Universitarios fomentan la cultura del debate desde la academia en Quito

REUNIÓN. Los integrantes de la Sociedad de Debate de la Universidad San Francisco de Quito durante uno de los ensayos.
REUNIÓN. Los integrantes de la Sociedad de Debate de la Universidad San Francisco de Quito durante uno de los ensayos.

El tiempo puede pasar desapercibido en casi cualquier actividad cotidiana, pero cuando se defiende o rechaza una moción frente a seis jóvenes que golpean las mesas, susurran o levantan sus manos, con la consigna de rebatir todo, siete minutos parecen ser eternos.

Es lunes por la noche y en el ensayo de la Sociedad de Debate de la Universidad San Francisco de Quito cada uno de los 12 participantes tiene siete minutos para exponer y defender sus ideas. Su reto es convencer a la jueza sobre por qué la casa de Gobierno debería prohibir o no la reelección de los políticos que incumplieron sus promesas.

Los integrantes pueden ser estudiantes de cualquier carrera. Los más antiguos llevan tres años practicando bajo el modelo de debate británico y el año pasado participaron en campeonatos en El Salvador y Guatemala.

Pamela Chiriboga, egresada de Jurisprudencia y otra de las juezas, dice que el modelo de debate británico que practican está conformado por dos partes opositoras: la Cámara de Gobierno y la Cámara de Oposición. Ambas se dividen en dos partes: las cámaras altas y las cámaras bajas.

Las mociones pueden abarcar distintos temas, desde políticas relacionadas con la salud pública, hasta economía o ambiente. Las escogen al inicio quienes tienen el papel de jueces y los integrantes de la Cámara Alta de Gobierno son quienes encaminan el debate, pues intervienen primeros.

Una vez que los debatientes están sentados frente a frente y el cronómetro está en marcha, se vale todo: pedir aclaraciones, conversar en voz baja entre miembros de los equipos, golpear la mesa con la mano o con un lápiz (como muestra de apoyo de un argumento) o mostrar su oposición con palabras como “shame” (vergüenza en inglés).

Quienes se incorporaron este año vivirán su primera experiencia en el Campeonato Mundial Universitario de Debate Español, que se realizará del 16 al 24 de este mes, en Chile. En el encuentro, los universitarios representarán a Ecuador frente a 18 países.

PASIÓN. Ariana Ramírez debate a favor de la moción de prohibir la reelección de políticos que incumplieron sus promesas.
PASIÓN. Ariana Ramírez debate a favor de la moción de prohibir la reelección de políticos que incumplieron sus promesas.

Jornadas preparatorias
En cada reunión, “se ponen a prueba tus conocimientos generales”, dice María Emilia Puente, de 19 años, estudiante de la Carrera de Física. En esta ocasión ella presidirá una de las sesiones, en el papel de jueza. En parejas, los participantes cuentan con 15 minutos para planificar sus argumentos. El mayor reto es que no pueden usar Internet ni ninguna otra fuente de información.

Retos
A pesar de que en las dos clases se habla de la misma moción, los debates toman diferentes caminos.

En la sesión que preside Chiriboga, los argumentos del Gobierno se centran en terminar con la corrupción y en la de Puente en el proselitismo político.

EL DATO
19 estudiantes viajarán al Campeonato Mundial Universitario de Debate Español.Mientras más avanzan las sesiones, la voz de quien expone en el podio se va haciendo más fuerte. En la sesión de Puente, Ariana Ramírez, de 19 años, tiene el rol de Látigo de Gobierno (la última pareja que interviene). Con convicción, la estudiante de Artes Liberales dice que los políticos se valen de su carisma y no de sus propuestas, por eso es tan importante que si no cumplen se les prohíba reelegirse.

Los integrantes del grupo opositor reclaman y tratan de interrumpirla pero ella sigue. Fuera del aula dice que a pesar de que en los debates pelean, en la vida cotidiana son buenos amigos.

Ella lleva un año como parte de la Sociedad y su objetivo siempre fue “poder discutir y, más allá de saber cómo defender un punto de vista, mejorar la capacidad crítica y crear una cultura que debate a nivel macro para que las cosas mejoren”.

Con las mismas ganas de proponer y defender sus argumentos, Martín Luna, de 20 años, estudiante de Sicología, se integró al grupo hace un año y medio. Dice que la sociedad abre su mente y le enseña a “escuchar a los demás y a saber que no todo lo que pensaba que estaba bien o era totalmente correcto”.

EL DATO
Las sesiones de la Sociedad de Debate de la Usfq son los lunes y miércoles, de 19:00 a 21:00 y sábados de 16:30 a 18:30.Después de que los representantes de las dos cámaras terminan sus exposiciones, llega el tiempo de deliberación. Las juezas tienen que decidir quién gana. Solo puede haber dos ganadores y son quienes sustentan mejor sus argumentos.

Mientras se decide quiénes triunfan, los chicos con más experiencia aconsejan a los nuevos. Al final, estos resultados sirven más para su aprendizaje. Todos participan en diferentes debates en dos semanas y tienen que prepararse.

“Con que uno de nosotros gane ya ganamos todos”, dice Pamela Chiriboga, quien asegura que el equipo hará un excelente papel en Chile. (PCV)

FRASE

El debate tiene la capacidad de provocar empatía y hacer que se genere una sociedad más crítica”. Sebastián Jiménez Presidente de la sociedad de la USFQ.

En busca de apoyo

Entró en primer semestre
° Para 2020, la Sociedad de Debate de la Universidad San Francisco de Quito busca que Ecuador sea sede del Campeonato Mundial Universitario de Debate Español. Para llegar a su objetivo, los integrantes están en busca de apoyo de auspiciantes y han empezado a conformar una red de clubes de debate a nivel universitario.

“El primer paso es difundir el debate en las universidades. En Ecuador casi no se practicaba el debate parlamentario, ni competitivo”, explica Sebastián Jiménez, estudiante de Economía de 20 años y actual presidente de la sociedad de la Usfq. Hata ahora han tenido reuniones con estudiantes de la Escuela Politécnica del Litoral, Universidad de Cuenca, Universidad de las Américas, Escuela Politécnica del Ejército, Universidad Católica del Ecuador y Universidad Central.