Los gritos de ‘toquen trompudos’, la alegría y el ambiente fiestero en el sector de la Plaza de Toros, durante las Fiestas de Quito, quedaron en la memoria de los quiteños, pues luego de ocho años de prohibición de las corridas de toros, la economía y el turismo en este sector no han logrado dinamizarse.
Hay quienes aseguran que la ‘Fiesta Brava’ era el alma de las celebraciones pues atraía a turistas nacionales y extranjeros y el sector de La Jipijapa era uno de los más concurridos. Pero, ahora el escenario es diferente.
El Dato
En la Av. Amazonas hay 5 hoteles de diversas categorías.Oswaldo Espinoza, dueño del restaurante Rincón del Gaucho, asegura que para su negocio la falta de un evento tradicional le ha resultado en la pérdida del 75% de sus clientes. “Desde el mediodía nos doblegábamos para atender la demanda. Ahora se atenderán cinco o seis mesas en el día, nada más”.
Similar concepto tiene Jeaneth Ordoñez, trabajadora del hotel Baltra, al mencionar que las reservaciones en muchas ocasiones se realizaban con dos o tres meses de anticipación y que, actualmente, cuentan con un bajo número de clientes.
Espacios
Luego de la consulta popular del 7 de mayo de 2011, en la que el 50,8% de la población votó a favor de prohibir la muerte del toro como parte del espectáculo, hubo consecuencias económicas. Así lo corrobora Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito.
“Lamentablemente se perdió una tradición y con ello las ventas y atractivos en la ciudad se vinieron de picada. Es momento para que los dueños de los negocios se reinventen y vean cómo recuperar la atención, pues cada año va bajando el volumen de turismo”, dijo.
Los gritos de ‘toquen trompudos’, la alegría y el ambiente fiestero en el sector de la Plaza de Toros, durante las Fiestas de Quito, quedaron en la memoria de los quiteños, pues luego de ocho años de prohibición de las corridas de toros, la economía y el turismo en este sector no han logrado dinamizarse.
Hay quienes aseguran que la ‘Fiesta Brava’ era el alma de las celebraciones pues atraía a turistas nacionales y extranjeros y el sector de La Jipijapa era uno de los más concurridos. Pero, ahora el escenario es diferente.
El Dato
En la Av. Amazonas hay 5 hoteles de diversas categorías.Oswaldo Espinoza, dueño del restaurante Rincón del Gaucho, asegura que para su negocio la falta de un evento tradicional le ha resultado en la pérdida del 75% de sus clientes. “Desde el mediodía nos doblegábamos para atender la demanda. Ahora se atenderán cinco o seis mesas en el día, nada más”.
Similar concepto tiene Jeaneth Ordoñez, trabajadora del hotel Baltra, al mencionar que las reservaciones en muchas ocasiones se realizaban con dos o tres meses de anticipación y que, actualmente, cuentan con un bajo número de clientes.
Espacios
Luego de la consulta popular del 7 de mayo de 2011, en la que el 50,8% de la población votó a favor de prohibir la muerte del toro como parte del espectáculo, hubo consecuencias económicas. Así lo corrobora Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito.
“Lamentablemente se perdió una tradición y con ello las ventas y atractivos en la ciudad se vinieron de picada. Es momento para que los dueños de los negocios se reinventen y vean cómo recuperar la atención, pues cada año va bajando el volumen de turismo”, dijo.
Los gritos de ‘toquen trompudos’, la alegría y el ambiente fiestero en el sector de la Plaza de Toros, durante las Fiestas de Quito, quedaron en la memoria de los quiteños, pues luego de ocho años de prohibición de las corridas de toros, la economía y el turismo en este sector no han logrado dinamizarse.
Hay quienes aseguran que la ‘Fiesta Brava’ era el alma de las celebraciones pues atraía a turistas nacionales y extranjeros y el sector de La Jipijapa era uno de los más concurridos. Pero, ahora el escenario es diferente.
El Dato
En la Av. Amazonas hay 5 hoteles de diversas categorías.Oswaldo Espinoza, dueño del restaurante Rincón del Gaucho, asegura que para su negocio la falta de un evento tradicional le ha resultado en la pérdida del 75% de sus clientes. “Desde el mediodía nos doblegábamos para atender la demanda. Ahora se atenderán cinco o seis mesas en el día, nada más”.
Similar concepto tiene Jeaneth Ordoñez, trabajadora del hotel Baltra, al mencionar que las reservaciones en muchas ocasiones se realizaban con dos o tres meses de anticipación y que, actualmente, cuentan con un bajo número de clientes.
