Circulación vehicular en El Trébol se dificulta en seis puntos

MOVILIDAD. En horas pico, las filas de vehículos colapsan las vías cercanas a El Trébol.
MOVILIDAD. En horas pico, las filas de vehículos colapsan las vías cercanas a El Trébol.

Desde las 06:00 empieza a sentirse la alta carga vehicular en el sector de El Trébol. Al sitio confluyen conductores de vehículos que circulan desde el Valle de Los Chillos, La Loma de Puengasí y desde los barrios del sur de Quito.

Usuarios de la autopista General Rumiñahui calculan que tardan 10 minutos más, que hace un año, en el tramo que va desde el peaje hasta el sector de El Trébol. Antes se tardaban alrededor de 15 minutos, ahora pasan casi media hora en ese sitio.

José Quishpe viaja a Quito en su vehículo todas las mañanas. Comenta que en el último año se ha agudizado el problema de movilidad, que tarda más tiempo en desplazarse hasta el sector de El Trébol y hasta llegar al coliseo Rumiñahui. “Son 20 y hasta 30 minutos de pérdida de tiempo de ida y vuelta, son cinco horas perdidas a la semana”, dice.

En una visita que se realizó al sector se pudo evidenciar que la hilera de carros sobre la autopista General Rumiñahui es antes del peaje y luego a la altura del barrio Orquídeas, para los que ingresan desde los valles a la ciudad.

El promedio de velocidad sobre la autopista que une a Quito con los Valles es de 90 kilómetros por hora, pero a consecuencia de la alta carga vehicular transitan a 30 y 40 kilómetros por hora. “Largas filas se forman sobre la avenida Velasco Ibarra y la Av. Pichincha”, señala Victoria Mafla. Esos son dos de los seis puntos críticos que se forman.

Según datos del Consejo Provincial de Pichincha, unos 93 mil vehículos transitan diariamente por todas las vías que conectan con El Trébol.

Tres contraflujos
Como solución, la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) aplica tres contraflujos sobre la Autopista, se toman hasta tres carriles en sentido Valles-Quito y en las noches, Quito-Valles.

Un segundo contraflujo opera sobre la avenida Velasco Ibarra, en sentido sur-norte con dirección al redondel de La Vicentina, donde se forma otro de los cuellos de botella. En las tardes, la medida se activa en sentido contrario.

93
mil vehículos circulan a diario por la Autopista Rumiñahui. Un tercer contraflujo opera sobre la Avenida Pichincha y desemboca en el Playón de La Marín, otro de los nudos críticos para la movilidad de este sector. La terminal de buses urbanos en este sitio agrava la situación.

La Prefectura de Pichincha desde hace más de 10 años trabaja en un proyecto que contempla la construcción de un puente de más de 800 metros de longitud, que uniría al sector de Orquídeas con la Av. Velasco Ibarra, cruzando el río Machángara. De ahí se desprenden dos túneles, uno que va hasta la plaza Brasilia y otro a la 6 de Diciembre, 12 de Octubre y la calle Tarqui.

El proyecto, según Gustavo Barajo, actual prefecto de Pichincha, cuenta con estudios preliminares y están trabajando en los definitivos, pero quién deberá firmar el contrato para su construcción será el próximo Prefecto. El proyecto inició como resultado de un convenio firmado entre los municipios de Rumiñahui y Quito, con la Prefectura de Pichincha y el Ministerio de Obras Públicas, pero luego se redujo a un convenio interinstitucional firmado entre la Prefectura de Pichincha y el Municipio de Quito. (PSD)