Acuden a la Subsecretaría y a las oficinas de los distintos distritos de educación.
Cambios de jornada educativa o de institución, son dos de las solicitudes que llevan a los padres de familia hasta la Subsecretaría de Educación, ubicada en la Av. Amazonas y Atahualpa. Después de dos semanas del inicio de clases en la Sierra y Amazonía, siguen llegando para buscar una solución. A diario ahí acuden entre 15 y 20 personas, según datos de la institución responsable del Distrito.
A la hija de 10 años de Karina Soto le asignaron un cupo en la jornada vespertina, en un plantel al norte de la capital. Su solicitud era que la cambiaran a la sección matutina, porque nadie de su familia podía cuidarla por la mañana. Ayer, ella pidió permiso en el trabajo para hacer el trámite y estuvo acompañada por la estudiante.
La complicación de otra madre, quien prefirió no decir su nombre, fue que a su hijo lo trasladaron del colegio Raúl Andrade, en primer lugar al 24 de Mayo y luego al Dillon. Esto, para que continuara con sus estudios de contabilidad.
La mujer se lamentó porque ya tenía comprados los uniformes para la primera institución en la que le habían otorgado el cupo.
A ella la enviaron a las oficinas del Distrito de Educación Iñaquito, que está ubicado en la Av. María Angélica Carrillo y 6 de Diciembre. En ese lugar, la Subsecretaría de Educación le informó que se trató de casos de reordenamiento de los estudiantes de dos colegios y que al momento están en clases normales. En el lugar, otras 40 personas consultaban por distintos trámites de reubicación de estudiantes.
Incertidumbre por cupos
“Daba pena ver a tantos chicos que no pudieron entrar a clases”, comentó Ana C. cuando recordaba el primer día del año escolar en el colegio 24 de Mayo, donde estudia su hija. Esa jornada, lo que más le llamó la atención fue que la cantidad de alumnos sobrepasaba notoriamente la de años anteriores.
Comentó que conoció a la madre de una compañera de su hija que vivía en Pifo y que había conseguido un cupo a través de un conocido de su esposo. No le dio detalles del proceso, pero le dijo que estaba preocupada de que con el proceso de revisión se quedará fuera de la institución.
La incertidumbre de los padres ha rondado en las afueras de ese y otros centros educativos que estarían involucrados en las irregularidades del proceso de inscripción. Una de las preocupaciones principales es el tema de los uniformes. Cerca de los colegios hay locales en los que los venden desde 130 dólares.
Solo en esta semana, al local ‘Don Disfraz 2’, donde se fabrican uniformes del 24 de Mayo, se han acercado al menos cinco personas solicitando un reembolso. La propietaria, Carolina Durán, explicó que la temporada para la venta de uniformes completos ya terminó y que no se aceptan devoluciones.
Contó que el primer día de clases fue una sorpresa para todos, porque vieron a muchos alumnos regresar a sus casas porque los cupos que tenían eran ilegales. (PCV)
Mi opinión en 60 segundos
Milton Luna, director del Contrato Social por la Educación
‘Un círculo que no se rompe’
° Los casos se dan porque sigue presente la desesperación de los padres de familia por tener la mejor educación para sus hijos porque está en el imaginario que solo en determinado tipo de colegios hay educación de calidad. Es la percepción de que en otros colegios no tienen esa garantía. Es un círculo que no se logra romper y los chicos siempre son los perjudicados, a la larga. Es un tema muy complejo que no logrará subsanarse hasta que la calidad de la educación esté en la mayoría de colegios del país, pero ese es un proceso largo.
Cupos comprados
° A inicios de la semana, el subsecretario de Educación de Quito, Manuel Muñoz Cervantes, entregó 308 casos a la fiscal Provincial de Pichincha, Ruth Palacios Brito, para que se investigaran las denuncias de irregularidades en la entrega de cupos en colegios fiscales.
Lo que se conoce hasta ahora es que las asignaciones se habrían hecho entre las 20:00 y 22:00, a pesar de que el sistema en línea se habilitaba entre las 07:00 y las 19:00. También se realizaron fuera del tiempo del proceso. Según Muñoz, los padres habrían pagado entre 300 y 600 dólares.