Más de 200 venezolanos continúan en albergues provisionales en Quito

SITUACIÓN. En el campamento que se ha formado en el intercambiador de Carcelén permanecen 120 personas.
SITUACIÓN. En el campamento que se ha formado en el intercambiador de Carcelén permanecen 120 personas.
ESPERA. Zuleyka Álvarez (centro) conversa con sus compatriotas mientras espera para viajar a Perú.
ESPERA. Zuleyka Álvarez (centro) conversa con sus compatriotas mientras espera para viajar a Perú.
SOLIDARIDAD. Grupo de la iglesia cristiana Comunidad de Fe Quito realiza una oración en el campamento, después de donar pasajes a Perú.
SOLIDARIDAD. Grupo de la iglesia cristiana Comunidad de Fe Quito realiza una oración en el campamento, después de donar pasajes a Perú.
ESPACIO. Grupos de venezolanos permanecen en la casa de paso de Asociación Civil Venezolanos en Ecuador durante cinco días.
ESPACIO. Grupos de venezolanos permanecen en la casa de paso de Asociación Civil Venezolanos en Ecuador durante cinco días.

En el intercambiador de Carcelén y en la casa de paso de la Galo Plaza Lasso y Sebastián Moreno hay dos grupos.

Después de tres semanas de sol intenso, llueve en Quito y Zuleyka Álvarez, de 27 años, retira su pantalón jean de un cordel improvisado junto a la carpa que ha sido su refugio por dos días. Cuando mejore el clima lo volverá a colgar, pero ahora se sienta junto a una de sus compatriotas, a la cual conoció mientras recorría Colombia.

En el mismo lugar, tres hombres se refugian debajo de un plástico negro amarrado a troncos de árboles, un pequeño corre con una varita de plástico en forma de corona y un joven reparte plátanos y galletas. Hay cerca de 10 tiendas de campaña y sobre el piso se ven cobijas, maletas, juguetes, peluches, fundas…

En este campamento, que se instaló hace 10 días en el intercambiador de Carcelén, viven 120 personas, entre ellos ocho niños y seis adultos mayores.
Uno de los primeros en llegar al parterre, que está en la Av. Eloy Alfaro, cerca de la terminal norte, fue Rubén Darío Peñamontero, de 26 años, quien ahora está a cargo de coordinar las donaciones. Él y su esposa organizaron a las 40 personas que ayer viajaron a Perú con boletos donados por el Ministerio Maná del Cielo, de la Comunidad de Fe de Quito.

Hace más de una semana, muchos de ellos estuvieron en el parqueadero de la terminal de Carcelén, pero el lunes anterior se trasladaron al albergue temporal, ubicado en la Av. Galo Plaza Lasso y Sebastián Moreno.

Dos días después, un grupo salió del lugar por diferencias con quienes lo administran. Según Peñamontero, había irregularidades en la distribución de donaciones y solo se les permitía quedarse tres días.

“No vamos a volver hasta que salga la gente que está al frente del albergue”, dice John Carrizales (36). Él llegó hace un mes a Quito con 10 personas de su familia. El mismo día que les pidieron que se fueran de la casa de paso, a su sobrino de 5 años le dio fiebre y no tenían dónde dormir.

EL DATO
La casa de paso de la Asociación Civil Venezolanos en Ecuador está en la Av. Galo Plaza Lasso y Sebastián Moreno, junto a Pintulac. Puede comunicarse al 096 112 63 53 o 099 823 49 80.
Entre las carpas y un vestidor improvisado que los viajeros armaron con cobijas y plásticos en una estructura de hierro, Juan Francisco Reinoso coordina con Cristian Brito para que se notifique a Emaseo y se recoja la basura que se ha generado en el campamento y que está cerca de la gente.

Ellos son dos de los ecuatorianos que han acompañado a los venezolanos desde marzo que empezaron a llegar en mayor número. Reinoso lamenta que la situación se haya desbordado de esa manera.

Sostiene que las instituciones del Estado deben hacerse cargo de las acciones humanitarias.

Dos espacios
Los buses y autos circulan con normalidad y unas cuadras más al sur de la Av. Galo Plaza Lasso, detrás de un portón blanco, unas 40 personas realizan distintas actividades en un patio muy similar al de una escuela. Algunos juegan dominó y otros conversan.

Omar Acosta, quien coordina el albergue, está en su oficina que queda en una de las construcciones alrededor del patio. Comenta que la iniciativa de llevar a sus compatriotas desde la terminal de Carcelén fue de la empresa privada Pintulac, que puso a su disposición las instalaciones.

Al momento, ahí viven 158 personas. Para las que están solas hay un plazo de cinco días (al principio era de tres) y para las que están con niños de siete días. En total hay capacidad para 170 personas.

Acosta dice que los desacuerdos se dieron porque hubo un grupo que se negó a cumplir las reglas. Asegura que se está coordinando con el albergue ubicado en la Mitad del Mundo para que las personas que salen de ahí puedan seguir bajo un techo.

Cuando se ingresa al albergue solo se ve una cancha rodeada por construcciones de un piso ubicadas en forma de L. Para llegar al segundo espacio se debe atravesar unas gradas estrechas que están en medio de dos casetas semidestruidas. El tamaño de ese lugar es el doble del primero, ahí entrarían sin problema tres canchas de básquet.

David Freitez (41) escucha de cerca la conversación de algunos de sus vecinos pero no interviene. “Aquí estamos apretados, esperando a ver si nos dan un trabajo”, dice el hombre que llegó desde Valencia hace seis días. Estuvo en la terminal Quitumbe y una señora lo llevó al albergue que actualmente lo coordinan los miembros de la Asociación Civil Venezolanos en Ecuador, fundada por Alfredo López.

Freitez quisiera volver a Venezuela para reencontrarse con su hija de 10 años pero por ahora es imposible. Tuvo que sacar de funcionamiento al camión que condujo la mayor parte de su vida porque los repuestos eran demasiado caros. Él no ha escuchado de ninguna irregularidad en el sitio y es consciente de que solo le queda un día más, lo que pase mañana ya será otra historia. (PCV)

Activación de albergues municipales
° Las últimas semanas, instituciones del Municipio han mantenido reuniones organizadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Según Juan Zapata, secretario de Seguridad, los ocho albergues que dispone la ciudad están listos para recibir a los viajeros venezolanos una vez que la Cancillería lo disponga.

Cada uno de ellos tiene capacidad para 240 personas, pero se habilitará solo el 50%, es decir unos 150 espacios para que haya lugares disponibles en el caso de una emergencia. Zapata también informó que se plantearon protocolos y bases legales para esta situación y que se coordinará la atención médica con la Secretaría de Salud y la alimentación con organismos internacionales.

El objetivo principal, por ahora, será prevenir posibles enfermedades y actos de violencia que puedan darse por las condiciones en las que se encuentran las personas. Además, se realizará un censo para determinar quiénes tendrían prioridad.

Situación en Cali
° Desde ayer, la alcaldía de Cali, Colombia puso 10 buses a disposición de los migrantes venezolanos que permanecían en una zona aledaña al terminal terrestre de la ciudad. La salida será voluntaria, pues el Municipio acordó con los ciudadanos que solo podrían quedarse por 15 días. En el lugar había alrededor de 400 personas.