Saturan contenedores en barrios ‘satélites’ de Quito

Hábitos. Hay sitios donde se evidencia un mayor depósito de la basura durante los fines de semana.
Hábitos. Hay sitios donde se evidencia un mayor depósito de la basura durante los fines de semana.
Hábitos. Hay sitios donde se evidencia un mayor depósito de la basura durante los fines de semana.
Hábitos. Hay sitios donde se evidencia un mayor depósito de la basura durante los fines de semana.
Hábitos. Hay sitios donde se evidencia un mayor depósito de la basura durante los fines de semana.
Hábitos. Hay sitios donde se evidencia un mayor depósito de la basura durante los fines de semana.
Hábitos. Hay sitios donde se evidencia un mayor depósito de la basura durante los fines de semana.
Hábitos. Hay sitios donde se evidencia un mayor depósito de la basura durante los fines de semana.

La acumulación de la basura, principalmente los fines de semana, satura los contenedores en sitios considerados ‘satélites’ de Quito. Los moradores de estos lugares no sacan los desechos de lunes a viernes porque salen a sus hogares a cumplir diversas actividades desde las 05:00 y regresan a las 22:00.

Los fines de semana estas familias -que habitan en sitios como Carapungo, Carcelén, La Ferroviaria, El Comité del Pueblo- limpian la casa, se deshacen de enseres viejos y botan todo tipo de desechos porque entre semana no lo pueden hacer.

Yolanda Gaete, gerente de la Empresa Pública Metropolitana de Aseo (Emaseo), dice que este es uno de los problemas a corregir dentro del sistema de recolección de la basura por contenerización que opera en la ciudad desde el 2012.

La funcionaria anunció que para el próximo año tiene previsto emprender una campaña de información para concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de hacer un depósito adecuado de los desechos en estos recipientes de mayor capacidad.

Gaete considera que en estos sectores se tiene que avanzar en una adecuada separación de la basura como ya se lo está haciendo en 23 barrios de Quito, donde la gente dentro de sus casas separa los residuos orgánicos y los no orgánicos.

La ambientalista Verónica Arias coincide en que se tiene que avanzar con la ciudadanía hacia una economía circular, que es una estrategia económica y productiva para reducir al máximo el uso de materias primas en el tejido productivo y minimizar la generación de desechos no reciclables.

La problemática
Se calcula que Quito genera 2.200 toneladas de basura diarias, y una familia promedio, es decir de tres integrantes, unos 800 kilogramos al día. Todo lo que producen lo colocan en una funda y luego lo depositan en los contenedores.

Actualmente hay 5.300 contenedores instalados en la ciudad, de un total de 8 mil que se estima deberían estar operativos tomando en cuenta que el sistema funciona desde hace siete años atrás y ha pasado por las últimas tres administraciones municipales.

Su mal uso es generalizado en sitios donde han sido colocados. Los contenedores han sido objeto de vandalismo, en varios sitios de la ciudad los han quemado, los han despojado de sus seguridades, ya no tienen tapas, no funciona el elevador, han sido chocados.

Milton Rubio, profesional dedicado a la gestión de servicio de aseo, explica que en la vida útil de los contenedores es de 10 años, pero que en el caso de los instalados en Quito se podría hablar de un plazo menor, sin embargo, para el 2022 se deberá hacer una renovación de todo el sistema.

El profesional coincide en que los últimos años el sistema no avanzado y que Quito dejó de ser un referente en el tema de la contenerización por lo que recomienda hacer un nuevo levantamiento del sistema (PSD)

La acumulación de la basura, principalmente los fines de semana, satura los contenedores en sitios considerados ‘satélites’ de Quito. Los moradores de estos lugares no sacan los desechos de lunes a viernes porque salen a sus hogares a cumplir diversas actividades desde las 05:00 y regresan a las 22:00.

Los fines de semana estas familias -que habitan en sitios como Carapungo, Carcelén, La Ferroviaria, El Comité del Pueblo- limpian la casa, se deshacen de enseres viejos y botan todo tipo de desechos porque entre semana no lo pueden hacer.

Yolanda Gaete, gerente de la Empresa Pública Metropolitana de Aseo (Emaseo), dice que este es uno de los problemas a corregir dentro del sistema de recolección de la basura por contenerización que opera en la ciudad desde el 2012.

La funcionaria anunció que para el próximo año tiene previsto emprender una campaña de información para concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de hacer un depósito adecuado de los desechos en estos recipientes de mayor capacidad.

Gaete considera que en estos sectores se tiene que avanzar en una adecuada separación de la basura como ya se lo está haciendo en 23 barrios de Quito, donde la gente dentro de sus casas separa los residuos orgánicos y los no orgánicos.

La ambientalista Verónica Arias coincide en que se tiene que avanzar con la ciudadanía hacia una economía circular, que es una estrategia económica y productiva para reducir al máximo el uso de materias primas en el tejido productivo y minimizar la generación de desechos no reciclables.

La problemática
Se calcula que Quito genera 2.200 toneladas de basura diarias, y una familia promedio, es decir de tres integrantes, unos 800 kilogramos al día. Todo lo que producen lo colocan en una funda y luego lo depositan en los contenedores.

Actualmente hay 5.300 contenedores instalados en la ciudad, de un total de 8 mil que se estima deberían estar operativos tomando en cuenta que el sistema funciona desde hace siete años atrás y ha pasado por las últimas tres administraciones municipales.

Su mal uso es generalizado en sitios donde han sido colocados. Los contenedores han sido objeto de vandalismo, en varios sitios de la ciudad los han quemado, los han despojado de sus seguridades, ya no tienen tapas, no funciona el elevador, han sido chocados.

