Esteban Cárdenas
Cuando la niebla empieza a comerse los pequeños montes poblados de árboles, en el noroccidente de Pichincha, se puede disfrutar de un fantástico paisaje.
La vida abunda en este paraíso. Insectos, mamíferos, aves y reptiles recorren los diferentes hábitats, conformados por bosques primarios y secundarios.
Los sonidos que producen grillos y otros insectos siempre acompaña a los osos de anteojos, tucanes, colibríes, tigrillos, olinguitos (especie descubierta hace alrededor de 3 años justamente en esta zona del Ecuador), perezosos y murciélagos que habitan el bosque nublado.