Ecuador: mejoramiento de refinerías sin plan y con pocas certezas

SITUACIÓN. Pese a la anunciada repotenciación de la Refinería de Esmeraldas, no se arregló mucho y se gastaron 2.200 millones de dólares.
SITUACIÓN. Pese a la anunciada repotenciación de la Refinería de Esmeraldas, no se arregló mucho y se gastaron 2.200 millones de dólares.

El Gobierno, a través del ministro de Energía y Recursos Naturales no Renovables, José Agusto Briones, ha anunciado que, mediante concesión a inversionistas privados, se busca mejorar y repotenciar a las refinerías de Esmeraldas y La Libertad. El costo, según las autoridades, sería de 1.400 millones de dólares para la primera, y 400 millones para la segunda.

Sin embargo, el analista petrolero Luis Calero cuestionó el manejo de esas iniciativas, porque ni siquiera existen planes concretos o políticas claras para establecer hacia dónde se quiere ir en el tema de actividad refinadora, y mucho menos, en todo el sector petrolero del país.

“Los valores para la inversión necesaria deberían salir luego del proceso de licitación, y no antes. Los proyectos se manejan como negocios aislados y no se sabe qué es exactamente lo que se busca y para qué”, dijo Calero.

Falta de transparencia
Además, en el caso de la Refinería de Esmeraldas, Calero afirmó que no tiene ningún sentido la concesión, debido a que mediante contratos de prestación de servicios se podría conseguir que empresas privadas construyan los módulos adicionales necesarios. Con eso, la instalación se podría pasar de mediana a alta conversión para producir combustibles de mejorar calidad, sin que haga falta conceder la administración y el manejo por varios años.

Por su parte, Fernando Reyes, vicepresidente del Colegio de Ingenieros Petroleros, también cuestiona la falta de transparencia, sobre todo cuando no se sabe nada del modelo técnico y económico detrás de las pretendidas concesiones. “¿Qué va a ganar el país? ¿Se lograrán establecer las condiciones para una producción más eficiente y sin los altos niveles de residuos y contaminación actuales?”, se preguntó.

EL DATO
Los trabajos del anterior Gobierno, y que costaron $2.200 millones, no mejoraron la capacidad de la Refinería de Esmeraldas, solo cambiaron algunas piezas.Lo que se quiere hacer con la Refinería La Libertad tampoco está claro, por eso Calero manifestó que le sorprendió el anuncio de que se buscará un inversionista. Aunque, el analista reconoció que esas instalaciones, con más de 90 años de funcionamiento, sí necesitan una intervención.

El desconcierto se completa cuando se analiza que está pasando con el proceso de escoger una empresa privada para construir una nueva refinería en cualquier lugar de la Costa ecuatoriana. Para empezar, el país no extrae el suficiente crudo pesado para abastecer el funcionamiento de ese proyecto. Asimismo, aunque a finales de 2019 las autoridades anunciaron que se anunciaría la lista corta de interesados, Calero lamentó que hasta la fecha no se sepa nada.

Muchas paralizaciones
El año pasado, según información de Petroecuador, se produjeron 64,7 millones de barriles de derivados de crudo. En 2018, la cifra fue de 70,2 millones. Es decir, Ecuador dejó de producir un 7,7 % de gasolinas y combustibles, con lo que tuvo que aumentar su gasto en importación.

La caída es mucho mayor en el caso de la producción de gas de uso doméstico. En 2019 se alcanzó 1,9 millones de barriles, mientras que un año antes, se produjeron 2,6 millones de barriles; es decir, un descenso de 27,5 %.

Las refinerías del país tienen varios problemas, entre esos, uno de los más graves, según las autoridades, es el estado de los sistemas eléctricos. La que más paralizaciones tuvo el año pasado, en total seis meses, con el fin de mantenimiento y reparaciones de emergencia, fue Esmeraldas. Cada día de esas paralizaciones le costó al país 1,5 millones. (JS)