Maquinaria de bacheo está en la Ruta Collas de 06:00 a 18:00. Habrá cierres parciales hasta mediados de diciembre.
Cuadrados de asfalto de un color distinto a la vía quedan después del proceso de mantenimiento que se está realizando en la Ruta Collas. En estos días, maquinaria de bacheo trabaja, de 06:00 a 18:00, a lo largo de la carretera que conecta la Panamericana Norte con el aeropuerto de Tababela.
Después de su inauguración en 2014, la que ha sido la carretera más costosa de la historia, con un precio final de 240 millones de dólares (tres veces más del precio inicial), pasará por un periodo de mantenimiento a cargo de la empresa que recibió la concesión por parte del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), Panamericana Vial (Panavial).
Con cierres parciales, la vía será intervenida hasta mediados de diciembre a lo largo de los 11,65 kilómetros en los que se extiende. A través de un comunicado, Panavial informó que en la carretera se va a aplicar una capa de micropavimento, pintar las señales horizontales de tráfico y reponer las tachas reflectivas. Las obras se efectúan cada cinco años como parte del plan de mantenimiento.
Por parte de la Subsecretaría de Concesiones de la MTOP, se recibió información de que se tiene previsto bacheo asfáltico, reparación de cunetas, bordillos, tapas de alcantarillas y colocación de señalización preventiva y reglamentaria, entre otros.
Verónica Miranda, vicepresidenta del Colegio de Ingenieros de Pichincha, explica que una vía de esa dimensión debe pasar por mantenimiento máximo cada dos años para tapar fisuras, pues ya empiezan los deterioros, en especial si el material ha sido pobre. Además, menciona que otros elementos de las rutas, como cunetas de coronación y taludes, tienen que limpiarse y controlarse con periodicidad.
Si no se hacen este tipo de trabajos con tiempo, se corre el riesgo de que se tenga que intervenir en toda la estructura. Desde la perspectiva de Gabriel Secaira, ingeniero civil y consultor, un proceso de bacheo en una ruta nueva se puede comenzar a hacer después de tres años, ya que sufre desgastes por las condiciones climáticas. Sin embargo, los trabajos más importantes deberían hacerse en los taludes.
Vía polémica
La carretera ha causado polémica desde que, en 2011, se aprobaron los estudios para su construcción a pesar de que estaban incompletos. Todas las negligencias desde entonces se evidenciaron en un informe de la Contraloría General del Estado, de marzo de 2017.
Entre las anomalías que se detectaron, se conoció que las obras arrancaron sin la contratación del Fiscalizador, obligatorio por Ley, y que se tuvo que añadir el kilómetro olvidado que no se había contemplado en los estudios.
240
millones costó la Ruta Collas, 20,5 millones por kilómetroPero, el problema no fue que se incrementara el tramo, sino que antes de que se tramiten los permisos, Panavial ya comenzó los trabajos adicionales, sin que nadie conociera el costo final. El adelanto ocasionó que se retirara una mayor cantidad de tierra de lo que se había calculado, originando un problema de falta de escombreras para depositar el material.
Después de modificaciones en 2013, en 2014 se volvieron a variar tramos como el del puente sobre el río Guayllabamba. De nuevo, las obras se incluyeron sin estudios definitivos y sin que se conociera el costo final.
La variante de 1,76 kilómetros, incluido un puente metálico de 150 metros, costó casi 75 millones de dólares más de lo previsto. Ese detalle se conoció solo una vez que se entregó la obra.
El sobreprecio que se generó se calcula en 111,1 millones de dólares que, sumados a planillas de ejecución del contratista, fiscalización y estudios, dispararon el costo de la ruta a 240 millones, según la Contraloría.
Más detalles
Desde marzo de este año, que se emitieron las resoluciones en las que se ratifican las responsabilidades civiles culposas por sobreprecio, no se ha avanzado en el proceso. Una de las resoluciones es la 13294, que señala a la exministra María de los Ángeles Duarte como responsable por la eliminación injustificada de formas de pago y cambios técnicos que incrementaron sin sustento en el costo del proyecto.
En esas fechas también Panavial respondió a los medios que había presentado los descargos al examen especial de Contraloría, haciendo énfasis en que las obras se habían llevado a cabo de acuerdo con diseños técnicos, pues los estudios iniciales del Municipio de Quito eran parciales e incompletos. (PCV)
