Ante la ola de violencia, instituciones educativas en tres provincias tuvieron que –temporalmente– dejar las clases presenciales. El Gobierno presentó un plan de seguridad.
Con preocupación ve Unicef las medidas adoptadas en escuelas y colegios, en medio de la ola de violencia que ha vivido el país y que quedó expuesta, en gran magnitud, el 1 de noviembre de 2022, cuando hubo 18 ataques simultáneos en Guayaquil, Esmeraldas y, al día siguiente, en Santo Domingo.
Una de las medidas fue suspender las clases en Guayaquil, incluyendo Daule y Samborondón, así como en la ciudad de Esmeraldas, en la ‘Provincia Verde’. Esto se amplió a Santo Domingo aunque, una semana después, se reabrieron las escuelas.
Sin embargo, en Santo Domingo, por ejemplo, se ha registrado una baja asistencia de estudiantes, por miedo a amenazas.
En Guayaquil, el último comunicado de la zona de educación, número 8, señala que hay 10 instituciones que se mantienen en modalidad a distancia.
[COMUNICADO] Informamos a la comunidad que desde este jueves 10 de noviembre, se retoman las clases presenciales de manera normal en las jornadas vespertina y nocturna en la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón). pic.twitter.com/m3xPf43Nl3
— Educación Zona 8 (@EducacionZ8_Ec) November 10, 2022
Merlo dijo – durante un conversatorio con medios– que es alarmante que se vuelvan a cerrar escuelas y colegios pues Unicef ratifica que, ante momentos de crisis, lo último que deben cerrarse son las instituciones educativas.
Juan Quiñónez, representante adjunto de Unicef en Ecuador, destacó que en el país hay una población de 6,3 millones de niños, niñas y adolescentes, por lo que es necesario que el Estado “cree políticas públicas enfocadas en erradicar los problemas que los afectan”.
Maritza Altamirano, psicóloga educativa, señala que, en medio de escenarios de violencia, cerrar las escuelas significa no solo un retroceso educativo, sino que aumenta el estrés y ansiedad de los niños y jóvenes. Una opción – destaca– es hacer reubicaciones temporales. “Usar casas barriales, reunir a los jóvenes en grupos, lejos de las zonas identificadas como conflictivas”.
Plan de seguridad
El Gobierno presentó, el 14 de noviembre de 2022, el plan de ‘Escuelas Seguras’, en cuya primera etapa tienen prioridad 220 instituciones educativas, consideradas de acuerdo «a problemáticas delictivas y también suicidios«, dijo el ministro del Interior, Juan Zapata.
Este plan tiene anexado un protocolo de acción coordinado y aprobado con el Ministerio de Educación, que regula las acciones que se deben adoptar en caso de delitos por parte de estudiantes, para actuar en temas de consumo de alcohol, droga y «sobre todo de violencia», dijo Zapata.
El plan determina la presencia policial al ingreso y salida de los estudiantes de los establecimientos educativos.
Las instituciones educativas con prioridad en la primera etapa son:
- Cañar
- Guayaquil
- El Oro
- Esmeraldas
- Guayas
- Los Ríos
- Santo Domingo de los Tsáchilas
- Sucumbíos
«El mayor número de escuelas están justamente en las provincias que están en estado de excepción», dijo Zapata.
Trabajo coordinado
Zapata destacó la importancia de un trabajo coordinado entre las instituciones, así como el apoyo de los padres de familia para mantener la seguridad en los establecimientos educativos.
De su lado, el comandante general de la Policía, Fausto Salinas, indicó que el objetivo del plan es dar mayor seguridad a la comunidad educativa, por lo que destacó la importancia de la articulación interinstitucional para la cooperación e intercambio de información y estadísticas, a fin de definir los puntos críticos en los que intervendrán. (AVV-EFE)
Así mismo, el ministro @CapiZapataEC precisó que @PoliciaEcuador estará presente en el ingreso y salida de las instituciones educativas fiscales, fiscomisionales, municipales y particulares y se brindará atención en sectores de mayor número de incidentes de inseguridad. pic.twitter.com/SYBkWyQkNL
— Ministerio del Interior Ecuador (@MinInteriorEc) November 14, 2022
Durante el paro nacional, de junio de 2022, 95 planteles educativos suspendieron las clases presenciales.
“La violencia dentro del sistema educativo es un reflejo y es un síntoma de la violencia en toda la sociedad. No podemos aislar lo que ocurre dentro de las instituciones educativas como hechos que no se corresponden con el entorno”, María Brown, ministra de Educación.
«No sabemos aún las consecuencias de los niños que no pudieron ir a las escuelas durante dos años (pandemia), o que no pudieron asistir a centros de desarrollo infantil», Luz Angela Merlo, representante de Unicef en Ecuador.