Policías metropolitanos, bomberos y agentes de la Agencia Metropolitana de Control atenderán emergencias por maltrato o violencia contra animales en Quito que la ciudadanía reporte telefónicamente al ECU-911.
Este anuncio lo realizó el alcalde, Jorge Yunda, quien se reunió el martes con el director nacional del sistema de seguridad, Juan Zapata.
“Cualquier maltrato, signo de violencia o tema de derechos de los animales se puede llamar al 911 e inmediatamente reaccionaran nuestra Policía Municipal y nuestros bomberos, quienes tienen toda la infraestructura que necesitan para hacerlo”, dijo en la radio municipal, que ahora se llama Pacha.
Durante la transmisión, una vecina pidió a las autoridades que actuaran frente a casos como el que se denunció a través de un video que se hizo viral en redes sociales y registra cómo un sujeto ataca a un perro con un cuchillo, en el Centro Histórico.
La medida no sería de aplicación inmediata, según explicó un funcionario del ECU-911, quien señaló que primero se deben afinar “detalles operativos” y definir la fecha de inicio de esta iniciativa.
Nuevos protocolos
A criterio del exdirector nacional del sistema ECU-911, Christian Rivera Zapata, una posible atención a este tipo de casos está condicionada por dos factores. El primero es definir “protocolos”, es decir, normas y procedimientos de obligatorio cumplimiento por parte de un equipo de respuesta para este tipo específico de casos.
El segundo es que en ningún caso se puede priorizar estas atenciones frente a una “clave roja” o alto riesgo de pérdida de una vida humana, por sobre otras emergencias de menor gravedad calificadas de claves naranja, amarillo y verde.
“Mientras no esté en riesgo la priorización de las emergencias para salvaguardar la vida humana no habría mayor problema, porque lo primero que atiende el ECU-911 es una clave roja”, explica.
Similar criterio expresó el catedrático universitario de Gestión de Riesgos Santiago Carpio, quien recordó que no es la primera vez que se intenta dar respuestas a emergencias de fauna urbana en Quito. El experto sostiene que es necesario que estos procedimientos se institucionalicen de manera clara, con responsabilidades, funciones y personal de respuesta.
Preocupación
El animalista e integrante de la organización rescatista Catman y Dogin, Christian Valdez, comentó que junto con este anuncio debe existir un plan concreto de apoyo a los dos centros municipales Urbanimal, en el norte y el sur de la ciudad. “Ahora que una de las organizaciones privadas ya no va a recibir a esos animales rescatados, la situación de Urbanimal se complica. Si antes era un ‘cuello de botella’, ahora será peor. Esperaríamos que haya una repotenciación de esa propuesta”.
El médico veterinario y coordinador de Urbanimal, Pablo Arias, manifestó que la medida se da en respuesta a la necesidad “de coordinar con ciertas instituciones y una de ellas serán los bomberos frente a perros abandonados, maltratados o atropellados”. (JCER)
La problemática
° En Quito existe un perro abandonado por cada 22 personas, según un estudio que en octubre de 2018 publicó la Universidad San Francisco; y, entre 18 y 20 perros abandonas por cada 5 kilómetros según una investigación que en 2017 realizó la Universidad de Las Américas y el Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública.
Conozca
Labor de Urbaninal
° Tiene dos centros de atención, uno en el norte y otro en el sur.
° Unas 30 esterilizaciones diarias se hacen en el norte y 40 en el sur
° En ambos centros se asiste a un promedio de ocho perros que a a diario llegan con fracturas, heridas o desnutrición.
° Cada 15 días se realizan jornadas de adopción de perros rescatados.