Injusticias

El ex candidato a la presidencia de la República, Diego Delgado Jara, informaba que, según el BID y OCDE, los corruptos se robaron 70 mil millones de dólares del pueblo ecuatoriano. Hasta la fecha hay pocos detenidos, otros enjuiciados o prófugos, pero no se ha recuperado casi nada de los atracos perpetrados, gracias a la Asamblea Nacional que no aprobó una ley que sea capaz de frenar y cortar de raíz la pavorosa corrupción, y gracias a la lentitud de fiscales y jueces.

El país está en crisis económica, moral, política, social y en emergencia sanitaria con miles de muertos y enfermos debido al covid-19, pero también porque el Ecuador nunca estuvo preparado para enfrentar una pandemia sin vacuna, como tampoco hay una vacuna contra la corrupción, o contra la voracidad de varios sectores empresariales que sólo ansían más riquezas, más garantías, más explotación a la fuerza laboral, cero impuestos y ninguna colaboración económica eficaz.

El neoliberalismo aprovecha el covid-19 para atemorizar y caotizar, a fin de construir totalitarismos que nieguen derechos con exclusiones y explotaciones sin límite que impiden superar desigualdades que ensombrecen la calidad de lo humano. Las injusticias sociales, mientras más se profundicen originan rechazo, y desestabilizaciones políticas que bien podrían terminar con todo lo existente para construir una nueva sociedad solidaria, igualitaria que reemplace al capitalismo neoliberal sembrador de tantas injusticias, como las que se imponen en estos días. Solo los trabajadores y pueblo serían los únicos sujetos destinados a pagar los costos de la crisis desatada por corruptos y malas administraciones. ¡Injusto!

¿Los jubilados tendrán que sufrir las consecuencias de la anunciada quiebra del IESS causada por corruptos y tramposos?