Salgamos de la crisis

El mundo enfrenta la pandemia del covid-19 con graves consecuencias para la humanidad, las secuelas bio-sico-sociales son impredecibles y de intranquilidad para la economía y la sociedad. No podemos quedarnos en el pasado especulando que la vida nos pone pruebas en el camino y que saldremos adelante; si no aportamos todos en favor del país con un solo propósito y superando las discrepancias existentes, a todos nos irá mal.

Medir el progreso del país solo en términos económicos acarreará más problemas sociales. Hay que distribuir de manera adecuada; sin embargo, también es bueno reflexionar, ¿cómo y en qué aportan las personas que laboran en el sector público y privado, quienes pertenecen a organizaciones sociales, centrales sindicales o partidos políticos en la economía del país para salir de la crisis? No es cuestión de que la gente gane poco o mucho, unos colaboren y otros no; cualquiera que sea la reflexión, una sociedad monetarista tiene que prescindir de talentos y personas que no saben o no pueden trabajar en equipo.

La realidad del país será mucho más compleja si no se aporta con proyectos o ideas concretas y posibles. Una realidad vive quien tiene un sueldo asegurado, otra quien trabaja por cuenta propia y una muy diferente quien no trabaja. Es hora de rodearse de personas que tengan propuestas claras.

El país necesita gente despierta, visionaria, creativa, que aporte y sea útil. La política del más vivo, de las figuras repetidas, de quienes viven del engaño y la mentira ¡no va más!

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