Tembladera entre los jueces

La Ley es clara sobre las facultades de la Judicatura para evaluar. La demora viene de un ineficiente Consejo anterior pero se han adoptado mecanismos para que la evaluación deje al margen manipuleos políticos y el servilismo de Gustavo Jalkh.

Los parámetros para la evaluación son equitativos: nombramientos sin mañosería, un patrimonio de los jueces que no sea oscuro, un informe de la Controlaría en el que consten las ilegalidades de los magistrados, y un claro concepto de idoneidad. Los que acumulan a su haber fallos politizados al servicio del régimen anterior no pueden tener cara para continuar en sus funciones.

Quienes hablan de que el examen es atentatorio a la independencia de la Justicia debieron pensarlo antes de ponerla al servicio del ‘correato’. Y debieron pensar también que el hombre de confianza del expresidente, hoy encerrado generosamente en su casa, marcado con grillete y acompañado de su perro, no tenía empacho de visitar cortes y a magistrados para disponer los fallos.

Esto no quita que existen magistrados honestos, o de carrera, y que no caen en este maremágnum de miseria. Pero ellos deberían pensar que su ‘solidaridad’ no hace más que proteger a indecentes y corruptos, que no solo deben salir, sino responder por sus actos.

La evaluación solo tiene un grave peligro: confundir la revisión de la estructura de las sentencias con la valoración del contenido, con lo cual sí se afectaría la seguridad jurídica y no podemos aceptarlo. Como dice el Presidente de la Corte Constitucional, los fallos ejecutoriados son inamovibles y sagrados.


Las ideas solo son exóticas para el que no tiene ideas”. Luis Cardoza y Aragón Escritor guatemalteco (1901-1992)Combatirse a sí mismo es la guerra más difícil; vencerse a sí mismo es la victoria más bella”. Friedrich von Logau Poeta alemán (1605-1655)