Mujeres de Gualea impulsan emprendimientos con productos de la zona

Esfuerzo. Las mujeres sacan adelante la economía de Gualea elaborando diferentes productos con los insumos que se cultivan en la zona.
Esfuerzo. Las mujeres sacan adelante la economía de Gualea elaborando diferentes productos con los insumos que se cultivan en la zona.
dulce. Los helados de yuca, inéditos de Inés Benalcázar, se venden a 50 centavos en la parroquia.
dulce. Los helados de yuca, inéditos de Inés Benalcázar, se venden a 50 centavos en la parroquia.
SÁBILA. Los productos de aloe vera son variados. Los emprendedores elaboran desde shampoo hasta bebidas con esta planta.
SÁBILA. Los productos de aloe vera son variados. Los emprendedores elaboran desde shampoo hasta bebidas con esta planta.
ARTESANÍAS. El arte también toma protagonismo en estos productos que fusionan la naturaleza con las obras de Andrea Toro.
ARTESANÍAS. El arte también toma protagonismo en estos productos que fusionan la naturaleza con las obras de Andrea Toro.

En Gualea, una parroquia escondida entre el bosque y la naturaleza al noroccidente de Quito, las mujeres se han convertido en las empresarias de sus hogares.

Guadalupe Pilapaña, de 40 años, originaria de esta parroquia, es una de las emprendedoras del sector. Desde hace más de 50 años su padre se dedica al cultivo de la caña. Y, aunque su conocimiento tradicional es heredado, ella lo ha llevado a nuevos rumbos.

Desde hace cuatro años, junto con otras 12 mujeres de la parroquia, Pilapaña creó la ‘Asociación de Productores de Caña y sus derivados’. A través de esa iniciativa a apoyado el surgimiento económico, pues históricamente, “las ganancias de los productores son mínimas”.

“Este objetivo nos llevó a mí a mis compañeras a ponernos la camiseta y pensar cómo nosotros producir los derivados de la caña para crear nuestra propia industria”, cuenta.

Las mujeres elaboran panela sólida, panela en polvo, miel de caña, jugo de caña y un destilado que elaboran artesanalmente, al que llamaron ‘El Gualeanito’, en honor a sus orígenes.

Helado de yuca
Hace unos cinco años, ‘doña Inesita’ escuchó que un locutor de radio bromeaba con la idea de fabricar un helado de yuca. Más que risa le surgió una buena idea. Así Inés Benalcázar, de 66 años, creó una receta para este postre.

Mezcló la raíz rallada con leche, panela molida y vainilla. “Le probé y salió bastante bueno. Desde ese momento se me ocurrió empezar a vender estos productos aquí a 50 centavos”, cuenta la gualeña.

Tanto éxito tuvieron sus productos, que tan solo dos años después ya empezó a involucrarse en ferias y a en fiestas.

Otra de sus creaciones es el tamal de yuca que se prepara, al horno, en hojas de achira con vainilla, panela, mantequilla y queso.

“Quienes quieran cualquiera de mis productos solo me visita en la parroquia o me llama al 3629880 (número de su casa) y se lo preparo”, detalla.

Trabajo en familia
El aloe vera característico de la zona es la materia prima que escogió Verónica Peñafiel. A sus 36 años, ella es la creadora de una línea de shampo, crema humectante, protector solar y bebidas hechas a base de esta planta.

“Todo lo que elaboramos, menos el protector solar porque aún se está tramitando, tiene registro sanitario”, dice.

Su trabajo se ha vuelto un emprendimiento familiar, pues gracias a él ha podido incluir a sus tres hijos en la producción. “El mayor tiene 16 y la menor tiene 6 años”, cuenta. “A ellos les gusta ayudarme en la limpieza y preparación de la sábila. Después los grandes lo preparamos con las máquinas un poco más industriales; sin embargo, los chiquitos aprenden del proceso para que después ellos continúen con el emprendimiento”.

Todos sus productos los elabora con el jugo directo que se extrae de esta planta.

Las bebidas tienen su toque especial, están elaboradas con concentrados de diferentes frutas y plantas de la zona.

Arte y naturaleza
Los paisajes del noroccidente han sido la inspiración de Andrea Toro, por los últimos cuatro años. La joven de 32 años llegó hasta Gualea porque su tía, oriunda de Nanegalito, le habló mucho del sector.

Parte de sus productos los elabora con ‘puros’, a base de calabacín vaciado y seco. La artista dice que esos elementos son muy antiguos, algunos fueron creados en la época de los yumbos. Ellos los usaban para llevar sus productos por los culuncos hasta la costa para venderlos.

Sus obras se basan en pinturas hechas con diferentes técnicas y materiales, ya sea en piedras de río o los mismos puros. Además, elabora llaveros con alas de mariposas, que las extirpa de estos insectos que se encuentran a veces muertos en las calles o el bosque. “No afectamos a ningún animal o insecto; por el contrario, buscamos protegerlos. Solo les damos una nueva vida cuando, lastimosamente, mueren”, cuenta.

El recorrido por los pequeños negocios de Gualea es la apuesta de las emprendedoras. Pilapaña dice que saben que “no será de la noche a la mañana pero el objetivo es posicionar a la parroquia y sacar adelante a sus habitantes más allá de ser productores”. (ECV)

FRASE

Sacrificamos tiempo, trabajo, reuniones y trabajamos fines de semana y feriados para salir adelante tanto nosotras como nuestras familias. Mientras los hombres se encargan del cultivo las mujeres hemos sido las empresarias que nos pusimos la camiseta en la parroquia”, Guadalupe Pilapaña, emprendedora de Gualea.