Milton Rubio, profesional dedicado a la gestión de servicio de aseo, explica que en la vida útil de los contenedores es de 10 años, pero que en el caso de los instalados en Quito se podría hablar de un plazo menor, sin embargo, para el 2022 se deberá hacer una renovación de todo el sistema.

El profesional coincide en que los últimos años el sistema no avanzado y que Quito dejó de ser un referente en el tema de la contenerización por lo que recomienda hacer un nuevo levantamiento del sistema (PSD)

La acumulación de la basura, principalmente los fines de semana, satura los contenedores en sitios considerados ‘satélites’ de Quito. Los moradores de estos lugares no sacan los desechos de lunes a viernes porque salen a sus hogares a cumplir diversas actividades desde las 05:00 y regresan a las 22:00.

Los fines de semana estas familias -que habitan en sitios como Carapungo, Carcelén, La Ferroviaria, El Comité del Pueblo- limpian la casa, se deshacen de enseres viejos y botan todo tipo de desechos porque entre semana no lo pueden hacer.

Yolanda Gaete, gerente de la Empresa Pública Metropolitana de Aseo (Emaseo), dice que este es uno de los problemas a corregir dentro del sistema de recolección de la basura por contenerización que opera en la ciudad desde el 2012.

La funcionaria anunció que para el próximo año tiene previsto emprender una campaña de información para concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de hacer un depósito adecuado de los desechos en estos recipientes de mayor capacidad.

Gaete considera que en estos sectores se tiene que avanzar en una adecuada separación de la basura como ya se lo está haciendo en 23 barrios de Quito, donde la gente dentro de sus casas separa los residuos orgánicos y los no orgánicos.

La ambientalista Verónica Arias coincide en que se tiene que avanzar con la ciudadanía hacia una economía circular, que es una estrategia económica y productiva para reducir al máximo el uso de materias primas en el tejido productivo y minimizar la generación de desechos no reciclables.

La problemática
Se calcula que Quito genera 2.200 toneladas de basura diarias, y una familia promedio, es decir de tres integrantes, unos 800 kilogramos al día. Todo lo que producen lo colocan en una funda y luego lo depositan en los contenedores.

Actualmente hay 5.300 contenedores instalados en la ciudad, de un total de 8 mil que se estima deberían estar operativos tomando en cuenta que el sistema funciona desde hace siete años atrás y ha pasado por las últimas tres administraciones municipales.

Su mal uso es generalizado en sitios donde han sido colocados. Los contenedores han sido objeto de vandalismo, en varios sitios de la ciudad los han quemado, los han despojado de sus seguridades, ya no tienen tapas, no funciona el elevador, han sido chocados.

Milton Rubio, profesional dedicado a la gestión de servicio de aseo, explica que en la vida útil de los contenedores es de 10 años, pero que en el caso de los instalados en Quito se podría hablar de un plazo menor, sin embargo, para el 2022 se deberá hacer una renovación de todo el sistema.

El profesional coincide en que los últimos años el sistema no avanzado y que Quito dejó de ser un referente en el tema de la contenerización por lo que recomienda hacer un nuevo levantamiento del sistema (PSD)

La acumulación de la basura, principalmente los fines de semana, satura los contenedores en sitios considerados ‘satélites’ de Quito. Los moradores de estos lugares no sacan los desechos de lunes a viernes porque salen a sus hogares a cumplir diversas actividades desde las 05:00 y regresan a las 22:00.

Los fines de semana estas familias -que habitan en sitios como Carapungo, Carcelén, La Ferroviaria, El Comité del Pueblo- limpian la casa, se deshacen de enseres viejos y botan todo tipo de desechos porque entre semana no lo pueden hacer.

Yolanda Gaete, gerente de la Empresa Pública Metropolitana de Aseo (Emaseo), dice que este es uno de los problemas a corregir dentro del sistema de recolección de la basura por contenerización que opera en la ciudad desde el 2012.

La funcionaria anunció que para el próximo año tiene previsto emprender una campaña de información para concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de hacer un depósito adecuado de los desechos en estos recipientes de mayor capacidad.

Gaete considera que en estos sectores se tiene que avanzar en una adecuada separación de la basura como ya se lo está haciendo en 23 barrios de Quito, donde la gente dentro de sus casas separa los residuos orgánicos y los no orgánicos.

La ambientalista Verónica Arias coincide en que se tiene que avanzar con la ciudadanía hacia una economía circular, que es una estrategia económica y productiva para reducir al máximo el uso de materias primas en el tejido productivo y minimizar la generación de desechos no reciclables.

La problemática
Se calcula que Quito genera 2.200 toneladas de basura diarias, y una familia promedio, es decir de tres integrantes, unos 800 kilogramos al día. Todo lo que producen lo colocan en una funda y luego lo depositan en los contenedores.

Actualmente hay 5.300 contenedores instalados en la ciudad, de un total de 8 mil que se estima deberían estar operativos tomando en cuenta que el sistema funciona desde hace siete años atrás y ha pasado por las últimas tres administraciones municipales.

Su mal uso es generalizado en sitios donde han sido colocados. Los contenedores han sido objeto de vandalismo, en varios sitios de la ciudad los han quemado, los han despojado de sus seguridades, ya no tienen tapas, no funciona el elevador, han sido chocados.

Milton Rubio, profesional dedicado a la gestión de servicio de aseo, explica que en la vida útil de los contenedores es de 10 años, pero que en el caso de los instalados en Quito se podría hablar de un plazo menor, sin embargo, para el 2022 se deberá hacer una renovación de todo el sistema.

El profesional coincide en que los últimos años el sistema no avanzado y que Quito dejó de ser un referente en el tema de la contenerización por lo que recomienda hacer un nuevo levantamiento del sistema (PSD)