Vendedores informales de Quito deben trabajar, pese al miedo al coronavirus

INICIATIVA. Los vendedores informales venden mascarillas y guantes a 50 centavos.
INICIATIVA. Los vendedores informales venden mascarillas y guantes a 50 centavos.

En Quito hay cerca de 22.000 vendedores autónomos. Las raciones alimenticias no han llegado.

Cómo en las últimas dos semanas, Inés Toapana se levantó ayer a las 5 de la mañana, tomó agua con azúcar y salió a trabajar. «Vengo a pie desde Guamaní, me hago casi una hora hasta acá, al Mercado Mayorista», cuenta la mujer que cambió la venta de incienso y velas por las mascarillas y los guantes.

Inés reconoce que tiene miedo del coronavirus, pero más le teme a qué sus hijos pasen hambre. «No puedo sentarme a esperar que lleguen los alimentos o la ayuda que dicen que nos van a dar, porque el estómago y las deudas no aguantan», dice, mientras se protege de la lluvia, bajo el balcón de una casa junto a otros siete vendedores. Todos, con las mismas realidades.

Que lleguen a todos

Se estima que en Quito hay, aproximadamente, 22.000 vendedores autónomos. La Alcaldía anunció que para evitar que salgan a las calles y se propague el coronavirus, se les entregará raciones alimenticias, a través de las administraciones zonales. Sin embargo, quienes han hecho de los alrededores del Mercado Mayorista su espacio comercial, dicen que no han recibido nada y que no les queda más que salir.

«Nosotros nos arriesgamos. La gente que compra a veces nos lanza las monedas para no acercarse, nos denigran. La Policía dice que nos vayamos, pero no podemos porque, si no, no comemos (…) A mí el dueño de casa me pide que ya le pague el arriendo, no es fácil sin un trabajo fijo», comenta Sonia Lozada, quien sale a vender con su esposo y su hija de 15 años.

La Licencia Única de Actividades Económicas (LUAE) está suspendida.Los vendedores ofertan los guantes y las mascarillas a 50 centavos. Toapanta indica que a diario gana 9 dólares y que en un día bueno puede llegar hasta 14. “Entre todos (vendedores) ponemos y compramos pan y yogurt”, cuenta.

Para Francisco Tene, miembro de la Asociación de Trabajadores Autónomos Organizados (Asotrab), lo que hoy viven los comerciantes debe servir para que el Municipio se dé cuenta de la falta que hacen nuevos mercados y puestos fijos. Resalta que esperan reunirse con el alcalde, Jorge Yunda, para que la ayuda anunciada llegue a todos.

Tene destaca que ninguno de sus compañeros ha contraído el virus pese «a que se arriesgan saliendo».

Operativos

Mauricio Domínguez, vocero de la Agencia Metropolitana de Control (AMC), indica que desde el 17 de marzo, han realizado 150 operativos sobre el buen uso del espacio público, especialmente en los alrededores de los mercados.

“Aquí el mercado las Cuadras es uno de los puntos más conflictivos que hemos tenido y denuncias también a través de redes sociales”.

204 contagiados hay en Quito. En la Avenida Mariscal Sucre, sector El Caballito, en Chillogallo, aproximadamente 500 personas ocupaban las calles para vender alimentos, por lo que la AMC ha colocado vallas y han ubicado a Agentes Metropolitanos de Control en el sitio. El objetivo, reitera Domínguez, es evitar las aglomeraciones.

César Díaz, secretario de seguridad y gobernabilidad de Quito, indica que ocupar las calles para ventas genera focos de infección. “Nosotros hemos tomado como medida de seguridad el vallado y la suspensión temporal del tráfico, para que la movilidad sea estrictamente peatonal” (AVV).

¿Se puede desalojar a los inquilinos?

El titular de la Defensoría del Pueblo, Freddy Carrión, dice que para producirse un desalojo se debe seguir el debido proceso y que, para llevar a cabo dicha acción, es necesaria una orden judicial.

Carrión, mediante comunicado, resalta que con estas acciones “se estaría violentado el derecho de todas las personas a tener y mantener un hogar y una comunidad seguros para vivir en paz y con dignidad”, por lo que la Defensoría del Pueblo “exhorta a las y los arrendatarios para que, con espíritu solidario, no desalojen de sus viviendas a las personas que no puedan cancelar el rubro de los arrendamientos por las condiciones actuales de la emergencia sanitaria, considerando, además, que esta acción sería ilegal e ilegítima” (AVV)