El sacerdote César Cordero, quien ha sido acusado de violación y abuso sexual a menores, hace más de 5 décadas, rindió su versión ayer en Cuenca. Lo hizo en el Hospital Universitario Católico, donde se encuentra asilado.
Bajo resguardo policial, la Fiscalía tomó las declaraciones al cura de 92 años, quien se encuentra delicado de salud. Tiene cuatro acusaciones por violación y una por abuso sexual en su contra.
Mientras el sacardote emitió hace varias semanas un documento defendiendo su inocencia, la abogada de las víctimas, Karina Montesdeoca, indicó ayer que siguen luchando para que este proceso avance y se haga justicia.
Entre tanto, el fiscal de Cuenca, Adrián Rojas, dijo que se recopilan suficientes elementos para confirmar la tesis de la Fiscalía sobre el caso. (SE)