A los niños solo les dejaron mirar de lejos la carrera de los bólidos

Añoranza. Los niños solo fueron a exhibir sus bólidos.
Añoranza. Los niños solo fueron a exhibir sus bólidos.
Añoranza. Los niños solo fueron a exhibir sus bólidos.
Añoranza. Los niños solo fueron a exhibir sus bólidos.
Añoranza. Los niños solo fueron a exhibir sus bólidos.
Añoranza. Los niños solo fueron a exhibir sus bólidos.
Añoranza. Los niños solo fueron a exhibir sus bólidos.
Añoranza. Los niños solo fueron a exhibir sus bólidos.

La carrera de coches de madera que se realizó ayer en la Av. Michelena, en el sur, tuvo nuevamente como grandes ausentes a los niños. Esto, a pesar que fueron ellos quienes dieron vida a este deporte.

Minutos antes de que empezara la competencia varios chicos se subieron a sus coches y simularon ser parte de una tradición que cambió por las políticas municipales.

Andy Tipantocta, de 7 años, tenía la ilusión de competir en este año. Ese anhelo se frustró cuando supo que tiene que sujetarse a las reglas que impuso la Empresa Pública Metropolitana de Obras Públicas (Epmmop), para que los participantes tengan de 15 a 40 años. Esto lo dispuso acogiendo las recomendaciones del Consejo de Protección de Derechos (Compina).

Marco Tipantocta mostró con nostalgia el coche que construyó para su hijo y lamentó que las autoridades hayan dejado a los niños sin la oportunidad de mostrar su talento. «Ahora el coche solo queda para exhibición».

Nicolás Yumbo Lema, de 10 años, tampoco pudo participar, pero su padre, quien tiene 38 años, sí compitió y comentó que hace 25 años, cuando se iniciaron las carreras, los protagonistas eran los niños. “Corríamos con rulimanes en el sector de Oriente Quiteño, la carrera la organizaba el barrio Aída León”.

Mauricio Rosales, gerente de la Epmmop, dijo que la competencia de este año avanza de acuerdo con lo programado.

Cristian Rivera, de la carrera de Atención Prehospitalaria de la Universidad Central, opinó que no se debió restringir la participación de los niños, sino desarrollar planes de seguridad para evitar accidentes. “La diversión no tiene edad, los accidentes se pueden evitar si reducimos el riesgo, sin lugar a dudas, se tiene que exigir el uso del casco, pecheras, rodilleras y coderas”. (PSD)

La carrera de coches de madera que se realizó ayer en la Av. Michelena, en el sur, tuvo nuevamente como grandes ausentes a los niños. Esto, a pesar que fueron ellos quienes dieron vida a este deporte.

Minutos antes de que empezara la competencia varios chicos se subieron a sus coches y simularon ser parte de una tradición que cambió por las políticas municipales.

Andy Tipantocta, de 7 años, tenía la ilusión de competir en este año. Ese anhelo se frustró cuando supo que tiene que sujetarse a las reglas que impuso la Empresa Pública Metropolitana de Obras Públicas (Epmmop), para que los participantes tengan de 15 a 40 años. Esto lo dispuso acogiendo las recomendaciones del Consejo de Protección de Derechos (Compina).

Marco Tipantocta mostró con nostalgia el coche que construyó para su hijo y lamentó que las autoridades hayan dejado a los niños sin la oportunidad de mostrar su talento. «Ahora el coche solo queda para exhibición».

Nicolás Yumbo Lema, de 10 años, tampoco pudo participar, pero su padre, quien tiene 38 años, sí compitió y comentó que hace 25 años, cuando se iniciaron las carreras, los protagonistas eran los niños. “Corríamos con rulimanes en el sector de Oriente Quiteño, la carrera la organizaba el barrio Aída León”.

Mauricio Rosales, gerente de la Epmmop, dijo que la competencia de este año avanza de acuerdo con lo programado.

