“Son diversos los usos que se les puede dar a las plantas”. Bajo esa premisa, Andrés López, de 16 años, desarrolló un purificador de aguas residuales, con el que además ganó el premio nacional en el concurso de proyectos ambientales y de conservación del agua Stockholm Junior Water Prize of Ecuador 2019.
López consideró necesario hacer esto, luego de conversar con su hermana, María José López, quien es ingeniera ambiental. Ella le contó sobre la falta de tratamiento de las aguas residuales que son desechadas a cuerpos de agua dulce.
La investigación para desarrollar el proyecto permitió determinar que el 85% de las aguas residuales del país no recibe ningún tratamiento. Esto causa eutrofización (proliferación de ciertas algas) y malos olores. Cuando este tipo de líquido es ingerido, provoca enfermedades. En la agricultura causa salinización de la tierra, lo que vuelve infértiles los cultivos.
María José López señala que el problema de las aguas residuales es muy visible en Esmeraldas. “Nosotros somos los culpables y estamos en la zona más alta, que es Quito, y no tratamos las aguas grises. Eso se va a los ríos y llega a la Costa”.
La ingeniera ambiental identifica otros casos, como el de Ibarra (Imbabura), donde la laguna de Yaguarcocha está contaminada por este tipo de aguas. Afirma que es cuestión de tiempo para que el Lago San Pablo pase por lo mismo.
Humedal de achira
El estudiante de la Unidad Educativa Eugenio Espejo indica que desde el hogar se puede aportar para evitar contaminar con aguas grises. Por eso, con la tutoría de su hermana, desarrolló un humedal casero que utiliza la planta de achira para absorber y purificar.
¿Por qué la achira?
María José López comenta que usualmente los humedales se hacen con juncos o totoras. Ellos no quisieron usar esas plantas porque se ven como pajonales. “También queríamos dar un aporte estético al usar plantas ornamentales”.
EL DATO
Las aguas residuales provocan enfermedades intestinales y afecciones a la piel.La tutora de Andrés señala que todos los estudios sobre estas plantas se enfocan en especies de climas calientes.
“Traer una planta desde allá, a Quito, era muy difícil porque teníamos que hacer un invernadero para aclimatarlas”. Sin saberlo, la solución estaba más cerca de lo que imaginaban.
Andrés comenta que cerca de su casa, por el Parque Inglés, en el norte de Quito, hay una gran cantidad de plantas de achira. “Veíamos que tenían hojas grandes y el tallo alto. Luego descubrimos que sí era apta para purificar las aguas negras”.
Proceso
Lo primero que se necesita es un recipiente plástico de dimensiones de 30 centímetros de largo, 28 de ancho y 18 de alto.
A continuación, se debe perforar la parte inferior y colocar una llave de jardín por donde saldrá el agua limpia.
Al recipiente se lo debe llenar con grava (rocas formadas por clastos de tamaño comprendido entre 2 y 64 milímetros).
EL DATO
La Achira es una planta nativa del Ecuador.Para este humedal, Andrés utilizó grava de tres cuartos hasta una pulgada. Las más grandes se colocan en la parte de abajo, las medianas en la mitad y las más pequeñas en la parte de arriba.
En medio de las piedras se colocan las plantas de achira (Andrés utilizó tres variedades diferentes) y un tubo PVC perforado para oxigenar y climatizar el agua.
Finalmente, se vierte el agua gris dentro del humedal y se lo tapa alrededor. Esto se hace para evitar los rayos del Sol y la producción de algas nocivas.
Tres días después, se puede notar que hay una remoción de los contaminantes.
Resultados
Andrés señala que los grandes laboratorios suelen hacer estudios de agua residual con agua sintética.
“Nos dimos cuenta de que los hogares generan también aguas grises, cuando se lava la ropa o nos lavamos las manos. Ahí, el 60% del agua que sale es de este tipo”.
Al colocar ese tipo de líquidos en el humedal y luego del proceso, la achira demostró que tiene la capacidad de purificar el agua en un 75%.
Los jóvenes pusieron en práctica todo lo aprendido durante la parte experimental y aseguran que ahora han hecho de su casa un espacio “más sustentable”. Esto porque el líquido que se obtiene al purificar las aguas grises que se generan en el hogar, se puede reusar para regar plantas o lavar.
Andrés dice que identificaron que las casas utilizan de forma excesiva los detergentes, algo que irrumpe con lo establecido en normas ambientales que indican que el Qo (caudal aguas servidas más caudal infiltración) máximo permitido para descargar a la alcantarilla es de 500 y una casa descarga 700.
“Piensan que las industrias contaminan, cuando los hogares también lo hacen”, reitera Andrés y reconoce que muchos podrían poner esto en práctica y aportar con el ambiente. (AVV)
Concurso
° Con este proyecto, Andrés se llevó el primer lugar de Stockholm Junior Water Prize of Ecuador 2019, un concurso en el que participaron jóvenes de entre 15 y 20 años, en dos categorías: Nacional e Internacional, con proyectos ambientales relacionados con el agua.
El estudiante se hizo acreedor a una beca para perfeccionar, durante un año, su inglés. Además, en la próxima edición ingresará directamente a las semifinales de la categoría Internacional, con lo que podría viajar a Suiza a presentar su idea.
En la categoría Internacional la ganadora fue Avelina de la Torre. La final internacional Stockholm Junior Water Prize, reúne a más de 10.000 participantes de más de 30 países y se realiza anualmente en Estocolmo, Suecia, durante la Semana Mundial del Agua, en el mes de agosto.
Ventajas
Uso de humedales caseros
° Menor consumo energético, incluso nulo.
° No se necesita acometida eléctrica.
° Tecnología sencilla, no se producen averías mecánicas.
° Al ser un sistema muy sencillo, cualquier obstrucción o incidencia se resuelve fácilmente.
° Su mantenimiento no exige capacitación técnica elevada.