue concedido el Premio Heine, que él rechazó. (Casa del Libro)

Peter Handke (Griffen, 1942)
° Escritor austríaco. Premio Nobel de Literatura en 2019, es autor de teatro, novela, poesía y ensayo. También es guionista y director de cine. Su producción, extensa y variada, gira en torno a la soledad y la incomunicación del hombre. El minimalismo de los diálogos, la dificultad para tomar decisiones cuando todo puede resultar un paso en falso, constituyen rasgos característicos de la escritura de Handke. Se declara heredero de Goethe, Kafka y Stifter. A su obra se la considera representativa del estilo de la Nueva Subjetividad. En 1973 recibió el premio Georg Büchner; en 1976, el premio Kafka y en 2006 le fue concedido el Premio Heine, que él rechazó. (Casa del Libro)

Peter Handke (Griffen, 1942)
° Escritor austríaco. Premio Nobel de Literatura en 2019, es autor de teatro, novela, poesía y ensayo. También es guionista y director de cine. Su producción, extensa y variada, gira en torno a la soledad y la incomunicación del hombre. El minimalismo de los diálogos, la dificultad para tomar decisiones cuando todo puede resultar un paso en falso, constituyen rasgos característicos de la escritura de Handke. Se declara heredero de Goethe, Kafka y Stifter. A su obra se la considera representativa del estilo de la Nueva Subjetividad. En 1973 recibió el premio Georg Büchner; en 1976, el premio Kafka y en 2006 le fue concedido el Premio Heine, que él rechazó. (Casa del Libro)