Después del cuarto redondel de la prolongación de la Av. Simón Bolívar, donde hay un rótulo que señala el ingreso a San Antonio hay una población que se llama Carcelén de La Mitad del Mundo. Allí viven 100 familias en medio de una calle sin asfaltar, donde se levanta el polvo todo el tiempo, un sitio donde acuden a arrojar escombros.
Fernando Lugmaña, presidente del Cabildo, dice que no es justo que por estar ubicados sobre una zona de la denominada ‘falla de Quito’ tengan que vivir “comiendo polvo todos los días del año”.
El dirigente comenta que ganaron una partida de 3 mil metros de bordillo con el gobierno provincial de Pichincha para adecentar la calle Eloy Alfaro y que necesitan que el municipio les ayude con la pavimentación.
Son 4 kilómetros que, inicialmente, eran parte de la tercera etapa de la prolongación de la Av. Simón Bolívar que va desde la entrada a San Antonio de Pichincha hasta el sector de La Marca, en Catequilla.
En marzo de 2016, el gerente de ese entonces de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas, anunció que había cambios en el trazado de la vía, que la Simón Bolívar no llegaría al sector de La Marca porque había una suspensión de ese tramo por parte de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgo.
Ellos comentan que han intentado mejorar la situación a través de la cogestión y mediante el sistema 70/30 han logrado contar con una vía que por el momento es transitable.
El lunes 28 de febrero de 2018, se habilitó la circulación vehicular de la prolongación de la Simón Bolívar que va desde el intercambiador de Carapungo hasta San Antonio de Pichincha, pero este poblado quedó al margen.
Carmela Torres dice que su garganta no termina de adaptarse a la cantidad de tierra que ingiere sin querer, que lo mismo pasa con sus hijos, con sus nietos, con sus vecinos que están al costado derecho de la calle. (PSD)