Cierre de Guagua Centros, un problema para las madres

Acciones. Trabajadoras han realizado manifestaciones para evitar el cierre de los 180 establecimientos.
Acciones. Trabajadoras han realizado manifestaciones para evitar el cierre de los 180 establecimientos.

Son 9.000 niños beneficiarios del proyecto. Sin estos espacios la brecha laboral ente hombres y mujeres aumenta.

Carmelina Cabezas es madre de un niño de 4 años, él tiene microcefalia y epilepsia. Conseguir un espacio donde cuidaran a su pequeño, con especialistas en discapacidad, fue complicado hasta hace dos años, cuando ingresó al Guagua Centro de Santa Mónica, especializado en discapacidad infantil.

“Para mi hijo ha sido como un segundo hogar y para mi una oportunidad de poder estar trabajando en paz”, dice Carmelina.

A inicios de mayo, el Municipio de Quito decidió suspender el trabajo de los 180 Guagua Centros (dos son especializados en discapacidad), enfocados en cuidar y estimular a pequeños entre 1 y 4 años, de forma gratuita.

Quienes trabajan en estos centros no tienen una relación de dependencia con el Municipio, explica la parvularia Gabriela Villacís. Cada directora firma un contrato y se convierte en asignataria del servicio.

La Unidad del Patronato San José, a través de un comunicado, indicó que planteó el inicio del proceso de “composición amistosa”. Una figura jurídica con la que buscan “una terminación de los convenios por mutuo acuerdo, debido a los riesgos sanitarios de ejecutarlos, tal como se encuentran planteados”.

Luego de esto, las asignatarias de los Guagua Centros pidieron acción de protección, para impedir el cierre; sin embargo, la Unidad Judicial negó el pedido. Ellas decidieron apelar.

Al ser consultada, la entidad, liderada por Lilia Yunda, señala que están a la espera a la decisión de la autoridad judicial; mientras tanto, no hay un proyecto alterno para los beneficiarios.

Trabajar o cuidar a los niños

Carmelina es madre soltera. “Soy el único sustento de mi hogar, tengo cuatros hijos”, dice la mujer que se siente preocupada, pues el Municipio no ha planteado un plan de acción para los beneficiarios del programa infantil. “Tampoco puedo buscar otros lugares, porque son particulares y no me alcanza”, dice. Aunque sus hijas de 16 y 14 años le ayudan, ella es conscientes de que no es el rol que les corresponde.

Lo mismo le pasa a Jesenia Sandoval, quien está a la espera de reincorporarse a su trabajo, en un restaurante. “Cuando abramos no sé con quién le voy a dejar. Vivo con mis papás, pero igual trabajan. Estaba viendo para que mi hermana le cuide”, cuenta Sandoval, cuyos ingresos le permitían solventar los gastos de la casa junto a su esposo. “Ahora tal vez me toque quedarme en la casa”, señala.

Araceli Vinueza también se plantea la idea de dejar su trabajo. Ella es empleada doméstica, pero no puede llevar a su pequeña, tampoco le alcanza para ir a un lugar particular. “Sí va a estar difícil. Trabajar es una posibilidad de ayudar a mi esposo y organizarnos en el hogar”.

Villacís señala que hay un gran porcentaje de madres solteras con trabajos informales que llevaban a sus hijos a los Guagua Centros. “También chicas que tuvieron su bebé a temprana edad y tratan de terminar sus estudios (…) Nosotros los cuidábamos de 07:00 a 16:00”, comenta la parvularia, quien no sabe si la reubicarán o quién asumirá el sueldo de abril que tienen pendiente.

El Patronato señala que al haber suspendido el convenio no hay base legal para pagar sueldos.

Desigualdad y falta de oportunidades

A Cristina Almeida, presidenta de la Fundación Nina Warmi, le parece una medida “insensible con la dura realidad que atraviesan todas esas mujeres y madres. Se está invisibilizando la urgencia de las madres jefas de hogar, que necesitan trabajar para sostenerse”.

Solo el 6,4% de los niños realiza actividades de estimulación con su papá. El 50,6% recae en la madre.Denisse Melo, abogada y activista, señala que esto trunca el derecho a trabajar de las mujeres lo que amplía la brecha de desigualdad que ya existe con los hombres. “Son miles de mujeres que se apartarán del ámbito laboral, porque la crianza y el cuidado sigue, erróneamente, recayendo en la figura materna”.

Los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), a través de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), publicada en enero de 2020, dan razón de esto.

Se estima que a penas el 6,4% de padres cuida o se involucra en las actividades de los hijos. Mientras que este mismo rol lo cumple un 50,6% de madres. El porcentaje restante está en otros miembros del hogar, como hermanos, abuelos o tíos.

Los Guagua Centros funcionan desde 2014. Han sido reconocidos por organizaciones internacionales, como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.“Todavía hay una visión machista sobre el cuidado en el hogar y de los hijos. Además, casi siempre, en momentos de crisis las mujeres son las que prescinden del trabajo, porque ganan menos que sus parejas”, añade Melo.

ONU mujeres ha indicado que en Ecuador y otros países, en promedio, las mujeres ganan 77 centavos por cada dólar que ganan los hombres; ocupando los mismos cargos. (AVV)

Guagua Centros

Beneficiarios

  • 9.000 niños, aproximadamente, eran beneficiarios.
  • 720 educadoras.
  • 360 personas de personal de apoyo.
  • El Municipio pagaba $173,58 por menor al mes.
  • Eran 200 establecimientos, antes de la pandemia quedaron 180.

Con esto que cierran los Guagua Centros es un poquito difícil, no voy a poder ir a trabajar porque no tengo dónde dejarle”. Araceli Vinueza, beneficiaria.