Sin solución la reubicación de las trabajadoras sexuales en Quito

ESPACIO. Mujeres y miembros de la comunidad Glbti comparten la esquina de la Vargas y Esmeraldas.
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ESPACIO. Mujeres y miembros de la comunidad Glbti comparten la esquina de la Vargas y Esmeraldas.
ESPACIO. Mujeres y miembros de la comunidad Glbti comparten la esquina de la Vargas y Esmeraldas.
ESPACIO. Mujeres y miembros de la comunidad Glbti comparten la esquina de la Vargas y Esmeraldas.
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ESPACIO. Mujeres y miembros de la comunidad Glbti comparten la esquina de la Vargas y Esmeraldas.

Pamela llega todos los días, aproximadamente, a las 09:00, a la esquina de las calles Vargas y Esmeraldas, en el Centro Histórico, con una amplia sonrisa y luciendo ropa ceñida a su cuerpo. Pasa las horas en espera de captar un cliente para ofrecerle sus servicios sexuales.

Ella es una de las casi 400 trabajadoras sexuales que laboran en las calles del Casco Colonial y, pese al buen ánimo al inicio de su jornada, la perspectiva cambia con el paso de las horas, por los escasos clientes que tiene en el día.

En 2006, Paco Moncayo, como alcalde, empezó un proyecto de reubicación con el objetivo de regular esa actividad, sus espacios y mantener un orden sanitario. Se designó al sector de La Cantera, cerca del expenal García Moreno, como espacio para realizar ese oficio. Sin embargo, nunca se consolidó como una zona de tolerancia.

Esto lo confirma Nelly Hernández, presidenta de la Asociación Unida por Nuestros Derechos, al afirmar que aún no se ha llegado a ningún acuerdo con las autoridades, pese a que se han instaurado mesas de diálogo.

“Por el momento, seguimos trabajando en el proceso de unificarnos y tener espacios más seguros. Hay comunión con los vecinos y, en el caso de nosotras, en la Plaza de Santo Domingo, colaboramos con la comunidad en contra de la inseguridad”, dijo.

Otra opción
En 2015, durante la administración de Mauricio Rodas, nuevamente se habló del proyecto de reubicación. En ese momento, se eligió al sector de El Censo, en la Av. Pichincha.

Margarita Carranco, titular de la Secretaría de Inclusión en aquel tiempo, aseguró que el proyecto quedó en papeles por la falta de decisión política y recursos.

EL DATO
Hay tres asociaciones de trabajadoras sexuales en el Centro Histórico: Trabajadoras Sexuales por un Futuro Mejor, Unidas por Nuestros Derechos y Mujeres con Esperanza al Futuro.El objetivo, en un principio, fue establecer el control y la seguridad en esa zona, así como promocionarla.

Con el paso del tiempo, las trabajadoras sexuales han aumentado, según Carranco, por la migración, especialmente de mujeres venezolanas, que incluso han llegado a competir con las ecuatorianas haciendo que el oficio se vaya trasladando a espacios no habituales como La Alameda y El Ejido.

Por su parte, las trabajadoras sexuales defienden su actividad y derecho al trabajo, y afirman que no quieren ser reubicadas.

Tais, una persona transexual, asegura que se dedica a la prostitución cerca de 18 años y que está en desacuerdo sobre trasladarse a otro sitio. “Si aquí nos comemos la camisa, peor en otro lado. Eso implicaría pelear con la Policía, e incluso entre nosotras mismas nos mataríamos por un cliente”, contó.

Lucro
En el Centro Histórico, hay sitios de alojamiento que reciben ingresos de esta actividad, pues la tarifa por ‘cama’ o ‘punto’, como se lo conoce, es de 13 dólares, de los cuales se restan tres para pagar el hotel y el resto queda como ganancia.