Espacios
Luego de la consulta popular del 7 de mayo de 2011, en la que el 50,8% de la población votó a favor de prohibir la muerte del toro como parte del espectáculo, hubo consecuencias económicas. Así lo corrobora Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito.
“Lamentablemente se perdió una tradición y con ello las ventas y atractivos en la ciudad se vinieron de picada. Es momento para que los dueños de los negocios se reinventen y vean cómo recuperar la atención, pues cada año va bajando el volumen de turismo”, dijo.
Los gritos de ‘toquen trompudos’, la alegría y el ambiente fiestero en el sector de la Plaza de Toros, durante las Fiestas de Quito, quedaron en la memoria de los quiteños, pues luego de ocho años de prohibición de las corridas de toros, la economía y el turismo en este sector no han logrado dinamizarse.
Hay quienes aseguran que la ‘Fiesta Brava’ era el alma de las celebraciones pues atraía a turistas nacionales y extranjeros y el sector de La Jipijapa era uno de los más concurridos. Pero, ahora el escenario es diferente.
El Dato
En la Av. Amazonas hay 5 hoteles de diversas categorías.Oswaldo Espinoza, dueño del restaurante Rincón del Gaucho, asegura que para su negocio la falta de un evento tradicional le ha resultado en la pérdida del 75% de sus clientes. “Desde el mediodía nos doblegábamos para atender la demanda. Ahora se atenderán cinco o seis mesas en el día, nada más”.
Similar concepto tiene Jeaneth Ordoñez, trabajadora del hotel Baltra, al mencionar que las reservaciones en muchas ocasiones se realizaban con dos o tres meses de anticipación y que, actualmente, cuentan con un bajo número de clientes.
Espacios
Luego de la consulta popular del 7 de mayo de 2011, en la que el 50,8% de la población votó a favor de prohibir la muerte del toro como parte del espectáculo, hubo consecuencias económicas. Así lo corrobora Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito.
“Lamentablemente se perdió una tradición y con ello las ventas y atractivos en la ciudad se vinieron de picada. Es momento para que los dueños de los negocios se reinventen y vean cómo recuperar la atención, pues cada año va bajando el volumen de turismo”, dijo.
Realidad
Pese a que en la Isla Floreana y Amazonas, por ejemplo, se han posicionado ciertos locales de entretenimiento nocturno y hay alternativas de comida, no luce como en años anteriores.
“Hemos recurrido a las redes sociales, promociones para grupos e invertir en hacerlos más llamativos con el objetivo de traer clientes nuevos”, dijo Nathaly Zambrano, administradora de uno de estos locales.
Este Diario solicitó información del número de negocios que funcionan en la zona, sin embargo, la Administración Zonal Eloy Alfaro señaló que esa es información de carácter confidencial.
Posturas
Marta Sandoval vive en el conjunto Ciudad Jardín, aledaño a la Plaza. Ella nota la pérdida económica. “Antes los vecinos aprovechaban para poner un puestito de comidas, ofrecer golosinas e incluso quienes tenían más espacio ofrecían los parqueaderos. Aquí ganaban todos. Ahora no gana nadie”, dijo con nostalgia.
Esto se corroboró tras un recorrido realizado por un equipo de La Hora en el perímetro que comprende las calles Juan de Ascaray y Río Cofanes, donde los negocios lucían vacíos.
Sin embargo, el contraste se evidenció en la Av. Amazonas, desde la Tomás de Berlanga hacia el sur, donde locales de comida rápida intentan llamar la atención de sus clientes con carteles de promociones.
Pedro José Ruales vive en el sector cerca de 40 años y menciona que para él es un alivio “que no haya el bullicio de hace varios años”. Sin embargo, hay negocios que han llegado a cerrar y vecinos que han tenido que vender sus casas por la falta de turistas y poca venta en sus locales comerciales. “Es una pena porque aquí se sentía el ‘sabor’ fiestero de la ciudad”. (MLY)
Realidad
Pese a que en la Isla Floreana y Amazonas, por ejemplo, se han posicionado ciertos locales de entretenimiento nocturno y hay alternativas de comida, no luce como en años anteriores.
“Hemos recurrido a las redes sociales, promociones para grupos e invertir en hacerlos más llamativos con el objetivo de traer clientes nuevos”, dijo Nathaly Zambrano, administradora de uno de estos locales.
Este Diario solicitó información del número de negocios que funcionan en la zona, sin embargo, la Administración Zonal Eloy Alfaro señaló que esa es información de carácter confidencial.
