Marihuana se fuma sin restricciones en parques

Cannabis. El consumo de marihuana vuelve al debate tras la decisión de la Asamblea de permitir su uso medicinal.
Cannabis. El consumo de marihuana vuelve al debate tras la decisión de la Asamblea de permitir su uso medicinal.

El consumo de marihuana se ha vuelto parte del paisaje en parques como El Ejido, América y hasta en la Plaza Grande. Habitantes de estos sectores confirman que los consumidores encienden sus ‘porros’ en pleno día y fuman con total naturalidad. Autoridades confirman que no hay ley u ordenanza que prohíba esta práctica.

“Es común ver, no hay como decirles nada, usted sabe, por temor o por simple cuidado” manifestó Ángela Miranda, quien vive 17 años en la América.

Ahora que la Asamblea aprobó la reforma al Código Orgánico Integral Penal (COIP), que permite la producción, comercialización, distribución y consumo del cannabis para usos medicinales o terapéuticos en el país, ella teme que esta práctica se vuelva más común. Lo que más le preocupa es que a los consumidores no les importa fumar frente a niños.

Similares testimonios dieron empleados y vecinos del Centro Histórico, quienes señalaron que este tipo de consumo se da hasta en la Plaza Grande, justo frente a los edificios de la Presidencia y el Municipio. “Ese fuerte olor, diría pestilencia, se siente a lo que uno pasa. Es común y uno solo tiene que ver hacia otro lado”, se quejó Jaime Bejarano, morador de La Tola, quien transita todos los días por esa zona.

Un agente de control metropolitano que evitó identificarse, debido a una política municipal, sostuvo que no hay una normativa específica para tratar ese tipo de casos. Explicó que la ordenanza 151 únicamente establece prohibición de libar en la calle, infracción que se sanciona con el 50% de una Remuneración Básica Unificada (RBU), es decir con 197 dólares.

La Agencia Metropolitana de Control confirmó que en los últimos cuatro meses se han realizado 386 operativos de control y se ha sancionado a 133 personas por libar en espacios públicos, pero no hay registros de personas que consuman cannabis.

Voces
El gerente de Espacio Público, Esteban Moscoso, sostuvo que el personal de mantenimiento tampoco puede actuar directamente. Solo reporta los casos a sus superiores, para que se coordine la presencia de agentes de control metropolitano o policías nacionales.

“El alcalde (Jorge Yunda) es un médico y tiene la política que los parques y espacios públicos deben ser escenarios de salud. Todo lo que tiene que ver con consumo de sustancias sicotrópicas o que afecten a la salud de las personas, está erradicado desde la planificación y uso de los espacios públicos”, declaró el funcionario sin dar cuenta sobre alguna política específica sobre el tema.

El secretario de Seguridad, Euclides Mantilla, confirmó que no hay prohibición. “El consumo no es delito, más bien es una enfermedad. Se le exhorta a la persona que deje de hacerlo, pero no se puede hacer nada más”.

Proyectos en estudio
Sobre el escritorio del alcalde, Jorge Yunda, reposan dos proyectos de ordenanza sobre esta problemática. Uno fue elaborado por Mantilla y otro por el presidente de la Comisión de Gobiernos Autónomos de la Asamblea, Héctor Yépez. Ambas propuestas, que se presentaron en agosto, apuntan a prohibir el consumo de drogas en espacios públicos, pero aún no se han puesto en consideración del pleno del Concejo Metropolitano.

Mantilla explicó que su planteamiento deja a discreacionalidad de un juez que se determine si la sanción puede ser económica o de trabajo comuinitario.

El experto en seguridad, Ricardo Camacho, considera positivo que los municipios esclarezcan normativas de regulación de espacio público para enfrentar este tipo de situaciones. Agregó que nueva normativa evitaría casos de abusos policiales como el que se registró el domingo en el parque Bicentenario de Guayaquil, donde un joven fue agredido tras ser encontrado con dos gramos de marihuana. (JCER)

Mi opinión en 60 segundos
Ricardo Camacho. Experto en seguridad

‘Un problema de salud’

° “El consumo de droga es un problema de salud pública. Lo que hizo la tabla de consumo de droga es quitar la discrecionalidad a los policías, a los fiscales y a los jueces para sentenciar directamente en flagrancia sin un previo examen sicosomático y de orina que determine que es consumidor y sin que haya evidencia que esté vendiendo”, sostuvo Camacho al recordar que la tabla establecida por el Consejo de Sustancias Estupefacientes y Sicotrópicas califica como consumo hasta 10 gramos de marihuana y 2 gramos de cocaína.