“Estamos estables y anhelamos quedarnos así. Aunque pocos, pero los clientes saben dónde estamos y llegan por nosotras” dijo Cecilia Tomalá, reflexionando además que, en el sector de la Plaza del Teatro, , la inseguridad está al asecho, pero el trabajo no va a parar.

Para conocer la disposición de las autoridades sobre este tema solicitamos una entrevista a la Secretaría de Inclusión, encargada del tema. Hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta. (MLY)

Zonas del Centro
Con más trabajo sexual

• Plaza del Teatro
• Plaza de Santo Domingo
• Bulevar de la 24 de Mayo
• Calle Manabí
• Calle Flores

Pamela llega todos los días, aproximadamente, a las 09:00, a la esquina de las calles Vargas y Esmeraldas, en el Centro Histórico, con una amplia sonrisa y luciendo ropa ceñida a su cuerpo. Pasa las horas en espera de captar un cliente para ofrecerle sus servicios sexuales.

Ella es una de las casi 400 trabajadoras sexuales que laboran en las calles del Casco Colonial y, pese al buen ánimo al inicio de su jornada, la perspectiva cambia con el paso de las horas, por los escasos clientes que tiene en el día.

En 2006, Paco Moncayo, como alcalde, empezó un proyecto de reubicación con el objetivo de regular esa actividad, sus espacios y mantener un orden sanitario. Se designó al sector de La Cantera, cerca del expenal García Moreno, como espacio para realizar ese oficio. Sin embargo, nunca se consolidó como una zona de tolerancia.

Esto lo confirma Nelly Hernández, presidenta de la Asociación Unida por Nuestros Derechos, al afirmar que aún no se ha llegado a ningún acuerdo con las autoridades, pese a que se han instaurado mesas de diálogo.

“Por el momento, seguimos trabajando en el proceso de unificarnos y tener espacios más seguros. Hay comunión con los vecinos y, en el caso de nosotras, en la Plaza de Santo Domingo, colaboramos con la comunidad en contra de la inseguridad”, dijo.

Otra opción
En 2015, durante la administración de Mauricio Rodas, nuevamente se habló del proyecto de reubicación. En ese momento, se eligió al sector de El Censo, en la Av. Pichincha.

Margarita Carranco, titular de la Secretaría de Inclusión en aquel tiempo, aseguró que el proyecto quedó en papeles por la falta de decisión política y recursos.

EL DATO
Hay tres asociaciones de trabajadoras sexuales en el Centro Histórico: Trabajadoras Sexuales por un Futuro Mejor, Unidas por Nuestros Derechos y Mujeres con Esperanza al Futuro.El objetivo, en un principio, fue establecer el control y la seguridad en esa zona, así como promocionarla.

Con el paso del tiempo, las trabajadoras sexuales han aumentado, según Carranco, por la migración, especialmente de mujeres venezolanas, que incluso han llegado a competir con las ecuatorianas haciendo que el oficio se vaya trasladando a espacios no habituales como La Alameda y El Ejido.

Por su parte, las trabajadoras sexuales defienden su actividad y derecho al trabajo, y afirman que no quieren ser reubicadas.

Tais, una persona transexual, asegura que se dedica a la prostitución cerca de 18 años y que está en desacuerdo sobre trasladarse a otro sitio. “Si aquí nos comemos la camisa, peor en otro lado. Eso implicaría pelear con la Policía, e incluso entre nosotras mismas nos mataríamos por un cliente”, contó.

Lucro
En el Centro Histórico, hay sitios de alojamiento que reciben ingresos de esta actividad, pues la tarifa por ‘cama’ o ‘punto’, como se lo conoce, es de 13 dólares, de los cuales se restan tres para pagar el hotel y el resto queda como ganancia.

“Estamos estables y anhelamos quedarnos así. Aunque pocos, pero los clientes saben dónde estamos y llegan por nosotras” dijo Cecilia Tomalá, reflexionando además que, en el sector de la Plaza del Teatro, , la inseguridad está al asecho, pero el trabajo no va a parar.

