Un paseo por los rincones renovados del Centro Histórico de Quito

Paisaje. La Plaza del Huerto de San Agustín dispone de amplios espacios para un público familiar.
Paisaje. La Plaza del Huerto de San Agustín dispone de amplios espacios para un público familiar.

La Plaza del Huerto de San Agustín y la Plaza de Capellanes son como imanes que atraen a los turistas.

Una niña juega con unos chorros de agua mientras su madre la mira embelesada. Frente a esta escena otros niños juegan con una pelota mientras el sol ilumina con fuerza. Hay un par de turistas consultando un mapa y otros lugareños sentados en un banco. Esta es la nueva estampa de la Plaza del Huerto de San Agustín, que está justo detrás de la iglesia con el mismo nombre y muy cerca de la Plaza de la Independencia.

Hasta mediados de 2016 este rincón del Centro Histórico era una calle más de paso, donde apenas había vida, ahora es un espacio público que atrae a turistas.

ATENCIÓN. El mural del pintor Luigi Stornaiolo llama la atención a los transeúntes.
ATENCIÓN. El mural del pintor Luigi Stornaiolo llama la atención a los transeúntes.

Emprendimientos

Junto a la pared del antiguo convento inauguraron el restaurante San A Gustito y el Crustum, especializado en café, chocolate y pan de calidad. Su interior es amplio, con un estilo minimalista y elegante. Hay panes desde 20 centavos y café de primera calidad por dos dólares. Sin embargo está prácticamente vacío.

“Este año ha sido muy duro, los ecuatorianos no están acostumbrados a comer pan, creo que tampoco valoran el esfuerzo que hacemos, piensan que es un sitio caro porque está todo nuevo, pero no es así. Lamentablemente el 90% de mi público son extranjeros”, se lamenta Paúl Llerena, propietario del establecimiento.

CIFRA
Siglo XVII datan estas plazas Frente a él hay una pequeña hueca cuyo propietario es Kléver Auguilla, quien ofrece almuerzos a tres dólares. En su caso asegura que las ventas aumentaron un 30% luego de la remodelación de la plaza, eso sí, en su caso la gran mayoría de los clientes son vecinos de la zona.

Si hay alguien que conoce bien esta ubicación es Gloria Andrade, quien desde hace más de 30 años regenta un puesto ambulante de plastificación de documentos.

Con el rostro altivo y el semblante sosegado ve pasar la vida desde el mismo lugar por decenios. “La plaza la dejaron muy bonita, pero me gustaba más antes, cuando estaba aquí el Registro Civil, tenía mucho más trabajo, ahora casi no vendo”, se queja Andrade, de 74 años.

Guiños históricos

La plaza, inaugurada el 15 de julio de 2016, con una inversión de 4,4 millones de dólares, ofrece muchos guiños. Hay una enorme representación de una lagartija de madera que sirve como banco. Recuerda la leyenda de un religioso que era propietario de las zonas aledañas al convento y se negaba a vender los terrenos. Le advirtieron de la presencia de muchas lagartijas, animal que aborrecía. Un día se despertó de la cama con una en la cara y finalmente vendió las tierras para el monasterio. También hay un busto de bronce que recuerda al patrón de la plaza.

Muy cerca de ahí está otra pequeña recoleta que llama la atención por un gigante mural en el que aparecen dos jubilados –en honor a estas personas-, una obra del reconocido artista Luigi Stornaiolo. Está basado en una obra suya del año 1986, llamada la ‘Reflexión de la realidad’.

RECUPERACIÓN. La plaza Carlos Andrade Marín ofrece un espacio limpio y bien decorado.
RECUPERACIÓN. La plaza Carlos Andrade Marín ofrece un espacio limpio y bien decorado.

Plaza de los Capellanes

Ubicada en la encrucijada de las calles García Moreno y Mejía, la Plaza de los Capellanes es otro rincón recientemente recuperado en 2015. Fue gracias a la demolición de la ex Dirección Provincial de Salud que dio paso a este nuevo espacio. Hay algunos árboles y unos bancos para invitar a los transeúntes a visitarla. Por las noches unas luces instaladas en el piso generan una estampa futurista.

El Café San Mateo también decora y da vida a esta elegante plazuela. La calidad de los productos que se ofrecen en este local es de primer nivel, con café orgánico traído de Loja, cacao ecuatoriano, dulces hechos todos de manera artesanal, precios más que razonables, pero apenas hay dos turistas. “El 80% son turistas, yo creo que los vecinos del barrio se asustan porque piensan que es muy caro, pero para nada es así, tienes helados desde 75 centavos”, recuerda Israel Morillo, gerente del local.

Plaza Carlos Andrade Marín

En esta revisión de los nuevos rincones del centro no se puede olvidar a la Plaza Carlos Andrade Marín, justo detrás del Municipio. Durante muchos años estuvo abandonada y semiescondida por su ubicación, pero ahora luce renovada y con garbo. Hay un puesto de flores, bancos para sentarse y el excelente restaurante Plaza Chica, donde ofrecen almuerzos, cervezas artesanales y uno de los mejores cafés de la zona. (MAP)