‘El teatro me permite ser libre’

Actriz. Dirige el Teatro Patio de Comedias y La Creperola.
Actriz. Dirige el Teatro Patio de Comedias y La Creperola.

Maytté Gavilanes Martínez

Una risa sonora anuncia la llegada de Juana Guarderas. Su presencia no pasa inadvertida: sus vivaces y grandes ojos verdes desbordan energía y revelan el ímpetu de su espíritu.

Con soltura, y entre bromas, la actriz se apodera del espacio. Súbitamente el ambiente se impregna de algarabía, cuando con picardía comenta acerca de su carrera: sus palabras están atestadas de pasión y amor por el teatro.

Con 53 años, vividos a plenitud, Juanita ha forjado un nombre en los escenarios que la consagran como una de las grandes artistas escénicas en Ecuador.

-¿Cómo inicia tu carrera actoral?

-Empecé muy temprano en el teatro, como a los 14 años cuando estaba en el colegio. Con un grupo de compañeras habíamos decidido crear el Club de Teatro. Entre recreo y recreo montamos un par de obras. Amábamos esta iniciativa y ensayábamos encima de una cisterna. El teatro llegó a mi vida por ósmosis, el teatro me entró por la piel. En mi familia se profesaba un afecto inmenso por las artes, la danza, el teatro, la literatura. El entorno en el que viví era diferente, era un cotidiano rico en cultura, historia, danza, en artes escénicas. Y como dice el refrán: “Lo que se hereda no se hurta”. A ese ambiente de artes y cultura, se sumaba la presencia de mis padres, que eran actores, también. Mi padre, Raúl Guarderas, era un actor nato, un ser histriónico, uno de los pioneros del teatro en el país; y mi madre, María del Carmen Albuja, escritora, poetiza, pedagoga, hicieron que mi adolescencia sea muy rica y vinculada a las artes. Cuando tenía 16 años, se fundó el Teatro Patio de Comedias, eso fue en 1980, y a los 17 años debuté en el escenario con una obra infantil titulada ‘La Lección de la Luna’, dirigida por Carlos Izurieta. En esa ocasión compartí el escenario con mi padre y con otros actores como Carlos Chiriboga, María Beatriz Vergara, Martha Silva, Fernando Freile, entre otros. Esa experiencia fue decidora, a partir de ese momento sentí que el teatro me había poseído. Sabía que esta decisión requería de mucho esfuerzo y a pesar de ello estuve dispuesta a correr el riesgo.

-¿Qué es el teatro para ti?

-El teatro es mi vida, mi mundo, un regalo en mi zenda –dice con júbilo-. Es un privilegio porque puedo hacer lo que amo. Me considero una suertuda porque con el teatro me expreso: en las tablas soy yo misma. El teatro es una opción de vida distinta, es permitirme ser libre y crear. Cuando opté por las tablas sabía que tomaba otra alternativa de vida, que no necesariamente era la que la sociedad impone. Estaba segura que el teatro es y ha sido esa posibilidad de no traicionarme y construirme como un ser humano íntegro, con otra mirada del mundo. Para mí, el teatro ha sido ese camino que me ha transformado en una persona inmensamente feliz. Como actriz me reconozco como alguien muy afortunada, una millonaria porque el arte me da la fortuna de hacer lo que amo, de expresar lo que creo con total libertad y compromiso.

Más de tres décadas

Con 36 años de trabajo escénico, Juanita ha transitado por una infinidad de personajes, que van desde la comedia hasta el drama. La versatilidad, el humor y el compromiso son cualidades que califican su oficio. En las tablas entrega su corazón. Con ella la cuarta pared no existe y el público se emociona yendo desde la risa hasta el llanto.

Ella ha actuado en varias obras como: ‘Seda y Cicuta’, ‘Diario íntimo de una adolescente’, ‘Esperando al Coyote’, ‘Monólogos de la vagina’, ‘La Marujita se ha muerto con leucemia’, ‘El eterno femenino’, ‘El pecado del éxito’, ‘Lady Macbeth’, ‘La Venadita’, ‘La Tránsito Smith ha sido secuestrada’, ‘No quiero morir virgen’, ‘La casa de Bernarda Alba’, entre otras.

Para la actriz, cada una de ellas han significado un aprendizaje y un reto escénico. Algunas obras han sido más complejas, otras un legado, como el caso de ‘La Venadita’ cuyo montaje le implicó un acercamiento a la tierra, a las raíces, a lo sagrado, a la misión que cada persona tiene en su existencia.

La Marujita y su encanto

¿Sabía usted que ‘La Marujita se ha muerto con leucemia’ es la obra teatral que más veces se ha presentado en el país? Pues lo es con sus más de 1.800 funciones: todo un record en la historia del teatro ecuatoriano.

“Quiteño que se respeta”, ha ido a divertirse con ‘La Marujita se ha muerto con leucemia’, una pieza única, maravillosa, un juguete escénico que ha consagrado en el escenario no solo a Juana Guarderas, sino a Martha Ormaza y Elena Torres: ‘Las Marujas’, como el público las bautizó.

La obra fue escrita por Luis Miguel Campos y se estrenó en 1990, y es una radiografía humorística de Ecuador que aborda el regionalismo y permite al espectador reconocerse y reírse de sí mismo.

Y entre presentación y presentación, ‘La Marujita’ ha adquirido vida propia porque se ha reescrito muchas veces y ha generado una serie de dramaturgias y adaptaciones para abordar todo tipo de temas.

Un patio muy particular

Es imposible recorrer la trayectoria de Juana Guarderas sin hablar del Teatro Patio de Comedias, un proyecto escénico que tiene 38 años de vida continua.

El Patio fue un espacio concebido por sus padres como un nido para el florecimiento de las artes escénicas. Desde hace algunos años, la actriz ha tomado la posta de este desafío que se alimenta de la creatividad, de su público y la autogestión.

Desde su apertura, se ha constituido como la primera sala de teatro independiente del país y que mantiene un repertorio continuo al albergar espectáculos de música, pantomima, danza, títeres, clown… tanto para artistas nacionales como extranjeros.

En la actualidad, el elenco de El Patio es mayoritariamente femenino y esa condición le ha permitido aportar desde el escenario a la construcción de un discurso cuestionador, reflexivo y comprometido con la equidad, un tema que se vive dentro y fuera de las tablas.

[email protected]

Presentación

° Este primero de marzo, a las 19:30, el Teatro Beethoven del Colegio Alemán Quito acoge a la obra ‘Las Marujas entre memorias y efemérides’, con la actuación de Juana Guarderas y Elena Torres. El ingreso tiene un costo de $5. Mayor información: (02) 3560135.

TOME NOTA

El Patio de Comedias está en la 18 de Septiembre, entre 9 de Octubre y Av. Amazonas, en Quito.

FRASE

«En las tablas soy yo misma”.

Actriz. Dirige el Teatro Patio de Comedias y La Creperola.
Actriz. Dirige el Teatro Patio de Comedias y La Creperola.