Las zonas francas tienen el potencial de reducir 30% los costos de exportación y volver más competitivo al país

COMERCIO. Las zonas francas pueden impulsar la economía y las exportaciones.
COMERCIO. Las zonas francas pueden impulsar la economía y las exportaciones.

Ecuador está actualmente en desventaja con respecto a sus principales competidores regionales. Se necesita atraer inversión e innovación para que el país crezca.

La creación de zonas francas, tanto externas o internas, es absolutamente positivo y necesario para el país, según Xavier Rosero, vicepresidente ejecutivo de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor).

Los beneficios van en la línea de la ampliación de capacidad instalada para la producción y exportación.  Con eso se pueden establecer condiciones que mejoren la competitividad para atraer inversiones al país.

“Nos hemos dado cuenta de que nuestros socios competidores, por ejemplo, Colombia que tiene unas redes desarrolladas de zonas francas, han podido atraer y captar muchos servicios de innovación que se van a acoplado a sus ofertas exportable y les ha ayudado reducir costos”, dijo.

Esa reducción de costos, que va de la mano con más margen de maniobra para ofrecer precios más competitivos a los consumidores de cualquier parte del mundo, llega a entre el 20% y 30%.

Esto sería decisivo para que un país como Ecuador gane más mercados y aumente sus ventas. A su vez, el resultado final se traduciría en más crecimiento económico y empleo.

‘Dirección correcta’

De acuerdo con Rosero, el decreto ley sobre zonas francas, enviado por el Gobierno de Lasso hace 12 días, pero que recién comenzará a ser tratado por la Corte Constitucional el próximo 8 de junio de 2023, va en la dirección correcta.

Ecuador necesita un esquema de incentivos tributarios para atraer la inversión, pero también es indispensable hacer más fáciles las regulaciones y los procedimientos para exportar y producir.

Actualmente, se necesitan sacar un sinnúmero de licencias, certificados y documentos habilitantes que están dispersos en diferentes entidades.

Por eso, a la par de la rebaja de impuestos, se tiene que establecer un sistema en el que todos esos trámites se puedan hacer dentro del mismo espacio físico de cada zona franca.

Rosero aseguró que eso se podría lograr a través de un adecuado reglamento al decreto ley.

Lo que no se podría subsanar vía reglamento, y que sí preocupa al sector exportador, son los vacíos que quedan sobre lo que pasaría con los contratos de inversión vigente.

Este tema lo tratará LA HORA en una próxima nota.

Libertad es crucial

Una de las principales razones para que fracasara el modelo vigente de Zonas Económicas Especiales (Zedes) tiene que ver con que el sector público tiene toda la potestad para definir dónde y con qué propósito montar una zona con beneficios tributarios y normativos para producir e invertir.

Es decir, la decisión ha quedado en el escritorio de la burocracia sin que necesariamente tenga al 100% relación con la realidad económica y las reales necesidades de exportadores y empresarios.

Los ministros de Economía, Pablo Arosemena; y de Producción, Julio José Prado, han resaltado que el decreto ley del Gobierno deja libertad para que el sector privado establezca dónde y para qué se crean las zonas francas. Además, se amplían los campos de acción a tres grandes grupos:

  • Productivas/industriales: tecnológicas, agrícolas, agroindustriales.
  • Servicios: cultura, innovación, tecnología, deporte, recreativo, e investigación.
  • Logísticas: transporte, almacenaje, empaque, etiquetado, clasificación, envase, reempaque, distribución.

Andrea Mendoza, economista e investigadora en temas de zonas francas, puntualizó que el fracaso de las Zedes se debió no solo a las ineficientes decisiones políticas (Yachay es un ejemplo); sino que también se dejó de lado el trabajo en la simplificación y facilitación de trámites.

Cadena de valor

Según Rosero, uno de los mayores potenciales de las zonas francas sería poner en un solo sitio tanto a las empresas exportadoras como a sus proveedores de servicios. Eso generaría reducción de costos y facilitaría la inversión.

“El mundo está caminando a que las zonas francas empiecen a poblarse de empresas enfocadas en nuevas tecnologías, innovación y la adaptación de la industria 4.0.  Esto es importante porque, por ejemplo, podría tener empresas que den servicios a varios sectores como camaronero, bananero y agroexportador”, añadió. (JS)

Cinco beneficios de las zonas francas

Sonsoles García, abogada, experta en zonas francas y docente universitaria, resumió cinco claves de los efectos positivos que generan:

1 Las zonas francas generan empleos para aproximadamente el 1% de la población de un país de manera directa e indirecta.

2 Dentro de las zonas francas los sueldos son entre un 15-30% más altos que fuera de éstas.

3 Las zonas francas se han convertido en espacio para los encadenamientos productivos y generación de nueva oferta exportable.

4 Por cada $1 que se deja de percibir por tributos en las zonas francas, se generan entre 5-6 veces más dólares a la economía de un país por las inversiones establecidas.

5 Dentro de las zonas francas se instalan institutos y universidades que permiten capacitar técnicamente al personal que trabaja en ellas, aumentando la mano de obra calificada del país.

La inestabilidad afecta el potencial de atraer inversiones

El establecimiento de zonas francas requiere de una visión y una puesta en marcha a mediano plazo.

En este contexto, el potencial de atracción de inversiones se vuelve incierto si se considera que, incluso con el visto bueno de la Corte Constitucional, la nueva asamblea que se establezca después de las elecciones anticipadas puede cambiar todo lo dispuesto en el decreto ley, o incluso revertirlo.

Una zona franca requiere recursos en infraestructura y operación que no se pueden arriesgar hasta que existan certezas de que los políticos no darán marcha atrás.

Esto es un punto central que ha hecho del Ecuador, no solo durante el actual periodo de transición, uno de los países fuera de las grandes inversiones en América Latina.