Para conocer la disposición de las autoridades sobre este tema solicitamos una entrevista a la Secretaría de Inclusión, encargada del tema. Hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta. (MLY)

Zonas del Centro
Con más trabajo sexual

• Plaza del Teatro
• Plaza de Santo Domingo
• Bulevar de la 24 de Mayo
• Calle Manabí
• Calle Flores

Pamela llega todos los días, aproximadamente, a las 09:00, a la esquina de las calles Vargas y Esmeraldas, en el Centro Histórico, con una amplia sonrisa y luciendo ropa ceñida a su cuerpo. Pasa las horas en espera de captar un cliente para ofrecerle sus servicios sexuales.

Ella es una de las casi 400 trabajadoras sexuales que laboran en las calles del Casco Colonial y, pese al buen ánimo al inicio de su jornada, la perspectiva cambia con el paso de las horas, por los escasos clientes que tiene en el día.

En 2006, Paco Moncayo, como alcalde, empezó un proyecto de reubicación con el objetivo de regular esa actividad, sus espacios y mantener un orden sanitario. Se designó al sector de La Cantera, cerca del expenal García Moreno, como espacio para realizar ese oficio. Sin embargo, nunca se consolidó como una zona de tolerancia.

Esto lo confirma Nelly Hernández, presidenta de la Asociación Unida por Nuestros Derechos, al afirmar que aún no se ha llegado a ningún acuerdo con las autoridades, pese a que se han instaurado mesas de diálogo.

“Por el momento, seguimos trabajando en el proceso de unificarnos y tener espacios más seguros. Hay comunión con los vecinos y, en el caso de nosotras, en la Plaza de Santo Domingo, colaboramos con la comunidad en contra de la inseguridad”, dijo.

Otra opción
En 2015, durante la administración de Mauricio Rodas, nuevamente se habló del proyecto de reubicación. En ese momento, se eligió al sector de El Censo, en la Av. Pichincha.

Margarita Carranco, titular de la Secretaría de Inclusión en aquel tiempo, aseguró que el proyecto quedó en papeles por la falta de decisión política y recursos.

EL DATO
Hay tres asociaciones de trabajadoras sexuales en el Centro Histórico: Trabajadoras Sexuales por un Futuro Mejor, Unidas por Nuestros Derechos y Mujeres con Esperanza al Futuro.El objetivo, en un principio, fue establecer el control y la seguridad en esa zona, así como promocionarla.

Con el paso del tiempo, las trabajadoras sexuales han aumentado, según Carranco, por la migración, especialmente de mujeres venezolanas, que incluso han llegado a competir con las ecuatorianas haciendo que el oficio se vaya trasladando a espacios no habituales como La Alameda y El Ejido.

Por su parte, las trabajadoras sexuales defienden su actividad y derecho al trabajo, y afirman que no quieren ser reubicadas.

Tais, una persona transexual, asegura que se dedica a la prostitución cerca de 18 años y que está en desacuerdo sobre trasladarse a otro sitio. “Si aquí nos comemos la camisa, peor en otro lado. Eso implicaría pelear con la Policía, e incluso entre nosotras mismas nos mataríamos por un cliente”, contó.

Lucro
En el Centro Histórico, hay sitios de alojamiento que reciben ingresos de esta actividad, pues la tarifa por ‘cama’ o ‘punto’, como se lo conoce, es de 13 dólares, de los cuales se restan tres para pagar el hotel y el resto queda como ganancia.

“Estamos estables y anhelamos quedarnos así. Aunque pocos, pero los clientes saben dónde estamos y llegan por nosotras” dijo Cecilia Tomalá, reflexionando además que, en el sector de la Plaza del Teatro, , la inseguridad está al asecho, pero el trabajo no va a parar.

