LOS EMPRENDIMIENTOS TOMAN FUERZA EN AMBATO

Ejemplo. (izquierda a derecha) Blanca Poaquiza, Teresa Punina y Ana Moposita tres mujeres emprendedoras.
Ejemplo. (izquierda a derecha) Blanca Poaquiza, Teresa Punina y Ana Moposita tres mujeres emprendedoras.
TRADICIÓN. Paulina Vaca es la tercera generación que mantiene la fábrica ‘El Cóndor’.
TRADICIÓN. Paulina Vaca es la tercera generación que mantiene la fábrica ‘El Cóndor’.
Innovadores. Hayde Palacios y Paúl Tamayo son los ideadores de Juan Pachanga.
Innovadores. Hayde Palacios y Paúl Tamayo son los ideadores de Juan Pachanga.
PAISAJE. La Hacienda San Pedro de Quisapincha tiene un concepto de turismo local.
PAISAJE. La Hacienda San Pedro de Quisapincha tiene un concepto de turismo local.

“Como una tacita” formada por el Chimborazo, el Tungurahua y el Carihuairazo a los extremos y un valle por el que corre un río con su mismo nombre, describe a su ciudad Andrea Guadalupe, técnica de turismo del Municipio de Ambato, quien conoce a la perfección la historia de la urbe, que no solo está representada por las flores y las frutas, sino también por personajes ilustres y gente que sabe cómo emprender.

Basta un solo recorrido por la ciudad de los tres Juanes y sus alrededores para encontrar diversas opciones de recreación, tradición y cultura. A continuación les presentamos cuatro alternativas para visitar. (PCV)

Manos que bordan el futuro

Desde los 10 años, una niña de Yatzaputzan aprende a bordar. Le enseñan su madre o sus hermanas mayores, quienes mantienen la tradición de las mujeres que decidieron compartir su arte del bordado con el mundo.

En la comunidad ubicada en Pilahuín, vía Guaranda, hay 200 mujeres que dan color a las prendas de vestir de diseñadores nacionales. Blanca Poaquiza es una de las productoras que se dedica al diseño. Ella se encarga de dibujar los modelos. “La mayoría pide flores, naturaleza, hacemos lo que pide el cliente”, dice la tungurahuense de 34 años, quien se integró a la producción cuando tenía 18.

Ellas no necesitan llevar un catálogo, toda su ropa está hecha con diseños propios. Ana Moposita, de 21 años, bordó flores azules, moradas y verdes en el cuello y en las mangas de su blusa. En esa tarea se demoró 15 días. Por un diseño así cobrarían entre 20 y 25 dólares.

Entre las bordadoras también está Teresa Punina, de 32 años. Aprendió a bordar cuando tenía 14 y se ha mantenido en el oficio. Las emprendedoras han logrado potenciar su negocio porque también crearon la cooperativa administrada por mujeres Warmikunapak Rikchiory, en la que consiguen créditos para seguir creciendo.

Tradición que continúa

“No es que las galletas eran más grandes, sino que tus manos eran más pequeñas”, con esa frase y una sonrisa, Paulina Vaca suele responderles a las personas que afirman que las galletas ‘El Cóndor’ cambiaron con los años. No han variado desde 1915 que su abuelo Lizardo Vaca les dio forma por primera vez.

Como “galletas de muertito”, porque se sirven en los velorios, o simplemente “galletas de sal” las conocen varias generaciones. El producto que se distribuye a escala nacional se hizo popular por la calidad y el sabor que la familia Vaca se ha mantenido por tres generaciones.

Paulina Vaca tiene 59 años y es la última de tres hermanos que siguen con la tradición. Es la encargada de la tienda en la que además se venden las famosas “pastillas de chiquitolina” o ‘Indian Candy’ y los chocolatines de panela con coco.

Desde que nació, su vida ha transcurrido entre dulces. Recuerda que cuando era niña ayudaba a su abuelo con los cocos chilenos, que usaban para la producción. Los empaques de papel marrón y las funditas de plástico selladas con telas de cuadros que se ven en la tienda, le dan un toque de antigüedad y tradición que sigue vigente. La cuarta generación ya se está preparando.

Turismo con concepto

Este año, la campaña ‘Ambato en noviembre, lo segundo a mitad de Precio’ llega a su tercera edición. Durante el feriado de Finados, más de 300 locales comerciales de todos los productos ofertarán lo segundo a mitad de precio. Las inscripciones para los participantes serán hasta el 2 de octubre y la promoción estará disponible para turistas nacionales y extranjeros en el penúltimo mes del año.

Salomé Marín, concejala de Ambato y presidenta de la comisión de Turismo, explicó que esta iniciativa pública privada se creó para reactivar la economía de la ciudad en un mes en el que por lo general no hay muchos turistas. Según datos de la Cámara de Turismo de Tungurahua, de 2016 a 2017, el índice de ocupación de hoteles por turistas incrementó de 63.85% a 74.39%, gracias a la estrategia.

Los visitantes pueden encontrar la información de los locales participantes en la página de Facebook ‘Ambato en Noviembre’ o en la aplicación móvil gratuita ‘Turismo Ambato’.

Un rincón patrimonial

Una casa patrimonial abandonada por 25 años, en lugar de ahuyentar a una pareja de emprendedores, los llevó a innovar. Hayde Palacios y Paúl Tamayo asumieron el reto de renovar un espacio casi en escombros y convertirlo en un punto de encuentro y opciones gastronómicas de calidad.

Lo llamaron Juan Pachanga y lo decoraron con toda clase de objetos representativos de la cultura urbana: bicicletas, pantalones colgados en cordeles y frases de la jerga popular escritas en la pared. También le dieron un toque de antigüedad con la reutilización de objetos caseros.

La barra del primer piso fue elaborada con las latas que se habían colocado en los ingresos para impedir el paso de ocupas en la vivienda. La que hay arriba, en cambio, es más colorida y lleva las contraventanas de toda la casa, pintadas con colores vivos.

La temática del lugar que abrió hace un mes, incluye música en vivo los viernes y una oferta gastronómica de carne a la parrilla y cocteles. Su propuesta es que los jóvenes puedan tener un sitio donde reunirse a todas horas del día.