Octubre 2020

El 2 de octubre se cumplirá un año de las protestas indígenas en contra de las medidas económicas propuestas, en aquél entonces por el Ejecutivo.

Pero es evidente que el gobierno no aprendió nada de aquellas protestas y en su lugar ha seguido apostando a una política cínica y sorda a los intereses de los ciudadanos.

En Ecuador el desempleo y la pobreza extrema se han disparado, mientras que la pésima gestión de la pandemia solo ha empeorado las cosas. Sin embargo, el gobierno sigue priorizando objetivos políticos antes que los sociales. Tan es así que hay la percepción de que se utilicen presiones políticas para inclusive “armar ad hoc”, la papeleta presidencial para el 2021.

Eliminar a los binomios que menos le gustan justamente al ejecutivo solo compromete la credibilidad y calidad democrática del país pues parecería que en Ecuador para poder postularse se necesita de la bendición de Carondelet y del CNE más que del pueblo y de cumplir con las normas establecidas. Es bochornoso que al binomio Arauz-Rabascall le estén buscando ‘las cinco patas al gato’ para que no pueda inscribirse.

Las elecciones se ganan, no se arreglan y, por ahora, la impresión que se deja inclusive en el exterior es que no se quiere jugar limpio.

Ha de haber intereses poderosos de por medio que justifican la más elemental falta de pudor para salvar, aunque sea las apariencias.

Pero, intereses que comprometen también la calidad de vida de los ecuatorianos que antes que encuestas y elecciones preferirían escuchar de cuantas UCI están creando y de cómo los hospitales y los médicos cuentan con todos los insumos necesarios para enfrentar la pandemia, pues aumentan las denuncias de que la gente en los hospitales no cuenta ni con oxígeno.

Así que el gobierno debería preocuparse antes que de censurar a los candidatos a las próximas elecciones, de cómo salvar vidas y crear fuentes de trabajo. Seguir metiendo leña al fuego no le sirve para nada al país. Preparen un camino democrático y transparente para el triunfador de las próximas elecciones. Solo unos resultados intachables le darán legitimidad y tranquilidad al próximo mandatario.

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