Desde 2008 Quito dejó de ser Distrito Metropolitano

Territorio. Quito tiene 32 parroquias urbanas y 33 rurales.
Territorio. Quito tiene 32 parroquias urbanas y 33 rurales.

Expertos coinciden que en las tres últimas alcaldías no han trabajado en el proyecto. Hace 25 años la capital era pionera del transporte eléctrico, desde entonces, la ciudad se estancó.

En 1993 se promulga la Ley de Régimen para el Distrito Metropolitano de Quito, un ‘estatus’ que permite subdividir una región territorial grande, como la capital, y le entrega autonomía y nuevas competencias. Sin embargo, para 2008, con la nueva Constitución, el término distrito metropolitano desaparece y la capital -explica Juan Carlos Holguín, máster en políticas públicas, debía presentar un nuevo plan para ser declarada, esta vez, distrito autónomo.

Han pasado 12 años y la ‘Carita de Dios’ no lo ha logrado.

La importancia de la continuidad

Tanto Holguín como Diego Mafla, científico del ordenamiento territorial, coinciden en que la capital ha vivido un estancamiento que responde a la falta de continuidad de proyectos presentados por gestiones pasadas.

Coinciden que Rodrigo Paz (alcalde entre 1988 y 1992), fue quien inició un proyecto de ciudad para Quito, que contemplaba el Distrito Metropolitano. “Dicho proyecto lo continuó Jamil Mahuad (1992-1993), y lo terminó con éxito Roque Sevilla (1998-2000)”, destaca Holguín.

José Machado, arquitecto y urbanista, agrega que el haber elevado al nivel de Distrito Metropolitano a Quito –durante su alcaldía– hizo de Mahuad una figura presidenciable. “Fue un hito, porque así se logró darle autonomía a la capital”.

En el archivo

Durante la gestión de Paco Moncayo (2000-2009), la ordenanza para ser un Distrito Metropolitano Autónomo se redactó, pero nunca se consolidó: “Augusto Barrera (2009-2014), la dejó en un cajón; Mauricio Rodas (2014-2019), no la continuó; y Jorge Yunda (alcalde actual) planteó preparar la ordenanza y lamentablemente esto ha quedado guardado”, resume Holguín.

Para esto es necesario retomar el proyecto de estatuto autonómico. “Los estatutos están regulados en la Constitución y deben ser aprobados por referéndum”, explica Juan Francisco Guerrero, profesor universitario de Derecho.

Para su creación, primero se debe debatir las normas en el Concejo Metropolitano. Este documento tiene que ser revisado por la Corte Constitucional y luego pasar por una consulta popular.
Por esto, Quito “no es formalmente un distrito metropolitano porque se necesita crear una Ley de creación y un estatuto que regule las competencias”, agrega Guerrero.

Machado recuerda que, en febrero de este año, Yunda presentó un borrador pero que no se ha vuelto a tratar. “Que la pandemia no vaya a ser una excusa para transferir esa responsabilidad a otra gestión”, resalta.

¿Qué gana una ciudad al ser Distrito?

Ser un distrito metropolitano autónomo permitiría tener una ciudad, no solamente capital, sino poder adjuntar -si así lo quisieran. cantones aledaños para que su plan de desarrollo se haga en conjunto; ya que son esos espacios hacia donde se dirigen sus habitantes.

Hay beneficios puntuales, indica Holguín, ya que siendo un distrito metropolitano, Quito tendría derecho al impuesto a la herencia, legados, y donaciones; y al impuesto a la propiedad de los vehículos motorizados. “Y eso permite que la ciudad tenga ingresos propios que financien su visión de ciudad”.

Así, se pueden generar nuevos tipos de ingresos y de esa manera no solo depender del Estado, para tener una proyecto de ciudad que se establezca para los próximos 20 años.

Guerrero agrega que Quito podría tener mayor grado de descentralización, autonomía, libertad en el manejo presupuestario y mayores representaciones de índole política, por ejemplo, a nivel de Asamblea Nacional.

Política e imagen antes que gestión

Para Machado, Quito se proyectaba al adelanto en cuestiones de movilidad, cuando se implementó el sistema de transportes a través del Trole.

Mafla dice que de este avance hacia la modernidad se han cumplido 25 años y desde entonces Quito se estancó. “Más de dos décadas después y recién ahora, con el Metro se habla de redistribución de rutas”.

La extrema politización que vivió la capital en la década del correísmo le ha pasado factura, agregan los expertos.

Holguín recuerda que fue por decreto presidencial de Rafael Correa que se definió que Quito tenga un Metro. “La última discusión del Concejo sobre tarifas de movilidad, nos demuestra que este proyecto careció de un estudio (…)”. (AVV)

El Metro podría encaminar la visión de Distrito

La obra emblema de la ciudad ha tardado una década en avanzar, pero se estima que inicie su operación después de marzo de 2021.

El Metro se convertirá en el sistema de transporte público más moderno de la región, lo que debería significar un eje para plantear una visión de transporte sostenible para los próximos años. “Creo que, si Quito discute una visión metropolitana, debería ser planteando que, en 20 años, Quito tenga un sistema de transporte 100% eléctrico”, cometa Holguín.

Por su parte, Mafla dice que la visión de este medio de transporte debe ir enfocada a conectar áreas estratégicas para el turismo y el comercio, como el aeropuerto. “Que un ciudadano pueda ir en Metro por dos o tres dólares, hasta el aeropuerto y ya no por $25, eso se llama planificación urbana de base”.

Administraciones zonales y favores políticos

Mafla critica que las administraciones zonales se hayan convertido en “lugares donde se devuelven los favores políticos”.

El objetivo de este tipo de instituciones, explica, es recabar datos sobre necesidades urbanas y presentarlas al Concejo Metropolitano. Sin embargo, considera que la labor se ha relegado a actividades comunitarias de bajo impacto.

“Calderón, con más de 300 mil habitantes, no tiene un proyecto de parque metropolitano. Eso es muestra de la falta de gestión de proyectos urbanos y jurídicos competentes”, añade. (AVV)

Quito fue la primera capital a nivel regional en tener una línea de Trolebús e implementar modelos de movilidad ecológicos.

Cuando una persona, sin la competencia, entra a ocupar un cargo público genera una cadena de problemas”. Diego Mafla, urbanista sobre las últimas tres alcaldías en Quito.

Durante la gestión de Augusto Barrera muchas de las decisiones que debió tomar Quito se tomaron desde Carondelet. Esto le hizo un daño grande a la ciudad”. Juan Carlos Holguín, máster en políticas públicas.