Para conocer la disposición de las autoridades sobre este tema solicitamos una entrevista a la Secretaría de Inclusión, encargada del tema. Hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta. (MLY)

Zonas del Centro
Con más trabajo sexual

• Plaza del Teatro
• Plaza de Santo Domingo
• Bulevar de la 24 de Mayo
• Calle Manabí
• Calle Flores

Pamela llega todos los días, aproximadamente, a las 09:00, a la esquina de las calles Vargas y Esmeraldas, en el Centro Histórico, con una amplia sonrisa y luciendo ropa ceñida a su cuerpo. Pasa las horas en espera de captar un cliente para ofrecerle sus servicios sexuales.

Ella es una de las casi 400 trabajadoras sexuales que laboran en las calles del Casco Colonial y, pese al buen ánimo al inicio de su jornada, la perspectiva cambia con el paso de las horas, por los escasos clientes que tiene en el día.

En 2006, Paco Moncayo, como alcalde, empezó un proyecto de reubicación con el objetivo de regular esa actividad, sus espacios y mantener un orden sanitario. Se designó al sector de La Cantera, cerca del expenal García Moreno, como espacio para realizar ese oficio. Sin embargo, nunca se consolidó como una zona de tolerancia.

Esto lo confirma Nelly Hernández, presidenta de la Asociación Unida por Nuestros Derechos, al afirmar que aún no se ha llegado a ningún acuerdo con las autoridades, pese a que se han instaurado mesas de diálogo.

“Por el momento, seguimos trabajando en el proceso de unificarnos y tener espacios más seguros. Hay comunión con los vecinos y, en el caso de nosotras, en la Plaza de Santo Domingo, colaboramos con la comunidad en contra de la inseguridad”, dijo.

Otra opción
En 2015, durante la administración de Mauricio Rodas, nuevamente se habló del proyecto de reubicación. En ese momento, se eligió al sector de El Censo, en la Av. Pichincha.

Margarita Carranco, titular de la Secretaría de Inclusión en aquel tiempo, aseguró que el proyecto quedó en papeles por la falta de decisión política y recursos.

EL DATO
Hay tres asociaciones de trabajadoras sexuales en el Centro Histórico: Trabajadoras Sexuales por un Futuro Mejor, Unidas por Nuestros Derechos y Mujeres con Esperanza al Futuro.El objetivo, en un principio, fue establecer el control y la seguridad en esa zona, así como promocionarla.

Con el paso del tiempo, las trabajadoras sexuales han aumentado, según Carranco, por la migración, especialmente de mujeres venezolanas, que incluso han llegado a competir con las ecuatorianas haciendo que el oficio se vaya trasladando a espacios no habituales como La Alameda y El Ejido.

Por su parte, las trabajadoras sexuales defienden su actividad y derecho al trabajo, y afirman que no quieren ser reubicadas.

Tais, una persona transexual, asegura que se dedica a la prostitución cerca de 18 años y que está en desacuerdo sobre trasladarse a otro sitio. “Si aquí nos comemos la camisa, peor en otro lado. Eso implicaría pelear con la Policía, e incluso entre nosotras mismas nos mataríamos por un cliente”, contó.

Lucro
En el Centro Histórico, hay sitios de alojamiento que reciben ingresos de esta actividad, pues la tarifa por ‘cama’ o ‘punto’, como se lo conoce, es de 13 dólares, de los cuales se restan tres para pagar el hotel y el resto queda como ganancia.

“Estamos estables y anhelamos quedarnos así. Aunque pocos, pero los clientes saben dónde estamos y llegan por nosotras” dijo Cecilia Tomalá, reflexionando además que, en el sector de la Plaza del Teatro, , la inseguridad está al asecho, pero el trabajo no va a parar.

Para conocer la disposición de las autoridades sobre este tema solicitamos una entrevista a la Secretaría de Inclusión, encargada del tema. Hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta. (MLY)

Zonas del Centro
Con más trabajo sexual

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