Quito tuvo un merecido descanso después de la farra por las fiestas

PANORAMICA. Esta vista con las banderas de Quito y Ecuador y con el fondo de El Panecillo, desde el punto más alto del tradicional barrio San Juan, en el centro de la urbe.
PANORAMICA. Esta vista con las banderas de Quito y Ecuador y con el fondo de El Panecillo, desde el punto más alto del tradicional barrio San Juan, en el centro de la urbe.

Los capitalinos y sus visitantes se ausentaron ayer de los espacios públicos tras de una noche de festejo.

La ‘Carita de Dios’ lució ayer con una tranquilidad inusual que más bien fue aprovechada por quienes no bailaron hasta tan tarde en la noche del martes, para dar un buen paseo por la ciudad.

La disminución considerable de vehículos hizo que desaparecieran las congestiones que día a día vive la capital y que el martes por la noche se sintió a lo largo de la ciudad. Algunos almacenes y negocios abrieron sus puertas y quienes degustaron de los platos típicos como hornado, caldo de gallina, menudo, pristiños, acudieron a las ferias que se organizaron en diversos puntos y en los mercados municipales.

Hasta el próximo año
Los eventos para festejar a Quito se realizaron la noche del 5 de diciembre y para ayer, día propio de la fundación, no se había programado nada en los barrios capitalinos. Habrá que esperar hasta 2018 dijeron algunos ciudadanos.

Sin embargo, en barrios tradicionales como La Tola, San Juan, La Loma, El Tejar (en el Centro Histórico) se observó que sus antiguos moradores aún mantienen la costumbre de embanderar las casas, tradición u obligación que ya no se ve en otros sitios residenciales de Quito.

En San Juan, barrio que se convierte en mirador de la gran capital, se mezclaron los colores rojo y azul con el amarillo, azul y rojo, en señal de homenaje a la ciudad capital que ayer cumplió 483 años de su fundación española. (CM)