Posturas
Marta Sandoval vive en el conjunto Ciudad Jardín, aledaño a la Plaza. Ella nota la pérdida económica. “Antes los vecinos aprovechaban para poner un puestito de comidas, ofrecer golosinas e incluso quienes tenían más espacio ofrecían los parqueaderos. Aquí ganaban todos. Ahora no gana nadie”, dijo con nostalgia.
Esto se corroboró tras un recorrido realizado por un equipo de La Hora en el perímetro que comprende las calles Juan de Ascaray y Río Cofanes, donde los negocios lucían vacíos.
Sin embargo, el contraste se evidenció en la Av. Amazonas, desde la Tomás de Berlanga hacia el sur, donde locales de comida rápida intentan llamar la atención de sus clientes con carteles de promociones.
Pedro José Ruales vive en el sector cerca de 40 años y menciona que para él es un alivio “que no haya el bullicio de hace varios años”. Sin embargo, hay negocios que han llegado a cerrar y vecinos que han tenido que vender sus casas por la falta de turistas y poca venta en sus locales comerciales. “Es una pena porque aquí se sentía el ‘sabor’ fiestero de la ciudad”. (MLY)
Realidad
Pese a que en la Isla Floreana y Amazonas, por ejemplo, se han posicionado ciertos locales de entretenimiento nocturno y hay alternativas de comida, no luce como en años anteriores.
“Hemos recurrido a las redes sociales, promociones para grupos e invertir en hacerlos más llamativos con el objetivo de traer clientes nuevos”, dijo Nathaly Zambrano, administradora de uno de estos locales.
Este Diario solicitó información del número de negocios que funcionan en la zona, sin embargo, la Administración Zonal Eloy Alfaro señaló que esa es información de carácter confidencial.
Posturas
Marta Sandoval vive en el conjunto Ciudad Jardín, aledaño a la Plaza. Ella nota la pérdida económica. “Antes los vecinos aprovechaban para poner un puestito de comidas, ofrecer golosinas e incluso quienes tenían más espacio ofrecían los parqueaderos. Aquí ganaban todos. Ahora no gana nadie”, dijo con nostalgia.
Esto se corroboró tras un recorrido realizado por un equipo de La Hora en el perímetro que comprende las calles Juan de Ascaray y Río Cofanes, donde los negocios lucían vacíos.
Sin embargo, el contraste se evidenció en la Av. Amazonas, desde la Tomás de Berlanga hacia el sur, donde locales de comida rápida intentan llamar la atención de sus clientes con carteles de promociones.
Pedro José Ruales vive en el sector cerca de 40 años y menciona que para él es un alivio “que no haya el bullicio de hace varios años”. Sin embargo, hay negocios que han llegado a cerrar y vecinos que han tenido que vender sus casas por la falta de turistas y poca venta en sus locales comerciales. “Es una pena porque aquí se sentía el ‘sabor’ fiestero de la ciudad”. (MLY)
Realidad
Pese a que en la Isla Floreana y Amazonas, por ejemplo, se han posicionado ciertos locales de entretenimiento nocturno y hay alternativas de comida, no luce como en años anteriores.
“Hemos recurrido a las redes sociales, promociones para grupos e invertir en hacerlos más llamativos con el objetivo de traer clientes nuevos”, dijo Nathaly Zambrano, administradora de uno de estos locales.
Este Diario solicitó información del número de negocios que funcionan en la zona, sin embargo, la Administración Zonal Eloy Alfaro señaló que esa es información de carácter confidencial.
Posturas
Marta Sandoval vive en el conjunto Ciudad Jardín, aledaño a la Plaza. Ella nota la pérdida económica. “Antes los vecinos aprovechaban para poner un puestito de comidas, ofrecer golosinas e incluso quienes tenían más espacio ofrecían los parqueaderos. Aquí ganaban todos. Ahora no gana nadie”, dijo con nostalgia.
Esto se corroboró tras un recorrido realizado por un equipo de La Hora en el perímetro que comprende las calles Juan de Ascaray y Río Cofanes, donde los negocios lucían vacíos.
Sin embargo, el contraste se evidenció en la Av. Amazonas, desde la Tomás de Berlanga hacia el sur, donde locales de comida rápida intentan llamar la atención de sus clientes con carteles de promociones.
Pedro José Ruales vive en el sector cerca de 40 años y menciona que para él es un alivio “que no haya el bullicio de hace varios años”. Sin embargo, hay negocios que han llegado a cerrar y vecinos que han tenido que vender sus casas por la falta de turistas y poca venta en sus locales comerciales. “Es una pena porque aquí se sentía el ‘sabor’ fiestero de la ciudad”. (MLY)