Inspiración

Ariana Miñaca Toro

Cuando te das la oportunidad de escuchar a muchas mujeres que inspiran a ser mejor, cada una con experiencias que te dan una lección de vida, un ejemplo a seguir, son una motivación, tanto como mujer, emprendedora, política, profesional, etc. Se sabe que hay historias de hombres así, pero en las mujeres, en la mayoría, se necesita un gran esfuerzo para que esto suceda porque en su camino existen más obstáculos.

Muchas personas han encontrado su propósito en la vida, una forma de expresarlo y desde esa perspectiva, se han replanteado un estilo de vida amable y solidario. No solo para ellos, sino para su entorno.

Francisca lo llama a su manera: impacto social positivo, cuando asume cada proyecto o empresa de México o Ecuador. Alba habla sobre la construcción de identidad, mostrando la productividad y generosidad de la Amazonía, y cómo las mujeres protegen la tierra y la naturaleza. Elisabeth lo define como lo importante es sanar a los demás.

Fue una aventura y una oportunidad para Estefanía al comenzar a desarrollar productos tecnológicos para el país y Latinoamérica. Verónica les brinda inclusión financiera, especialmente en las zonas rurales de Ecuador, ahora lo hace desde Bolivia.

Hay miles de nombres de mujeres en los negocios. Las últimas cifras del INEC muestran que al 2020, 1.1 millones de mujeres estaban involucradas en microempresas y empresas grandes, medianas y pequeñas, eran propietarias o colaboradoras. En Ecuador hay 3,6 millones de mujeres en la Población Económicamente Activa (PEA). El número total de EAP es de 8,5 millones.

Altas disparidades y desigualdad. La falta de acceso a servicios financieros (como crédito), la falta de programas de capacitación, capacitación digital, preparación para vender productos y otros servicios son algunas de las desventajas que enfrentan. Las mujeres son aún más pronunciadas entre más de 700.000 microempresas, según datos de INEC 2020. Estos datos apuntan a la necesidad de una política pública.

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