Aeropuerto Mariscal Sucre de Quito reduce sus emisiones de CO2

Energía. Las luminarias de las pistas de despegue y aterrizaje tienen sensores de ahorro de electricidad.
Energía. Las luminarias de las pistas de despegue y aterrizaje tienen sensores de ahorro de electricidad.

A través de prácticas ambientales se busca minimizar el impacto contaminante de las operaciones.

Como resultado de varias acciones emprendidas desde hace más de un año para reducir las emisiones de carbono y aportar de gran manera a los esfuerzos por mitigar el cambio climático, el Aeropuerto de Quito presenta significativos ahorros en sus emisiones de CO2.

Los principales aspectos para este logro tienen que ver con el ahorro en el consumo de energía. La terminal aérea posee 7.700 lámparas de tecnología LED, de las cuales más del 90% cuenta con sensores automáticos de regulación. Asimismo, la plataforma de aterrizaje y despegue está equipada con 180 proyectores de similares características.

Además, se han implementado horarios de encendido de la iluminación para aprovechar la luz natural y los equipos de enfriamiento de agua para aire acondicionado permanecen apagados entre las 22:30 y las 08:00.

Finalmente, la terminal aérea cuenta con una planta de deshidratación de los lodos de las aguas residuales, un incinerador de desechos con tecnología que reduce la emisión de gases, una política de calidad del aire por medio de la que se privilegia el uso de combustibles alternativos y un área de conservación de flora y fauna de 70 hectáreas.

Menos huella de carbono en dos años

De acuerdo con datos del Programa de Responsabilidad Social de Corporación Quiport, la huella de carbono del Mariscal Sucre pasó de 5.533 toneladas de CO2, en 2014, a 4.950 toneladas de CO2 para 2016. Es decir, en dos años se ha evitado que 583 toneladas de dióxido de carbono sean liberadas al ambiente.

EL DATO
La huella de carbono del Mariscal Sucre pasó de 5.533 toneladas de CO2, en 2014, a 4.950 toneladas de CO2 para 2016.
Andrew O’Brian, presidente y director general de Quiport, explicó que desde su apertura en la parroquia de Tababela, en 2013, este aeropuerto se comprometió a ser un motor de desarrollo que tomara en cuenta las necesidades de la sociedad y del medioambiente. Por lo que expresó que la reducción en las emisiones de CO2 es parte de sus principales objetivos de operación.

Hacia el nivel 3, siguiente paso

Este octubre, el Consejo Mundial de Aeropuertos entregó al Mariscal Sucre la certificación de la Fase de Reducción, dentro de su Programa de Acreditación de Carbono de Aeropuertos (ACA). De este modo, esta terminal se convierte en la primera de entre 5 y 15 millones de pasajeros acreditada en el nivel 2 Reducción en la región Latinoamérica y el Caribe.

“Hemos cumplido con las etapas 1 y 2 satisfactoriamente. Nuestra intención es avanzar inmediatamente hacia el nivel 3, Optimización; es decir, constituir alianzas con prestadoras de servicios dentro del aeropuerto y formar una estructura colaborativa para la reducción de CO2. En el mediano plazo la meta es lograr la neutralidad de huella de carbono”, mencionó O’Brian. (JS)