A través de talleres se aprende sobre el correcto comportamiento en este transporte, previsto a funcionar en 2021.
Escuchar música con audífonos o caminar siempre por la derecha fueron algunas de las lecciones que Mariana Betún, comerciante del Mercado Iñaquito, ubicado en el norte de Quito, recibió ayer como parte de las jornadas de Metro talleres, que buscan inculcar los buenos hábitos ciudadanos en el medio de transporte.
Carlos Ordoñez, coordinador de ‘Metro Cultura’, indica que se han planificado 300 talleres con los futuros usuarios, entre ellos los más 12.000 comerciantes de los mercados municipales, para que sepan cómo comportarse en el Metro de Quito, considerado como la obra emblema de la ciudad y que funcionaría en 2021, aunque no se ha fijado una fecha.
“Hemos potenciado a los promotores que hacen las capacitaciones, que son los que estarán encargados de la atención al usuario dentro del Metro de Quito. Ellos ahora están capacitando y cuando el Metro funcione, ellos vigilarán que esta norma se cumpla”, dijo Ordoñez.
Fases
Los Metro talleres de los mercados corresponden a una primera fase de las acciones que la cultura Metro engloba.
Esta etapa durará seis meses, tiempo en el que también habrá visitas guiadas hacia las estaciones, “para que pongan en práctica lo que les enseñamos”.
La otra fase consiste en activaciones (de 15 minutos) dentro de los mercados para que la ciudadanía aprenda. También se socializará, vía redes sociales, una guía para el buen uso de este medio de transporte.
Betún considera importante que las ‘caseras’ conozcan sobre las normas del Metro de Quito, ya que ellas se pueden convertir en voceras de la ciudadanía. “También esperemos que esto haga que el Metro sea seguro y no haya acoso, que todo lo malo del transporte público se acabe”, agregó la comerciante. (AVV)
Claves para entender la Cultura Metro
El Metro de Quito no solo implica la reducción de tiempo en viajes, que van de un extremo a otro de la ciudad. También podría convertirse en la oportunidad para cambiar los malos hábitos que influyen en lo caótico y poco amigable que puede ser tomar el transporte público.
La urbanista Eliana Tomalá dice que este medio de transporte tiene el potencial de generar un antes y un después sobre comportamientos sociales y culturales.
La experta citó como ejemplo el Metro de Medellín, en Colombia. “Este es un sistema que se ha convertido en un espacio de encuentro social y cultural, que logró cambiar la imagen de una ciudad que antes era referencia de caos, debido al tema de Pablo Escobar (narcotraficante)”.
El avance de la obra es del 98%El Metro en esta ciudad lleva más de 20 años en funcionamiento y fue ahí donde nació el término ‘Cultura metro’, en 1995. Este concepto involucra una transformación urbana pues se basa en la movilidad sostenible, seguridad, rapidez, amabilidad.
Lamentablemente, los retrasos en Quito no solo están en la obra física, indica Tomalá, sino que la socialización sobre este pilar “tampoco se ha manejado con los tiempos necesarios”. Por ejemplo, en Medellín se trabajó la cultura metro ininterrumpidamente y con fuertes campañas teóricas y prácticas, tres años antes de la inauguración.
El Metro de Quito permitirá cruzar la ciudad desde Quitumbe (sur), hasta El Labrador (norte), en 34 minutos.A nivel regional existen más ejemplos. En Santiago de Chile y Buenos Aires (Argentina), este medio de transporte subterráneo ha impuesto sistemas de pago unificados y se caracterizan por la buena información en cuanto a horarios, mapas, tiempo de espera y rutas que se han logrado por medio de la constante capacitación, socialización, efectiva planificación técnica, empoderamiento ciudadano y sanciones a los usuarios que irrumpen las reglas.