Cristian Rivera, de la carrera de Atención Prehospitalaria de la Universidad Central, opinó que no se debió restringir la participación de los niños, sino desarrollar planes de seguridad para evitar accidentes. “La diversión no tiene edad, los accidentes se pueden evitar si reducimos el riesgo, sin lugar a dudas, se tiene que exigir el uso del casco, pecheras, rodilleras y coderas”. (PSD)

La carrera de coches de madera que se realizó ayer en la Av. Michelena, en el sur, tuvo nuevamente como grandes ausentes a los niños. Esto, a pesar que fueron ellos quienes dieron vida a este deporte.

Minutos antes de que empezara la competencia varios chicos se subieron a sus coches y simularon ser parte de una tradición que cambió por las políticas municipales.

Andy Tipantocta, de 7 años, tenía la ilusión de competir en este año. Ese anhelo se frustró cuando supo que tiene que sujetarse a las reglas que impuso la Empresa Pública Metropolitana de Obras Públicas (Epmmop), para que los participantes tengan de 15 a 40 años. Esto lo dispuso acogiendo las recomendaciones del Consejo de Protección de Derechos (Compina).

Marco Tipantocta mostró con nostalgia el coche que construyó para su hijo y lamentó que las autoridades hayan dejado a los niños sin la oportunidad de mostrar su talento. «Ahora el coche solo queda para exhibición».

Nicolás Yumbo Lema, de 10 años, tampoco pudo participar, pero su padre, quien tiene 38 años, sí compitió y comentó que hace 25 años, cuando se iniciaron las carreras, los protagonistas eran los niños. “Corríamos con rulimanes en el sector de Oriente Quiteño, la carrera la organizaba el barrio Aída León”.

Mauricio Rosales, gerente de la Epmmop, dijo que la competencia de este año avanza de acuerdo con lo programado.

Cristian Rivera, de la carrera de Atención Prehospitalaria de la Universidad Central, opinó que no se debió restringir la participación de los niños, sino desarrollar planes de seguridad para evitar accidentes. “La diversión no tiene edad, los accidentes se pueden evitar si reducimos el riesgo, sin lugar a dudas, se tiene que exigir el uso del casco, pecheras, rodilleras y coderas”. (PSD)

La carrera de coches de madera que se realizó ayer en la Av. Michelena, en el sur, tuvo nuevamente como grandes ausentes a los niños. Esto, a pesar que fueron ellos quienes dieron vida a este deporte.

Minutos antes de que empezara la competencia varios chicos se subieron a sus coches y simularon ser parte de una tradición que cambió por las políticas municipales.

Andy Tipantocta, de 7 años, tenía la ilusión de competir en este año. Ese anhelo se frustró cuando supo que tiene que sujetarse a las reglas que impuso la Empresa Pública Metropolitana de Obras Públicas (Epmmop), para que los participantes tengan de 15 a 40 años. Esto lo dispuso acogiendo las recomendaciones del Consejo de Protección de Derechos (Compina).

Marco Tipantocta mostró con nostalgia el coche que construyó para su hijo y lamentó que las autoridades hayan dejado a los niños sin la oportunidad de mostrar su talento. «Ahora el coche solo queda para exhibición».

Nicolás Yumbo Lema, de 10 años, tampoco pudo participar, pero su padre, quien tiene 38 años, sí compitió y comentó que hace 25 años, cuando se iniciaron las carreras, los protagonistas eran los niños. “Corríamos con rulimanes en el sector de Oriente Quiteño, la carrera la organizaba el barrio Aída León”.

Mauricio Rosales, gerente de la Epmmop, dijo que la competencia de este año avanza de acuerdo con lo programado.

Cristian Rivera, de la carrera de Atención Prehospitalaria de la Universidad Central, opinó que no se debió restringir la participación de los niños, sino desarrollar planes de seguridad para evitar accidentes. “La diversión no tiene edad, los accidentes se pueden evitar si reducimos el riesgo, sin lugar a dudas, se tiene que exigir el uso del casco, pecheras, rodilleras y coderas”. (PSD)