Las ventas efectivas de viviendas cayeron más de 58% en ciudades como Quito y Guayaquil

El mercado inmobiliario en la capital antes colocaba más de 7.000 viviendas al año, pero ahora llega a un poco más de 3.000. El crédito hipotecario se redujo en un 26%.

Luego de llegar a un pico de 11.979 viviendas vendidas durante 2011, el mercado inmobiliario en Quito ahora solo puede absorber efectivamente 3.255 unidades al año. En otras palabras, se ha producido un desplome de la demanda y la oferta.

Mario Burbano de Lara, exconsejero presidencial para el Plan Casa para Todos, explicó que actualmente hay un “inventario altísimo” de casas que no se han podido vender. En Guayaquil, la cifra llega a 23.238; mientras que en la capital se suma 20.138.

“Hay una cantidad de viviendas no absorbidas que están esperando a ser compradas. Antes de poder producir más, hay que resolver eso”, dijo.

En total, entre las dos grandes ciudades del país, hay inventarios que no se han podido mover por $4.591 millones. Antes de la pandemia, una vivienda en Guayaquil se quedaba, en promedio, 26,06 meses antes de ser vendida; pero ahora aumentó a 38,05 meses.

En el caso de Quito, se pasó de 20,68 meses a 30,90 meses, es decir, casi un 50% más. Esta realidad aumenta los costos y reduce aún más los incentivos para que se hagan más proyectos.

Crédito hipotecario a la baja

En los últimos dos años, los créditos hipotecarios efectivamente desembolsados pasaron de $2.099,74 millones a $1.337,87 millones. En el Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess), por ejemplo, los montos cayeron de $765 millones a $376 millones; mientras que el número de operaciones fue de 17.982 a 6.795.

Por su parte, el sector privado, aunque ha estado abierto a refinanciar operaciones y dar créditos adicionales, solo ha podido llegar hasta cierto punto en medio de la crisis.

“Aunque el sistema financiero hace lo posible, hay menos compradores que califican para un crédito. La liquidez en el sistema financiero es alta; pero no se coloca porque no hay sujetos de crédito suficientes, con ganas y capacidad de endeudarse”, puntualizó Burbano de Lara.

Sin embargo, Fernando Acurio, presidente de Acurio y Asociados, comentó que, aunque no se puede colocar tanto como se necesita para reactivar el sector, la alta liquidez ha hecho que los precios de los inmuebles no se reduzcan en la misma proporción que las ventas.

Así, en Quito, el costo de la vivienda ha tenido una caída del 3%, en Guayaquil del 5% y en Cuenca del 4%. El metro cuadrado se mantiene más barato en comparación a otros países de la región.

Joan Proaño, vocero de Constructores positivos, puntualizó que, con la reducción de los ingresos en los hogares y la crisis económica, las tasas de interés deberían ser de alrededor del 6%; y no del 12%. Ese nivel haría rentable las operaciones tanto para constructores como compradores. (JS)

Se espera crecimiento en 2021

El sector inmobiliario se contrajo 5,3% en 2019 y 7,1% en 2020. Para este 2021, según Fernando Acurio, presidente de Acurio y Asociados, se espera un crecimiento del 3%.

Con eso no se recuperarán los niveles pre pandemia, pero se dará un paso para evitar más deterioro en el sector.

“Este es el momento de comprar porque los precios aumentarán en los meses siguientes”, acotó.

Sin embargo, Rosa Viteri, emprendedora y madre de familia, comentó que muchos como ella se quedaron fuera del acceso al crédito hipotecario. “Mi esposo estuvo algunos meses sin trabajo y ahora gana 30% menos que antes. En mi negocio las ventas también se cayeron, por lo que tenemos menos presupuesto para todo”, afirmó.