Entre el susto por nuevo sismo, siguen rescates en Ciudad de México

Los trabajadores de rescate siguen cavando en los restos de un edificio aplanado en la búsqueda de sobrevivientes en la Ciudad de México el 24 de septiembre de 2017, cinco días después del poderoso terremoto que azotó el centro de México. AFP
Los trabajadores de rescate siguen cavando en los restos de un edificio aplanado en la búsqueda de sobrevivientes en la Ciudad de México el 24 de septiembre de 2017, cinco días después del poderoso terremoto que azotó el centro de México. AFP

México, México | AFP |

Los esfuerzos por encontrar vida bajo los escombros de edificios de Ciudad de México destruidos por el sismo del martes seguían por quinta noche, aunque con menores esperanzas y en un ambiente de nerviosismo tras un nuevo temblor de magnitud 6,1.

Hasta la noche del sábado sumaban 307 muertos por el sismo de magnitud 7,1 del martes: 169 en Ciudad de México, 73 en el estado de Morelos, 45 en Puebla, 13 en Estado de México, 6 en Guerrero y uno en Oaxaca, según datos de Protección Civil federal.

El nuevo movimiento telúrico dejó dos mujeres muertas en la capital por infarto mientras otra mujer y un hombre también fallecieron en el sureño estado de Oaxaca, que fue duramente sacudido por el sismo del 7 se septiembre de 8,2, el más intenso en México en un siglo y que dejó 96 muertos.

Al caer la noche, las esperanzas de encontrar gente con vida se mermaban. En un edificio de departamentos de Tlalpan, en el sur, donde con tecnología de punta se habían detectado señales de dos vida de dos personas, los rescatistas temían que una hubiera ya fallecido.

Muchos rescatistas voluntarios abandonaban las tareas vencidos por el agotamiento por lo que se lanzaban llamados en la televisión pidiendo apoyo en determinados sectores.

También se pedía que los voluntarios llevaran alimentos calientes para reconfortar a los rescatistas, que se la han pasado con sándwiches o las típicas tortas mexicanas (pan salado con distintos rellenos), además de calcetines de algodón y talco para proteger sus pies, lastimados por gruesas botas.

También se pedían botitas protectoras para los perros rescatistas que se han robado el corazón de los mexicanos. Al menos dos de los canes han caído agotados y ha sido necesario reanimarlos con suero.